Quédate | HS (1T)

Capítulo 18.

Atención, 1313 here. Repito, 1313 here.

Suelo no explicar mucho :/ pero trataré de hacerlo lo mejor posible ñ.ñ.

***

Yo seguía a horcajadas de él, Harry me observaba cuidadosamente; desnudándome con la mirada, deseando lo mismo que yo. Ese deseo que me provocaba excitación como nervios.

Comenzamos nuevamente a besarnos, lenta pero apasionadamente, mientras sentía que los jeans se Harry explotarían ya, y éso me causaban más nervios, más curiosidad, más deseo. Su rostro tenía las mismas intenciones que el mío, mientras su lengua y la mía jugaban entre sí. Seguíamos besándonos mientras la emoción aumentaba. Harry me tomó en sus brazos y me dirigió a lo que yo supuse era su habitación. Corrió la puerta con sus pies y luego se cerró. Una cama de dos plazas con sábanas blancas y un cubrecama negro se encontraba ahí. Me colocó encima de ésta y se apresuró en besarme tiernamente. No me arrepentiría de hacerlo, menos sabiendo que él será el primer hombre en mi vida. Seguía besándome mientras yo lo atraía más a mí, poniendo mis manos en su nuca. Mordió sensualmente mi labio y yo sólo gemí. Abrí mis ojos para encontrarme con los de él; fijos en mí. Sus ojos esmeralda brillaban más que nunca. Y yo suponía que mis pupilas estaban dilatándose con el pasar de los besos. Sentía el fino sudor por debajo de mi ropa, advirtiéndome que ya no podía, ni quería parar. Lamió mi labio provocándome más. Con una de mis manos recorrí su camisa para desabrocharla, acto seguido, acaricié su abdomen, encontrándome con sus pezones, esperen, y... ¿Encontrándome otra vez con éstos?

-Hum-Dije-. ¿Cuatro pezones?

-Sí-Rio.

-Mi vaca...-Reí y seguimos.

Volví a besarlo, y acariciar su abdomen. Llegando debajo de su ombligo y explorando su marcada línea V. Gimió en mis labios. Descubrí su punto débil. Abajo estaban estorbando su cinturón y su ajustado pantalón. Lo desabroché para seguir nuestro beso.

Con una de sus grandes manos acarició mi cintura por debajo de la tela, para luego sacármela y tirarla por un desconocido lugar de la habitación. Quedé en sostén, y mis jeans, nada más. La vergüenza se apoderó de mí, que segundos después, pude controlar.

Saqué sus pantalones, trabajo que costó mucho, en verdad mucho. Y de inmediato mi vista se clavó en su... «Amigo». Tragué saliva. Harry me dejaría inválida por unos días, como mínimo. Mi respiración se agitó más y más, con sólo observar la sorpresa detrás de sus bóxers.

-Harry... Yo...-Traté de decir.

-Si no quieres puedo parar, princesa.

-Sí quiero... Pero... Yo, yo no sé...

Alzó su vista mirándome fijamente. Sabiendo adónde iba.

-¿Tú...?

-Oh, no, princesa. Muchas veces he tenido sexo... Pero nunca he hecho el amor.

Y me fui a la mismísima mierd* con las últimas palabras. Lograba excitarme con tan sólo su voz, más ahora, que estaba mucho más ronca y lenta que nunca.

-Prometo no hacerte daño...-Sonrió-Sólo una advertencia.

-¿Cuál?

-Con ésto, me tendrás en todas partes, quieras o no, por el resto de tu vida.

Le respondí con un beso. Yo lo quería, aquí conmigo, por el resto de mi vida. Y ahora, no me importaba nada, sólo Harry y yo; nosotros.

Sacó mis jeans, continuado de mi sostén y mis bragas. Se erizaron los vellos de mis brazos, sabiendo qué se aproximaba.

Se paró unos segundos y se sacó los bóxers. Joder, joder, joder. Se puso protección, y se volvió a poner encima mío resistiendo su peso en sus codos. Siguió besándome; dejando besos desde mi boca, hasta debajo de mi ombligo. Todo mi abdomen besado y recorrido por Harry Styles. Volvió a mi cuello, lo besó. Mi punto débil. Seguía besándolo, de una manera que él sólo podía. Se acomodó entremedio de mis piernas. Me agitaba cada vez más, sin razón. O bueno, la razón estaba sobre mí, pero también en parte de la agitación, estaba en una muy pequeña suma los incontrolables nervios. Nos miramos un minuto y listo. Entró muy lento, igual el dolor permanecía ahí, dolía, y mucho. La mayoría de mis gemidos eran de dolor, y después de varias embestidas de Harry, el dolor se transformó en algo placentero. Sólo un poco.

Estaba cubierta con un fino sudor, y podía ver también a Harry sudando ligeramente, gimiendo en mis labios. Mordía su labio inferior y no paraba de mirarme. Yo de pronto lo miraba, después a lo que estábamos haciendo, y luego a él nuevamente. Su cabello rizado estaba con algunas de sus ondas pegadas a su frente y cubiertas con algo de sudor, mientras yo pronunciaba su nombre en jadeos bastante fuertes.

-Los vecinos no podrán olvidar mi nombre.-Dijo entrecortadamente riéndose levemente.

No sabía cuantos minutos llevábamos expresando nuestro amor; había perdido la noción del tiempo. Y sólo me concentraba en Hazza. Me encantaba verlo así, tan afable.

Mis manos se resbalaban por su espalda a causa del sudor, y en cada segundo sentía que perdería la noción. El perfume de Harry mezclado con el mío, siendo uno solo. Nadie más. Sólo nosotros.

Harry comenzó más rápido, sabía qué se aproximaba. Más rápido. Y cinco minutos más, los dos quedamos rendidos, agotados, satisfechos y cumplidos.

Harry se colocó a mi lado y besó mi frente muy tierno. Acarició mi cara y me dio un corto beso en los labios.