Capitulo 4

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Su cuerpo presionó el mío dejándome sin respirar pues estaba demasiado cerca. El miedo corrió por mis venas. Paso su lengua por mi herida dejándome paralizada por unos momentos, que diablos asía. Lamió la herida con lentitud. Mire sus labios llenos de sangre cuando me miro con una sonrisa algo estúpida.

Estaba mas que quieta parecía una figura de porcelana. Mi respiración era demasiado suave como si temiera hacerlo respirar cerca de el para mi era un gran problema ...

Luego de mirarme volvió a mirar mi frente y volvió a sonreír - Estas sana.

No podía moverme pues me tenia pegada a la pared. La realidad era que ya no sentía dolor y tampoco sentía la sangre saliendo.

Pero ni siquiera eso pudo prepararme para lo que mis ojos vieron dentro de aquel diminuto baño.

Su cuerpo se convulsionaba de una manera no humana y el sonido de sus huesos al romperse me dejo en estado de pánico. El temblor en mis manos aumento cuando frente a mi pude apreciar el inmenso lobo que gruñía mientras sacaba sus dientes asía mi.

Un pitido se introdujo en mi memoria y caí al suelo entre gritos que dañaban mi garganta. Los recuerdos de aquella maldita noche pasaron como anuncios pero mas rápido y mas precisos.

( Recuerdo. )

La noche era fría y la neblina cubría parte de la carretera mi madre conducía despacio pues no se veía casi nada. Se detuvo en la carretera al ver a un lobo decía ella. Sus ojos se cristalizaron cuando me miraron con miedo. La sensación de estar en el lugar equivocado se incremento cuando aquel animal lanzo contra el auto un cuerpo sin vida. Los cristales se llenaron de un liquido rojo carmesí. Mi madre tapó mis ojos y el lobo comenzó aullar a todo pulmón. Tape mis oídos mientras gritaba pues lo que había hecho no era algo normal.

En aquel momento, los cristales del auto explotaron, cortandome parte de los brazos y el rostro. Mi madre me empujaba asía afuera en un intento de supervivencia.

Al salir el lobo no estaba, pero se podía decir que nos observaba entre la neblina esperando el momento oportuno de atacar.

Mi madre me sujeto del brazo, muchas veces habíamos pasado por aquella vieja carretera y jamas habíamos visto a un lobo y menos uno tan grade parecía algo sobrenatural.

Nisiquiera me había percatado de que mis heridas eran graves pues solo intentaba sostenerme fuerte del brazo de mi madre.

De un momento a otro esta desapareció. Quedando yo sola y desprotegida. Mientras unos ojos amarillos iluminaban la orenda oscuridad.

Las piernas me temblaban y solo pude caer al suelo mientras tapaba mis oídos y esperaba a morir, patético no...

Pero aquel lobo no quería matarme solo me miro por unos segundos para luego morder con furia mi pierna. Luego de ver la sangre saliendo el lobo simplemente se marcho. Los gritos rasgaban mi interior pues en aquel momento mi madre de seguro estaría muerta.

Estuve en el suelo casi 4 horas y podía sentir que aquel lobo me observaba entre los arboles.

Las luces parpadeantes y la sirena de la ambulancia no pudieron sacarme del estado de shock en el que me encontraba. Podía ver a las personas hablar pero no podía escucharlas. Mis oídos dolían a gran escala y la mordida en la pierna había sellado. Era extraño ya que había mordido con toda la intención de que no sellara por mucho tiempo.

Luego de tres días encontraron a mi madre dentro del bosque inconsciente, estaba intacta pues al parecer el lobo solo quera probar el sabor de mi sangre.

Mi cuerpo fue cambiando con el pasar de los segundos, orendas pesadillas se introducían en mis sueños. Los nervios aumentaban y mi pierna albergaba una cicatriz que de seguro llevaría toda mi vida.

A mi madre parecía no afectarle el hecho de quedar inconsciente tres días dentro del bosque pero la única forma en la que yo había podido superarlo era cortandome.

Luego de una semana de lo que nos había pasado apareció Andrés. Con aquella sonrisa que lo caracterizaba y aquellos ojos grises.


( Fin del recuerdo... )


Luego de unos segundos unas manos me rodearon con fuerza. Al levantar la mirada el lobo había desaparecido y Andrés me miraba preocupado. Comencé a respirar entrecortadamente.

Me levante como pude del suelo y mire mi rostro manchado de sangre pero sin ninguna herida visible. Pase mis manos temblorosas por mi ropa llena de sangre.

- Tranquila todo esta bien - susurro Andrés a través del espejo. Negué mirado el lugar donde debía estar la herida.

Jamas podría llegar a entender que era Sebastian, jamas me diría mi madre que paso con ella aquellos tres días y jamas comprendería por que Andrés parecía mas desesperado con el transcurso de los días.

Pero si sabia una cosa, << Nunca entraría en aquel bosque del que habían salido tantos muertos. >>

*************


- Nalina tenemos que hablar y quiero que respires por que lo que te diré es difícil de asimilar.

Mire a Andrés y a mi madre que me invitaban a sentarme con preocupación ...



Pues al final de todo el bosque seria mi única salvación.










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