Alice in Nightmareland (yaoi)

Capitulo 2: Autismo relativo (Primera parte)

Alice llevaba más de tres días en aquella habitación sin dar señal de vida alguna. Simplemente mantenía los ojos cerrados apretando fuertemente a “el señor Conejo”. Frederick ya estaba harto de esto, ¿porque demonios no llamaba a algún hospital para que se llevaran a aquel maniático el cual estuvo a punto de matarlo? Simplemente ese niño era alguien interesante, demasiado interesante como para dejarlo al cuidado de enfermeros y doctores aun mas lunáticos que los mismos pacientes que visitaban a diario. Estaba observando atentamente a ese pequeño  que aproximadamente tendría unos quince años de edad, cuando dormía se le veía indefenso y al menos con una mínima expresión en su rostro. Quiso ir a darse una ducha mientras esperaba que aquel joven despertara, entro en la ducha con agua tibia y de un momento a otro sus ojos se empezaron a cerrar hasta quedarse profundamente dormido.

Al abrir lentamente sus ojos, se dio cuenta de que algo extraño pasaba en aquel lugar, sus ojos reflejaban temor. Se encontraba en su baño su ducha se veía desgastada y vieja, una sustancia color carmín reemplazaba lo que antes era agua. En las paredes podía ver dibujos hechos con sangre, aquel lugar le estaba pareciendo realmente aterrado. ¿Dónde se encontraba? No lo sabía exactamente, tomó su ropa que yacía en el suelo manchada de aquel líquido color carmín. Se vistió rápidamente y al salir lo vio. Aquel muchacho de los orbes como zafiros sostenía un cuchillo  manchado de sangre y en el piso se observaba una joven de su edad, Frederick quien asustado al ver aquella escena, retrocedió y se dio cuenta de que los orbes de aquel muchacho ahora estaban teñidos de un tono carmín. Los cuales Brillaban con locura, ¿aquel era el pequeño niño que había dejado durmiendo antes de entrar en aquel extraño mundo? Miraba con horror a aquel muchacho, algo en el había cambiado además de sus ojos traía puestas unas extrañas prendas, Frederick había dejado a aquel muchacho con una bata blanca, y de que recordase el no tenia prendas tan extrañas. Una extraña camisa blanca con un As de color carmín en el medio, un chaleco hecho de tela de color negro ceniza, casi de el mismo tono que sus cabellos el cual llegaba hasta sus rodillas, unos pequeños pantaloncillos de color negro con cadenas a los lados, un par de medias de rayas blancas y negras que llegaban mucho más arriba de sus rodillas y finalmente unas botas tipo dictador de color negro. Se veía completamente diferente a aquel chico que solo había visto portar una bata de hospital desgastada.

Cuando miró a aquella victima de las garras de aquel muchacho se dio cuenta de algo, tenía un collar como el que le había regalado a  su hermano menor el día de su cumpleaños. Esto no podía ser cierto aquel niño con todo su cuerpo cortado en partes era su pequeño hermano Jeff, ¡ese maldito había matado a su hermano menor! Su furia aumento a un cien por ciento -¿¡QUE MIERDA LE HAZ HECHO A MI HERMANO!? – Frederick se abalanzo hacia aquel muchacho de orbes ahora como rubí con odio. – Yo no le he hecho nada Frederick, el quería lastimarte, no podía permitir que aquel imbécil te intentase lastimar.- Esas palabras no podían ser ciertas, su hermano era alguien muy lindo y jamás le haría daño a nadie. ¿Por qué lo habrá asesinado si ni siquiera había hecho nada? – ¡El no sería capaz de dañarme!  ¡Eres un maldito enfermo! – su rostro estaba rojo y algunas lagrimas brotaban de sus ojos. –Es que acaso no lo vez Frederick, era solo una estúpida faceta, eres muy fácil de engañar, eres solo un pobre imbécil indefenso, aun no entiendo como seas el indicado- ¿indicado? A que se refería con aquello, no lo sabía pero su furia aun seguía aumentando, ahora no solo insultaba a su hermano sino también lo insultaba a él. – ¡Como quiera que te llames!  ¿Quién te crees tu para hablarme como se te viene en gana? Te odio estúpido ¡mira todo lo que has hecho! Mataste a lo más importante para mí y además de todo ¿¡me insultas!?- ya sin poder soportarlo se lanzo a ese pequeño niño con el puño completamente cerrado. Sus ojos color esmeralda estaban más opacos que nunca, solo se veía odio en aquellos ojos. –Frederick, ¿no recuerdas mi nombre? Que desconsiderado de tu parte sabes…- Los ojos de Frederick se abrieron completamente, al ver que aquel niño había esquivado su puño y había dado una patada muy fuerte en su vientre, escupió una gran cantidad de sangre por la fuerza de la patada. –Alice, Alice T Linder mi querido Frederick. ¿Y porque me “creo” para hablarte así? Es sencillo mi pequeña marionette, porque en este mundo yo mando y tu sirves, bienvenido de regreso a Nightmareland Frederick.- ¿Nightmareland? Qué demonios era eso! ¿A que se refería Alice al decir “Bienvenido de Regreso”? No lo entendía, el se encontraba en su casa, aunque algo deteriorada como si hubieran pasado siglos desde que durmió en aquella bañera sin intenciones de quedar profundamente dormido.