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Celos.

El amanecer hizo su aparición con los primeros rayos del sol que inundaron la habitación de Marissa, ella logro abrir los ojos perezosamente, se incorporó para tomar un baño como siempre; cuando su celular que se encontraba en el buro vibro y Marissa estiro el brazo para tomarlo, logro ver un mensaje de Giselle que preguntaba por su estado, a lo que Marissa solo pudo contestar texteando un "Bien" ya encontraría la forma de ver a Giselle y sacar todas esas palabras que estaban asfixiandola.

 Dejo el celular en el buro de nuevo y camino hacia el baño para hacer lo que normalmente hacia esos tres días, al salir del baño ya vestida  y aún secándose su cabello, se encontró con Max sentado en la cama viendo el libro de Romeo y Julieta que Marissa había traído consigo de la biblioteca la noche anterior.

—Buenos días Max, lamento si te desperté— dijo Marissa sonriente, tomando asiento a un lado del pequeño.

—Son demasiadas letras— Marissa sonrió.

—Las letras son muy importantes, son llaves para que puedas ver las imágenes aquí— Marissa coloco suavemente uno de sus dedos sobre la frente de Max.

—El mio era más bonito— mencionó Max bajando la mirada. 

— Es cierto, el libro de Alicia ¿qué sucedió con él?— agregó y en ese momento Max se abalanzo sobre ella abrazándola con fuerza.

—Lo lamento, de verdad, sé que era un regalo, pero...cuando llegue a casa, mi tía lo vio y dijo que era un ladrón, lo tiro a la basura— Marissa comenzaba a imaginar que la vida de Max había sido demasiado dura.

—No importa, iremos otro día a la librería y compraremos otro— murmuró Marissa incorporándose y mirando a Max con mucho cariño. Por alguna razón ahora sentía como si Max fuera su responsabilidad.

—¿De verdad? ¡Sí!—dijo muy alegre poniéndose de pie caminando hacia la puerta.

Ambos bajaron hasta el comedor donde todos los esperaban, al entrar Marissa pudo ver a Anthony al fondo que le dirigía una sonrisa tímida, mientras que Abel, Alexander, Joshua y Daniel le sonreían ampliamente. Cameron la miraba como si viera a la persona que deseara pero que puede tener. Marissa le dirigió una sonrisa pero el bajo la mirada; Cam estaba bastante extraño y ella averiguaría por qué.

La chica se sentó a un lado de él pero este ni siquiera le dirigió la mirada, eso le sorprendió.

—Pequeño Max no sabía que ya leías libros tan avanzados— dijo Alexander examinando el ejemplar de Romeo y Julieta, Marissa no se había percatado de que Max lo llevaba entre las manos.

—Es de Marissa— Marissa le despeino el cabello con la mano mientras este reía.

—Vaya, tiene sentido—Alexander volvió a colocar el libro sobre la mesa, en ese momento las puertas del comedor se abrieron de par en par y Abby apareció con la mirada encendida.

—Chicos, tengo una misión para ustedes.

—Ni siquiera hemos tocado la comida, ¿De qué se trata?— pregunto Joshua impaciente desde su lugar.

—Esto es ridículo, no necesitamos comer, solo lo hacemos para que la humana no se sienta incomoda— no le sorprendió en absoluto a nadie,  ver que Verónica se quejaba. 

—¡Silencio! vine a informarles que formaremos un grupo de búsqueda para recolectar pistas en la casa de Marissa, definiremos si el ataque ha sido aislado o tenía otro propósito— Marissa sintió un golpe en el estómago al escuchar aquella frase.

Recuerdos Ocultos |En Edición|Where stories live. Discover now