Vida

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Cuando esa chica se acercaba mas a nosotros, su poder mágico aumentaba. Hizo que Happy se escondiera detrás de mí temblando y ella simplemente le sonrió. No me tengas miedo, no voy a lastimarte... Jamás me lo perdonaría...

El maestro Makarov se acercó a dónde estábamos y simplemente le dijo -¿No has tardado un poco, Layla?

Ella sonrió, de oreja a oreja como Natsu lo hace al querer hacerme sentir segura y, lo hacía, desde que me uní al gremio... No, desde que lo conocí ese día en el puerto Halcyon, siempre he confiado en él... Y lo haré siempre.

¡Lo siento! Ya sabe, es un hábito... Supongo rió levemente rascando su nuca Pero antes de continuar con esto, nosotros hemos localizado ya la entrada a las ruinas del palacio de los dragones, justo cuando Acnologia estaba atacando a los demás... Tenemos que ir a Crocus, Belito.

Al escuchar esto, Natsu se paralizó... Dejando al aire, quizá, sus pensamientos sobre si descubría algo sobre su pasado... Algo sobre Igneel.

Temía que sería una forma de perderlo... E.N.D... Era lo que temía mas sobre la faz de la tierra... Que ese chico impetuoso, amable y valiente, se fuera de mi vida y ya no verlo nunca más... Pero por el otro lado, ésta chica... Tenía algo... Algo me decía que debía confiar en ella...

Lo siento si los asusté. Suelo ser muy... Cómo decirlo... Mmm... Llevaba su mano a su barbilla. ¿Entusiasta? Levanta los hombros apenada y hace una reverencia. Soy Layla, a secas. No recuerdo mi apellido, soy huérfana rasca su nuca apenada. Es un gusto estar frente a ustedes en una noche tan cálida como ésta.

Makarov ríe levemente y extiende su mano para saludarla. Bienvenida, pequeña. Dime, ¿Todo bien en tu viaje?

¡Claro que sí! Pude ver muchas cosas y demás lleva sus manos a su estómago. Pero... sigo teniendo hambre. ¿Puedo cocinar dentro del gremio? Prometo compartir. Llevaba sus manos a la cintura y reía.

No tienes que pedir permiso, pequeña. Vamos, sirve que compruebo si cocinas bien o nos quieres enfermar, cómo dijiste en las cartas.

La chica sonríe y camina al interior del gremio. Estando mucho tiempo sola, tiene sus ventajas, Belo.

Todos nos miramos extrañados. Natsu la veía algo desconfiado y caminó detrás suyo. Al llegar todos a la zona de la cocina, ella quitó su capa dejando ver una blusa color negro que cubría sus brazos hasta las muñecas, cuello en v, un collar de una luna, su falda era de mezclilla hasta la mitad de los muzlos y botas altas de color negro opaco. Su cintura tenía un cinturón café opaco con una pequeña funda como la mía para las llaves celestiales.

Veamos, pasta de fuego, pastel de fresas, carne, ensaladas... Excelente, empecemos, que esto no se hace solo.

Sabía dónde estaba todo exactamente, incluso Mira estaba asombrada y no le quitaba la vista de encima. Sube sus mangas y comenzaba a preparar comidas que a todos nos gustaban.

Oye... ¿Quien te enseñó a cocinar así? Y sobre todo, ¿Cómo sabes dónde está todo lo que necesitas? Preguntó Mira boquiabierta.

Em... El abuelo, digo, el maestro Makarov me cuenta mucho sobre ustedes. Soy como una fan, supongo reía leve sin dejar de cocinar. Confíe en mí, Mira-san. No planeo hacerles daño alguno. Si fuera así mira al maestro el Belo ya me habría sacado de aquí, ¿No?

¿Que Será De Nuestro Futuro? *Natsu & Lucy* (Editando)Where stories live. Discover now