Capitulo 17

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Era ya por la mañana, desperte con un dolor de ojos inimaginable, nunca me habia despertado con tanta luz en mi vida. La gran ventana dejaba entrar grandes rayos de sol que se filtraban por los transparentes cristales, haciendo que tapase mis ojos con las manos.

Ayer por la noche, al parecer, me quede dormida antes de terminar la pelicula, porque senti que unos brazos me cogian, levantándome del sofá, dando fuertes zancadas por las escaleras. Cuando entramos a la habitacion, me deposito en la cama. Abrí un poco los ojos.

- No terminaste de ver la peli - yo solo gemi, estaba muy cansada. El solto una risita - Descansa, pequeña.

Me tapo con una sabana, me beso la frente y se acostó junto a mi, rodeando mi cintura con su brazo, haciendo que me sintiera mas cómoda y segura. Y poco a poco cai en un profundo sueño.

Me incorpore en la cama, intentando acostumbrarme a la luz solar. Cuando ya podia ver bien, me percaté de que estaba sola en la habitación. Abraham no estaba. Me levante de la cama y fui al baño. Ahi tampoco estaba. Me lave la cara para despejarme un poco, me cepillé el pelo y los dientes, y cuando entre de nuevo en la habitación, vi algo que no habia visto minutos antes.

Un precioso vestido color azul, ajustado, de escote corazón, cuya falta llegaba un poco mas arriba de las rodillas colgaba de una percha en la puerta del armario.

Me acerque a el y lei una nota que colgaba de la percha:

Buenos dias, bella durmiente. Siento no haberme levantado contigo. Sali a hacer un recado. Espero que te guste mi sorpresita. Me gustaria ver como te queda ;)

Sonrei al leer eso, y sin dudarlo, me prove el vestido. Me quite rapido el pijama y me puse el vestido. Me mire al espejo y, no quiero ser creida, pero me quedaba muy bien.

- ¡Wow! Te queda mejor de lo que pensaba - escuche una voz desde la puerta.

- ¿Sabes que esta mal espiar a la gente? - dije acercandome a el.

El agarro mi cintura con sus brazos y yo coloqué mis brazos en su cuello, quedando a pocos centimetros de distancia.

- No si es mi cuarto - yo rei.

Me acerque un poco mas y besé sus labios lentamente. Me acercó un poco mas a él, juntando nuestros pechos, cosa que hizo que sintiera chispas.

El me besó mas apasionadamente, dejando pasar su lengua hasta mi boca, como la noche anterior. Senti como sus manos descendían por mi cuerpo hasta situarse bajo mis nalgas, haciendo que enrollara mis piernas en su cintura.

Se dirigio a la cama, y me deposito en ella, quedando el encima de mi, sin dejar de besarme. Noté como levantaba poco a poco la falda de mi vestido. Tenia que parar esto como fuera.

- Abraham... - gemi entre besos.

- ¿Si? - dijo sin dejar de besarme.

- Abraham, para - contesté separándome de él y levantándome de la cama dificilmente.

- ¿Que? - preguntó con el ceño fruncido - Pero... - añadio, sentándose en el borde de la cama, esta vez con cara de decepción. Me mataba verle asi, pero simplemente no podia.

- Abraham, lo siento. Pero... soy virgen y... solo tengo 15 años.

- Entiendo - dijo mirando el suelo.

Me sente en la cama a su lado, y con la mano, hice que me mirara.

- Lo siento, simplemente no puedo - le dije mirandolo a los ojos.

- No te preocupes - dijo sonriendo - Puedo esperar unos años mas.

Sonrei de oreja a oreja, puse mi mano derecha tras su nuca, acercandolo a mí y le besé como no lo habia hecho nunca.

- Gracias - añadi sobre sus labios.

- De nada, preciosa - me respondio - Ahora vamos a la playa, estas muy blanca.

- Gracias - dije con sarcasmo - No todos tenemos una playa al lado de casa.

Entre al baño y me puse el bikini, y nos fuimos a la playa.

Abraham Mateo, un sueño hecho realidad 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora