Capítulo 11

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  —Hola, vengo a ver a...

—Pasa —dijo Bill cediendo el paso a Diana a la cabaña.

—¿Estás bien? —preguntó Diana a Bill.

—Si.

—Escuché que cantarias...

—Si, cantaré, ahora si me disculpas, tengo muchas cosas que hacer. —Y finalmente Bill se retiró de la cabaña rumbo a la plaza donde la fiesta comenzaría en unas horas.

—¿Estás lista, mona? —preguntó Diana a su amiga adentrándose a su habitación.

—Un poco —respondió observándose al espejo.

—Escuché que Jamie sería tu cita. —Diana se encaminó a la cama de la chica y se sentó en la orilla de ésta observando a su amiga.

—No es una cita, Diana.

—Él lo piensa así, —respondió Diana—, además ¿Qué tiene que sea una cita?

—No quiero darle alas, bien sabes que...

—Deseas estar con Bill —Diana comenzó con sus incongruentes razones, y realmente era verdad, ella conocía a su amiga y el esconder aquellos sentimientos prohibidos no le era un trabajo fácil.

—Que cosas dices —habló __________.

—Lo deseas.

—Basta. No es así, bien sabes que eso es algo que no debe suceder jamás.

—Ok. —Terminó la conversacion Diana.

—¿Por qué insistes en lo mismo siempre?

—Querida amiguita —suspiró Diana—. Te conozco mejor que nadie y sé que tú le correspondes a Bill...

—No es así...

—Pero quieres corresponderle.

—Diana, por favor.

—Amiga, yo te adoro como la hermana que eres para mi, por favor no hagas una estupidez.

—Amiga, sé que te preocupas por mí, pero, —por fin ___________ encaró a su amiga,con decisión—, no puedo.

—¿De qué hablas? —El rostro de Diana mostró preocupación al instante.

—No puedo ocultarlo más, —dijo la castaña girandose para observar a su amiga, camino hacia ella y frente a ella admitió—, quiero caer en sus brazos, quiero caer en aquel precipicio llamado amor, quiero estar con él.

—Haber, no te estoy entendiendo, por favor.

—¡Estoy enamorada de Bill!

Gritó ___________ a Diana, aquella opresión cegadora desapareció, el vacío eterno en ella comenzó a liberarla y en pasos en falso comenzó a buscar una nueva forma de verse a si misma en aquel camino que decidió tomar.

—¿Es en serio? No, no, me estás jodiendo. Eso no puede ser posible.

—¿Y qué si lo es? A ti te debe de importar poco, estoy cansada de que siempre me digas lo mismo, no quiero...

—¡Me importa demasiado! No quiero que, —Diana se puso de pie para después caminar de un lado a otro frente de su amiga—, no quiero que salgas lastimada. No quiero perderte como amiga, no quiero que cometas una estupidez que después pagarás muy caro.

—¿Tú que sabes de amor si jamás haz tenido a nadie qué te quiera?

Diana detuvo su caminata en seco observando sorprendida la nada, repitiendo aquellas hirientes palabras que su amiga pronunció hace apenas unos segundos. Respiró con dificultad negando lentamente.

—Diana, yo...

—¡No tienes nada que decir! ¿¡Me haz escuchado!? ¡No quiero verte, tú no eres mi amiga, no lo eres! No te conozco ya —gritó Diana. Un nudo en la garganta se formó en ella y las ganas de llorar incrementaron.

—No, Diana, lo siento.

—¡Jodete imbécil!

Diana salió de la habitación de la castaña azotando aquella puerta y dejando a __________ atormentada por haber hecho sentir mal a su única amiga.

[...]

Aquel ambiente era embriagador, se podía respirar la juventud en cada rincón. Era algo ensordecedor, baile, canto y diversión. Los jovenes adolescentes perseguían esa libertad fuera de aquellas vallas que le impedían satisfacción, diversión y más.

La música retumba en el lugar, en el centro de la pista parejas bailaban o grupo de amigos cantaban 'Gimme Shelter' de The Rolling Stones, el escenario se encontraba listo para las presentaciones de la noche y las luces lo alumbraban de forma tenue. Entre la multitud, la castaña caminaba buscando a Jamie, quién le esperaba sentado en una de las pocas mesas vacías. Caminó con dificultad al sentirse entre tanta gente, encontró la forma de salir rapidamente y al hacerlo caminó en dirección a Jamie.

—Me alegro estés aquí. —Jamie recibió a ____________ con un abrazo, le ayudó a llegar a su asiento—. ¿Está bien aquí? —preguntó amable.

—Claro que está muy bien aquí —respondió ____________.

—¿Y no viene Diana contigo?

—No, —descendió su mirada entristecida la chica.

—Yo creo que alrato viene ella —aseguró Jamie.

____________ sólo sonrió, observó tímida a Jamie y sonrió algo distraída.

—¿Te gustan los Rolling? —preguntó Jamie a ____________.

—Nunca antes los he escuchado.

—Pues felicidades, los estás escuchando ahora mismo —respondió Jamie alegre a la castaña—. Una alabanza de canción —comentó Jamie.

—Yo-yo no sé mucho de música.

—Tampoco yo —respondió alegre Jamie.

—No me engañes —rió _____________.

—Tú no sabes nada de pintura y tu mural iba quedando perfecto —dijo el rubio en tono burlón pero con cierto toque de gracia.

—Mejor traeme una bebida —Jamie sonrió y aceptó con gusto.

Mientras el acompañante de ____________ llegaba con las bebidas, ella observaba su alrededor sonriente. Observó de techo a suelo el sitio y le asombro ver el esfuerzo, las luces, el sonido, el ambiente, era espectacular todo. Pudo ver el escenario a la perfección desde su sitio y suspiró atontada al saber que Bill cantaría en unos momentos..

< < Nuestra canción > > pensó ella.

Desvío unos grados su mirada y a lo lejos miró con ojos brillantes a Bill, quién bebía de una vaso rojo mientras observaba platicar a Tom con otros dos chicos. Ella sonrió para si y no dudo un segundo en ver con detalle aquel chico que le había cautivado el corazón de maneras tan inusuales. No quiso pensar en todo mas que en él, ella había guiado a sus sentimientos a aquel sendero que Bill desde antes le ofreció avanzar juntos, dispuesta a entregarlo todo, dispuesta a caer en el amor por él, dispuesta a ser atrapada por esos brazos en donde anhelaba estar en esos momentos, dispuesta a sentir lo prohibido de ese amor.

El corazón le latió frenético al notar que Bill le observaba desde lejos de la misma forma que ella lo hacia, su mejillas estallaron en color rosa perla y su mirada fue a desviar a su amiga Diana, quién conversaba entretenida con Daniela.

< <La única sola aquí soy yo> >.

—Te he traído una margarita, y tranquila, no tienen alcohol aquí —Jamie llegó hasta ____________ con ambas bebidas.

—Gracias.

—Vi a Diana platicando con Daniela y mi hermana.

—¿Tu hermana?

—¿No recuerdas? Tengo una hermana, bueno, hermanastra —respondió Jamie bebiendo de su margarita.

—Creo recordar, —la castaña jugueteó con la pajilla de su bebida.

—Ella es hija de mi madrastra —comentó Jamie.

—¿Tu padre es divorciado?

—Es viudo —respondió Jamie.

—Oh, lo siento, no quería...

—No, tranquila, no es nada, —suspiró—, mi madrastra no es tan mala a final de cuentas, ella es una gran mujer. Ella ha sabido como tratar a mi padre y eso me basta.

—Me imagino —bebió ___________ de su margarita.

—Lo es, además ella perdió a su esposo hace doce años, y fue cuando conoció a mi padre, mi hermana tenía dos años.

—Ha de ser horrible perder a tu padre —comentó ella.

—Perder una madre es peor —dijo Jamie.

—Lo siento, en serio.

—No importa, no importa, —Jamie sonrió ocultando su sonrisa—. Además mi hermana no lo siente tanto, no conoció a su padre y mi padre se convirtió en el de ella.

—Te entiendo en ese aspecto.

—¿Tu padre...

—No, mi padre vive conmigo al igual que mi madre, mis hermanos son los que sufrieron la partida de su padre.

—Eso ha de ser duro para ellos.

—Lo es, pero siempre lo han ocultado —dijo ella pensando en Bill.

—Mejor dejamos de lado estas platicas aburridas. —El rubio cambió de tema.

[...]

Las luces descendieron en el lugar y los gritos comenzaron, Jamie y __________ interrumpieron su platica para observar el escenario que se encontraba alumbrado. Niall entró en escena y saludó mientras todos gritaban de emoción. Tomó el micrófono y comenzó hablar.

—Venga, chicos. Vamos ruido, hagan ruido, —y todos comenzaron—, muy bien, vamos a iniciar ya con la fiesta oficialmente, —los gritos empezaron—, por favor, den la bienvenida a está banda que abrirá esta noche de una forma única. Ellos son, Tokio Hotel.

Y los gritos y aplausos empezaron, ___________ se levantó de su asiento sin importarle dejar a Jamie, caminó entre la gente para poder estar tan sólo un poco cerca del escenario y ver a Bill interpretar la canción que por tanto le había dedicado con amor.

Las luces disminuyeron y comenzó la canción con acordes calmados y continuos, Bill acercó su rostro al micrófono y comenzó a cantar con pasión y empeño la primera estrofa.

Los ojos de la castaña se iluminaron, suspirando atontada sonrió al ver la mirada de Bill en ella, aquellas lagunas marron que Bill poseía en su mirar lograron atrapar con total fervor a la débil y atolondrada ___________.

Ambos sonrieron, se observaron, se enamoraron una vez más del otro. Ella sintiendo aquella voz tersa y suave recorriendo su alma en sensaciones eléctricas y él sintiendo aquel latir desbocado de su corazón, escuchando sus impulsos pidiéndole tenerla con él y robarle el alma con un beso continuó.

Bill continuó embriagandose de esa pasión al verle tan radiante y hermosa y al sentir cada nota recorrerle el alma, era un éxtasis esas combinaciones que tanto amaba por aparte y que ahora dominaban con totalidad su ser.

La canción finalizaba y el pulso de la chica aumentó en instante al ver a Bill tan apasionado que aquel momento de victoria entrgandose a su más grande amor, la música.

La canción finalizó y todos aplaudían conformes y algunas otras chicas gritaban euforicas. ___________ no reaccionó de ninguna forma, tan sólo sonreía orgullosa mientras Bill la observaba a ella de una forma única. Tom aplaudió para si mismo mientras su mirada fue a dar hacia sus hermanos, quiénes mantenían una conexión única de miradas poco casual.

La ceja de Tom enmarcó un rostro curioso y un tanto pensativo en el mirar poco usual de sus hermanos, él únicamente descendió su mirada y negó ideas que no llevaban a nada.

La banda de Bill bajó del escenario mientras todos le elogiaban de la presentación, Bill caminó entre la multitud para llegar a su propósito, __________.

Caminaba seguro, emocionado y con el corazón latiendo a mil por hora, la eufórica sensación de haber pisado el escenario hace unos momentos continuana presente en Bill y aumentaba al sentirse más cerca de ____________.

Ella lo observó en la distancia caminando hacia ella entre la multitud, sintiéndose entre el paraíso y anhelando poder estar tan cerca, frente a frente de él. Las luces descendieron y una pista tranquila sono provocando parejas juntaran sus masas y la cercanía de ambos cuerpos generaba un ambiente romántico. Susurró para si la magnífica escena que se generaba ante sus ojos, un Bill alegre, sonriendo coqueto y penetrando el alma de la castaña con un deseo colosal.

—¿Quieres bailar? —preguntó él frente a ella, tan cercano, tan imposible de creer.

—S-si —titubeó la castaña en respuesta.

Bill sonrió mientras con delicadeza tomaba la mano derecha de la chica, acariciandola con sutilidad, con gozo. Sus manos juntas manteniendo aquel tacto, observándose ambos a los ojos, ella tímida y sonrojada al estar tan apegada a Bill en esos momentos.

El brazo de Bill rodeó la cintura de ___________ apegándole más a él, ella colocó su mano sobre el pecho de Bill, sintiendo tras la tela el latir de su corazón. La chica sonrió avergonzada mientras su mirada descendía.

—Estoy bien —aseguró Bill—, mirame, —susurró.

Ella lo observó temerosa, Bill sonrió y al instante ella también sonrió. Negó con leves movimientos, recargando en el pecho de Bill su cabeza comodamente.

—Bill, —nombró ella.

—Shhh...

La silenció él, no quiso escuchar más, tan sólo quería sentirla cerca, quería disfrutar de aquel momento tan único. La castaña provocó entrelazar sus dedos con los de Bill, en un movimiento suave y simbólico.

—Bill, —volvió a nombrarle. __________ alzó su cabeza observando a los ojos a Bill.

—Lo sé —habló él.

—No sabes que diré —habló sonriendo ella.

—No tengo idea alguna —respondió él—, pero yo también.

—¿Eh?

—¿Puedo bailar contigo? —preguntó Daniela a Bill, interrumpiendo el momento de forma inesperada.

La castaña observó a Daniela y nuevamente observó a Bill, dudosa y curiosa, se alejó de él sin desearlo y cedió su lugar a Daniela.

Su mente comenzó a divagar y en cierto momento salió de la pista de baile rumbo a la salida. No queriendo observar nada de la escena, no queriendo arruinar tan bellas sensaciones.

Se abrazó a si misma mientras caminaba rumbo a la cafetería, su estómago le pedía algo sólido con pequeños ruidos en su intestino. Ella observó el cielo oscuro y notó que por fin era de noche. Perdió la noción del tiempo y dudo de la hora en esos momentos.

La cafetería estaba vacía, a excepción de una pareja de chicas que se besaba con cariño en una de las mesas vacías. Incómoda caminó entre las mesas hasta llegar a la barra de pedidos.

—Un emparedado griego —pidió ella a la encargada.

Esperó su cena en la misma barra observando su alrededor tratando de dar privacidad a las chicas.

—Está buena la fiesta ¿Eh? —comentó una de las señoras que atendía a la castaña.

—Algo.

—¿Por qué tan sola, hija?

—Tengo hambre —respondió ___________ sonriendo.

—¿Irás a dormir temprano? —se burló la señora.

—No llevo la fiesta en mis venas.

—Disfrutala, eres joven. —Suspiró—. Ah, Cuánto daría por tener la edad de ustedes. Haría tanto sin arrepentirme.

—¿Usted ha amado a alguien que no debía? —preguntó ___________.

—Iría al infierno ahora mismo, —rió—, el esposo de mi hermana. ¿Enamorada del novio de tu amiga?

—N-no —respondió la castaña—. No.

—Sólo te diré una cosa, hija. Sólo vives una vez, siente, vive, sonríe y siempre ama a quien te ame. Que no te importe los demás, al final eres tú la que siente, no ellos.

__________ observó la nada pensante, y agradecida observó a la señora quién le entregó su emparedado.

—Gracias. —Agradeció saliendo del lugar con su cena en mano.

Tomó rumbo fuera de una de las cabañas que daba vista hacia la plaza y se observaban grupos pequeños de chicos fuera de ella. Se sentó en las escaleras exteriores de la cabaña y entre sus muslos colocó el plato desechable de su emparedado.

Mordió hambrienta mientras bebía después de su soda de limón. Observó fijamente mientras los sabores le embargaban de paraisos y continuó de la misma forma así hasta terminar. Junto su basura y caminó hasta el bote más cercano. Al momento, Bill y Daniela salían de la plaza.

Ella los observó de lejos y decidió esconderse tras del mismo bote, observó en silenció pasar a ambos que tomaban dirección hacia el lago, Bill escondía sus manos en sus bolsillos mientras Daniela le sujetaba del brazo.

La mirada de la castaña se opaco mostrando su desilusión al momentos, pero los impulsos humanos ganan a cada momento y esta vez ella decidió arriesgarse a seguirlos y ver lo que sucedía.

Caminó en las zonas oscuras y con cautela para no ser detectada por Bill ni Daniela y los siguió hasta llegar al lago. La chica se escondió tras un árbol y colocándose en cunclillas logrando observar perfectamente lo que sucedía.

—Es una noche increíble —habló Daniela.

—Lo es —dijo Bill.

—Bill —nombró Daniela a Bill—, eres un chico especial. —Su mirada de la pelirroja descendió—. Y créeme que la chica que logré tenerte será una afortunada.

—Ja —respondió unicamente Bill.

—Bill, —Daniela rompió la distancia y se acercó a él, frente a frente—, en este poco tiempo que he logrado conocerte... Yo, —las palabras eran dificiles en esos momentos—, yo he logrado a tomarte cariño.

—Dani —sonrió Bill nervioso, su mano acarició la mejilla rosada de Daniela.

La castaña observó cada movimiento y poco a poco el pulso descendía y el frío le comenzaba abrazar en su gélido ser.

—No tienes porqué decir eso —continuó Bill.

—Es en serio, B-bill, —tartamudeo Daniela nerviosa—, tú-tú me gustas mucho.

Los ojos de Bill se abrieron con sorpresa y quedó inherte por completo. Su mano fue retirada de la mejilla de Daniela y la sensación de asombro permanecía cada vez más. Él no podía articular palabra alguna, no quería dañar los sentimientos de Daniela

—Bill... Te amo.

—Da-daniela —habló al fin el pelinegro—, no, bien sabes que yo no puedo...

—Shh, —lo silenció ella a él—. No me digas la verdad, tan sólo, —ocultó su rostro descendiendolo—, mienteme... Dime que me amas.

Bill no asimilaba nada de la situación, no quería enfrentarse a esta situación y no debía. Era débil y el saber esto le derrotaba de alguna forma. Daniela le miró suplicante y él tan sólo observó la nada.

—Bill, —se acercó a él de una forma tan convincente—, por favor.

La castaña observó entristecida lo que sucedía y el nudo en su garganta comenzó a formarse.

—Daniela, no lo hagas —dijo el pelinegro a Daniela al saber lo que sucedería.

—No quiero perder mi única oportunidad. —Y ella lo besó a él de forma sorpresiva, sin dar vuelta atrás.

Bill no reaccionó al momento y sus manos lo único que pudieron hacer fue tomar el rostro de Daniela.

______________ sollozó en silencio al notar el momento ocurrido, las lágrimas comenzaron a brotar y el latir de su corazón disminuyó, sintió su mundo caer y fracturarse en miles de pedazos que ahora mismo costaban levantar de aquella desilusión tan grande. Un enorme vacío se género en su estómago provocándo saliera huyendo de ahí con los sentimientos hechos triza.

[...]

—Hola —saludó Tom a Constanza quién se encontaba a solas esperando a Diana.

—¿Tú eres?

—Tom, ¿No recuerdas?

—Ah, si, claro —respondió Constanza.

—¿Quieres salir un momento? —preguntó esperanzado Tom.

—Estoy esperando a una amiga, no la quiero dejar sola.

—Es sólo un momento —insistió Tom.

—Me temo que no se podrá, otro día será.

—¿Acaso me estás rechazando? —Tom dudó en creerlo.

—Ja ja ja. ¿Cómo eres tan bueno adivinando?

—No puedes rechazarme, tan sólo mirame.

—Por eso lo hago —dijo Constanza burlona.

—¿Por qué eres así conmigo? —Tom rogó piedad.

—En primera, no me gusta que insistan y segunda, no quiero nada contigo.

—¿Cómo sé que no mientes? —dudó Tom al momento que ella le observó los labios.

—Porqué es verdad.

—No te creo nada, —Tom observó ambos lados.

—Eres un imbécil ¿Sab...

Y está vez Tom no quizo escuchar más y logró besar a Constanza con un cariño inexplicable. Ella forcejeo unos momentos... pero... Al final cedió aquellos impulsos.

Ambos besándose de forma única y Tom generándose un sentimiento que le acarició el alma.

—Basta, —detuvo ella el beso—, imbécil. —Abofeteo a Tom con todo el peso de su mano.

—Oye...

—¡Cállate! —exclamó Constanza alejándose de Tom.

Él tan sólo sonrió atontado recordando aquel beso y sin dudarlo se relamió los labios con deseos de más.  

El Delirio De Amarte #1Where stories live. Discover now