Amor enfermizo

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Eddie debía de admitir que el viejo Richard Trager era mejor enemigo de lo que esperaba.

Los golpes que le había propinado dolían bastante, y estaba seguro que dejarían marcas en su rostro.

-que pasa Eddie te has cansado ya...-

-para nada....-

A pesar de haber podido golpear al anciano, este parecía en mejor estado que él.

Tenía menos heridas y aun podía bromear...

Debía ser cuidadoso, porque si de algo estaba seguro era que el hombre conocía mejor este lugar que el...

-porque ayudas a Edith....-

-fácil mi querido amigo....tu padre me lo pidió antes de morir...-

-que tiene que ver ese bastardo con todo esto...-

-mucho...-

Richard le propino otro golpe que le dejo muy mareado.

-deja que te cuente algo que ni tu ni tu hermanita sabían de mí...-

****

El joven Richard de 30 años llego a trabajar a la hacienda Gluskin.

Invitado por su entonces amante y dueño de aquel lugar.

Sabía que este tenía familia y pronto tendría un hijo con su esposa.

Pero poco le importaba, él estaba muy enamorado y haría lo que fuera por estar con su amante.

Henry Gluskin y él se conocían desde pequeños, y sabía que él era un hombre que cuidaba mucho su imagen.

Por eso se casó con la idiota de Elizabeth...

Si ella era hermosa y de buena familia...

Inclusive tenía que admitir que era amable con él, pero no tenía nada más...

Era una estúpida soñadora que creía en su mundo rosa.

Por eso le mostro la verdad sobre otra de las amantes de su esposo...

Henry jamás sospecho de él, pero tampoco se enteró de que ella estaba embarazada cuando dejo de verla...

Richard le pago mucho dinero para que se alejara y jamás dijera quien era el padre de su niño.

La mujer al ser tan ambiciosa no le importo nada, solo le dio la dirección de sus padres para que él le mandara cheques cada mes.

En ese momento no le tomo mucha atención a ese detalle, pero suponía que esa mujer y ese niño podrían ayudarle a deshacerse de Elizabeth en el futuro...

Lamentablemente para él, con el nacimiento del pequeño Eddie las cosas cambiaron para el...

Henry dejo de buscarle y ahora pasaba todo el día al lado de su hijo...

Ese pequeño bastardo...

Sabía lo importante que era para su amado tener al menos un hijo....

Pero jamás le perdonaría la soledad a la que se vio sometido...

Así pasaron dos años, y nació la pequeña y dulce Edith.

Y como supuso la niña no fue de la emoción de su amado Henry.

Eddie ya era el hijo perfecto.

Nadie podría superar al pequeño Eddie Gluskin, ni siquiera una niña tan linda y perfecta como Edith.

Y eso le dio una idea...

Si ponía a la niña de su parte, podría recuperar a Henry.

Fue así como todo su plan comenzó.

La dulce y tierna Edith fue comenzando a ser envenada.

Primero contra su amado padre, haciéndole ver la verdadera imagen de este.

Un hombre que disfrutaba de sus amantes, sin importarle si sus hijos y esposa estaban a unos metros de su "habitación de placer".

Lo que no esperaba es que Eddie también se enterara...

Y ver la furia del pequeño Gluskin fue fascinante.

De alguna forma Henry tuvo su merecido, muerto por su querido y amado hijo.

El heredero que tanto soñó le destrozo....

O eso les hizo creer...

-vaya Henry parece que estas hecho un desastre...-

-Rick...Trager...ayúdame....-

-porque debería hacerlo mi amado Henry...-

-tu...sabias que esto pasaría verdad...-

-lo esperaba, aunque Eddie fue una verdadera sorpresa para mí...-

El moribundo hombre sonrió....de alguna forma ambos sabían que todo esto pasaría...

-mí amado Rick debo pedirte un último favor....-

Henry solo le dio una llave, antes que el propio Richard le asfixiara hasta morir.

Escucho unos pasos acercándose por lo cual corrió de vuelta a su cuarto, guardando la llave bajo su cama.

Se cambió de ropa y volvió a la "escena del crimen".

Encontrando a Elizabeth asustada....o más bien horrorizada por el estado de Henry...

En cuanto pudo correrla del lugar, llamo a un viejo amigo suyo Frank...quien se hizo pasar por policía y le ayudo a llevar el cuerpo hasta su habitación...

Era una suerte que su casa aun tuviera el piso de tierra, ya que la gran hacienda Gluskin continuaba en reparación...

-estas enfermo Richard....-

-ambos lo estamos Eddie...tú fuiste quien prácticamente descuartizo a su padre, yo solo termine tu trabajo...-

-entonces yo terminare contigo ahora...-


Richard sonrió mientras sostenía en su mano un pequeño control, comenzando a apuntar hacia la casa...



Propiedad  GluskinWhere stories live. Discover now