Cap 1

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FELIX POV

Era una tarde de verano en la que el viento soplaba una cálida brisa que movía a los arboles al son de su tonada. Nunca olvidare ese día puesto fue el día en que mi vida casi perfecta se fue por la borda.

A pesar de estar en noveno grado nunca eh ido a la escuela como las personas suelen hacerlo normalmente. Toda mi vida estudie en casa con tutores y aunque parece un poco solitario me gusta ese estilo de vida.

No soy alguien muy conversador o que disfrute tanto la compañía de las personas ya que prefiero sumergirme en los miles de maravillosos mundos en los que te hechizan los libros.

Aunque, admito que a pesar de que me gustan u odio ciertas cosas, solo soy una marioneta de mi padre que hace todo lo que el me pida, sin dudas ni preguntas.

Aveces me gustaría mandar todo a un lado y alguna vez en la vida ser yo, pero ¿quien soy yo exactamente?.

Claramente ser tan obediente me trajo aquí, a la secundaria. La hija del alcalde fue mi compañera de juegos en la infancia. En ese entonces mi madre estaba conmigo y decía que todas las personas merecen tener una oportunidad, es por eso que jugaba con ella.

Naturalmente en la infancia sólo me veía como su compañero de juegos pero, cuando crecí, sus intenciones cambiaron.

Ella no se conformaba con las miles de visitas que me hacía al día, así que convenció a su padre para que hablara con el mio y ahora me veo obligado a asistir a la secundaria.

Es un lugar como me lo imaginé, ruidoso y molesto. Con cientos de personas pasando, conversando y riendo, me causa repugnancia sólo ver esa escena que no va con mi estilo de vida pero como mi padre me mando aquí simplemente seguiré adelante.

El salón de clases es como lo describe los libros que leo. Lleno de muchas personas, algunas de ellas reunidas en grupos y divididas social mente.

Para mi alivio almenos no estoy en la misma clase que la niñita de papi, pero sigo teniendo el deseo de irme de aquí lo más rápido posible.

Sacandome de mis pensamientos y sin entender muy bien que sucede exactamente, muchas chicas comenzaron a acercarse y a hablarme en tonos extraños.

Como mi paciencia es muy corta y no me interesa socializar alce mi voz y las calle.

-Largo de aquí, no me interesa hacer amistad con nadie.

-Que pesado, pensé que eras más amable.- dijo una de ellas.

-No se ni por qué me fije en ti, vamonos de aquí.-dijo otra.

Sus amistades falsas no me interesan y prefiero quedarme así antes que fingir ser el niño engreído.

Las clases no tardaron en comenzar y tal como creí estoy a un nivel superior a el de mis compañeros a lo que el estudio respecta. Respondí todas las preguntas de los profesores y ni siquiera me guíe en los libros puesto todo ya lo había leído antes.

No tardó mucho en acabar las clases y me dispuse a salir, con mi bolso en mi hombro y un libro en mi mano camine por los pasillos leyendo.

Normalmente iba distraído. Consentrarme en lo que sucede a mi alrededor no es algo que me consierne, pero gracias a ello termine por chocar con alguien, y juntos caimos al suelo.

-Tchh me duele el pie.- dijo una chica tocando su tobillo.

Yo no dije nada y comencé a recoger mis cosas.

-Perdóname iba distraída, déjame ayudarte.- insistió en seguir hablando ella.

Aun sin decir nada seguí juntando todo y ella también, la mire un poco y se podía observar a una muy alegre joven de mi edad, con unos ojos azules cielo muy intensos, podria decirse que penetrantes y un cabello negro azabache recogido en dos coletas.

Ayúdame a ser libreWhere stories live. Discover now