Capitulo 5

2K 114 18
                                    

Finn pov'

Estábamos arreglando el lugar para que ella se adaptara en lo que se calmaban las cosas, cuando un monstruo gigante aparece. ¡Ups! Al parecer se nos olvidó una sección... Jejeje...

- ¡Finn! ¿Qué es esa cosa?

- Creo que un monstruo... ¿Esa sección era la mía?- Digo señalando de donde había venido el mostro...

- ¿¡Que!? ¡¡¡Se supone tu ibas a destruir todo monstruo de ese lado!!!- Dice entre enojada y alterada. Destruimos al monstruo mientras discutimos...- ¡¿Por qué no te fijaste?!

- Perdóname, no era mi intención que esto pasara... pero tienes que admitir que es divertido destrozar monstruos de 2 metros...

- ¡¡No cuando se supone ya no hay ni uno!!- Le lanza una bola de fuego que pasa muy cerca de mí y lo vence... por lo menos ya no hay mostro feo, ¿no?

- ¿Eso iba para mí?

- No, ¡¡pero esto sí!!- Lanza otra bola de fuego, la cual casi me da de no ser que me moví.

- ¡¡Oye!! ¡¡Tranquila!!

- ¡¡¡No intentes calmarme!!!- Se vuelve un monstruo de fuego de nuevo. Creo que la regué...

Ella me lanza muchas bolas de fuego que por poco y me dan, aunque algunas si logran rozarme y quemar mi ropa ligeramente. En una de esas, yo salto a una plataforma, la cual, al ser golpeada por la bola de fuego de Flama, cae y hace que la entrada quede sellada. Todo empieza a desmoronarse y a caer rocas. Ella disminuye su tamaño y corre a refugiarse de las rocas que caen. Yo voy hacia ella y la cubro como escudo humano. Muchas piedras caen en mi espalda, lo cual duele. La última piedra que me cae es enorme y me lastima horrible, tirándome a un lado de Flama.

- ¡Finn! ¿Estás bien?

- No...

- Lo siento, no quería que esto pasara...

- No te preocupes, de todos modos me recuperare...- Me levanto poco a poco, y veo que ella quiere hacer algo para ayudarme, pero se detiene porque sabe que me puede herir más.- Ves... ya me paré, jeje.

Noto que las piedras nos dejaron en un espacio muy reducido, pero veo una salida por la cual cabemos cualquiera de los dos, pero solo de uno en uno. Tiene que salir ella primero, pues si no yo tardaría demasiado y no sé si pase suficiente aire para que ella no se extinga.

- Creo que podemos salir por ahí, pero solo de uno en uno... Sal tu primero.

- ¿Seguro?

- Si, pues si yo salgo primero, tardare siglos en moverme... ve tú.

- De acuerdo.- Ella sale en un instante y grita desde afuera.- ¡Finn! ¡No es muy largo, sal!

Yo me recuesto bocarriba, pero duele muchísimo. Empiezo a moverme, pero no puedo ir muy rápido por culpa del dolor. Una vez fuera, me paro con mucha dificultad. Empezamos a caminar y nos perdemos. Entre el laberinto, extrañamente vemos a Flambo.

- ¡Flambo! ¿Qué haces aquí?

- Soy la escolta no-oficial de la Reina... digo, princesa Flama, por lo que los vengo siguiendo desde hace rato.

- ¿Puedes hacer a Finn resistente al fuego?- Pregunta Flama rápidamente.

- ¡Claro!, pero, ¿para qué?

- Apenas y puede caminar por mi culpa, y ni siquiera puedo ayudarlo, por favor Flambo...

- De acuerdo, todo por la realeza.- Flambo me escupe en la cara y me hago azul. Al instante, Flama me agarra del brazo y me carga, pues yo ya no puedo más. Creo que ahora si voy a tener que visitar a la doctora Princesa o a la enfermera pastelillo.

- Gracias Flama...

- No te preocupes. Flambo, guíanos a la salida, por favor.

- Sipi.

Flama pov'

Salimos con algunos problemas de la cueva, pero aun así, lo logramos. Al salir, la luz me sega, pero solo por un momento. Luego vemos que alguien nos esperaba, Flint. No viene desarmado, trae una jarra con agua... ¿De dónde saca tantas jarras?

- Vaya, así que salieron... ¿Les agrado mi monstruo?

- ¡Entonces fuiste tú el que mandó al monstruo! ¿Cómo sabias de este lugar?

- Fácil, de la misma manera que Flambo te encontró...

- ¡¿Nos venias siguiendo?!

- A ustedes, no, a Flambo. Sabía que él te seguía porque quiere protegerte, pero no se fija muy bien en los alrededores...

- Lo siento majestad, no era mi intención traer a este traidor hasta usted.- Me dice Flambo, arrepentido de lo que hizo.

- Bueno, de todos modos no importa, creo que es hora de que te vayas al más allá, Phoebe...- Me arroja una jarra de agua. Finn se interpone, mojándose todo. En realidad a él no le afecta, pero aun así se cae, pues aún le duele por la roca que le cayó encima.

- ¡Prrrf! Agua con hielo...

- ¿Estas bien Finn?- Me arrodillo para agarrarlo.

- Si... solo está un poco fría, no hay problema.- Me sonríe. Yo me pongo más brillante de lo normal...- ¿Oye, crees que me puedas llevar con la doctora Princesa o al hospital del Dulce Reino?

- Saben, aún sigo aquí...- Se me olvidaba que Flint nos estaba molestando...

- Pero ya no tienes con que atacarme, ¿cierto?

- Amm... ¡Volveré!- Se va por el bosque. Puede que sea un general de las fuerzas armadas de mi reino, pero en estrategia está perdido.

Cuando llegamos al dulce hospital, me dicen que afortunadamente no le pasó nada muy grave, pero que aun así se debe de quedar en cama durante 24 horas. Lo llevé hasta su casa y se recostó en su cama, aunque tuvimos que quitar todo el aluminio que le había puesto para que yo descansara. Una vez que él se acomodó, se quedó dormido. Yo salí para tomar un poco de aire y ver las estrellas, pues no las podía ver cuando era reina. Se ven hermosas. Estaba tan metida en mis pensamientos que no note que se acercaba a mí la zorra del charco...

- Hola...- Dice en un tono como de provocación para hacerme enojar. Solo la ignoraré.- Vamos, ¿que no te enseñaron modales tus padres?

- No. Mis padres nunca me enseñaron nada más que ser descortés y malvada.

- Eso lo explica todo, excepto por qué Finn está tan obsesionado por una chica que no vale la pena...- ¿Finn? ¿Obsesionado por mí? Sé que aún no deja ir lo que teníamos, pero no sabía que lo había afectado a tal grado...

- Bueno, yo no sabía que tenía a una zorra escurridiza a un lado de su casa, así que creo que estamos a mano.- ¿Por qué dije eso? ¿Acaso me puse celosa de ella?

- Mira velita, te lo dejare claro de una vez. Aléjate de Finn o yo te voy a dar la paliza de tu vida. De todos modos, no puedes hacer nada contra el agua, y yo soy 100% agua, ¿quede clara?

- ¿Me estas amenazando?

- Sí que eres lenta, pero no creo que necesite repetírtelo, solo aléjate de Finn si valoras tu vida, fogata.

- ¡Ha! No me iré nada más porque una aguada me lo diga. Soy la Reina del Fuego, no me intimidas.

- Según yo sé, ya no eres la reina...

- Pronto lo volveré a ser.

Me voy furiosa a la casa. Quisiera poder evaporarla en este instante, pero aún estoy en desventaja por ser de fuego y ella de agua. No soy tan tonta como para pelear con ella, pero tampoco soy tan dócil como para dejar que esa perra pase por encima de mí. Cuando entro, voy directo al sofá donde me toca dormir esta noche, pues no puedo dejar que Finn tenga más problemas por mi culpa. ¿Qué pasa en mi reino...? soy débil por no confrontar a mi hermano, pero creo que por el momento valgo más viva que muerta. Empiezo a ver una luz brillante fuera de la casa. Me asomo y veo a Flint hablando con la zorra. ¿Que están tramando? Debo ir por Finn, pero él no se puede levantar hasta pasado mañana, además de que debe de dormir bien. Decido contarle en la mañana, de todos modos ya estará despierto, pero espero que no quiera ir contra mi hermano.

No te olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora