Para Yeimi456
Según su madre Jacob se encontraba arreglándose en su habitación, por lo que me senté en la pequeña sala. Su casa era muy cómoda, muy inglesa a decir verdad, me hacía sentir extraña. Pero.. ¿Por qué no mencionó nunca que tenía un hermano? ¿Acaso no hay confianza entre nosotros?.. ¿Sería igual de atractivo? ¿Raro?...
Jacob: Emma, haz llegado.- Bajaba a saltos las escaleras y se puso atrás mío sosteniendo sus manos en mis hombros- Temí que no, pero no perdamos el tiempo... Vamos al centro hay tantos lugares que quiero que...-
: Tranquilo chico, deja que ella respire, sé que estás muy emocionado así que ¿por qué no les sirvo helado antes de que se vayan?- Y se recargó en la puerta de la cocina.
Jacob: Preferimos salir, se nos hace tarde.- Entonces tomó fuerte mi mano y me llevó a rastras a la salida.
Emma: Permiso, señora Kennedy.- Giré mi cabeza antes de ver cerrar la puerta.
No me moleste en preguntarle a Jacob sobre lo sucedido en su casa, entendía sus "posibles" razones, además yo también quería pasar tiempo a solas con el.
Y por cuatro horas Jacob me llevó a los lugares más representativos de Nottingham y las tiendas más famosas. Era algo especial para mí no el hecho de conocer nuevos lugares sino la sonrisa que él llevaba cada vez que me daba una explicación. Parecía un guía de turistas..
Tras aquella inventada expedición tomamos asiento en una cafetería y ambos pedimos un sándwich de queso.
Jacob:¿Por qué le dijiste a mi mamá que te apellidas Eightenten?-
Emma: Hemos preferido no usar el apellido de mi padre por un tiempo, nos mudamos por cuestiones de su trabajo, así que quiere mantenerse "invisible"- Dije haciendo comillas con los dedos. Y no mentía papá ya tenía muchos problemas de adeudos por lo que mudarnos al país natal de mi abuela nos permitiría vivir cómodamente, Estados Unidos ya no era una opción.- Pero bueno, mejor dime tú porqué no me hablaste de tu hermano.
Jacob empezó a toser el pedazo de queso y literalmente me dejó en visto.
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Caminamos por las tiendas a las que el seguido iba y me recomendó lugares que debía visitar con el.
Las once, eran las once de la noche, demasiado tarde para que fuera a tomar un bus para mi casa.....
Caminábamos hacia su casa mientras hablamos de qué haría, ¿tendría que llamar a mi madre?
Jacob se paró en la acera y me fijó la mirada y señaló su casa.
Jacob: Puedes dormir aquí.
