Diez.

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Miré atentamente como las manillas del reloj se movían a través del tiempo. Veinte minutos más y debería salir de mi casa para ir a clase. El segundo día al lado de Jungkook. El segundo de más de cien que me faltaban.

Sonreí al ver la bicicleta apoyada en la puerta de mi casa. "Un regalo de cumpleaños muy atrasado" según mi padre. Por un lado, estaba feliz porque ya no tendría que ir corriendo a clase. Por otro, no quería llegar pronto para verle la cara a Jungkook, es que simplemente no podía. Había estado toda la noche dando vueltas en la cama hasta que porfin conseguí dormirme a unas horas no muy decentes. 

Llevaba más de media hora con la taza de leche en la boca. Sí, me había despertado bastante pronto para mí he incluso me había dado tiempo a bañarme y arreglarme antes de que mi padre entrara al baño. La leche estaba fría por el simple hecho de que me daba demasiada pereza calentarla y no había tocado las galletas de fibra que había dejado mi madre sobre la mesa. ¿Por qué simplemente no podía comprarme unas de chocolate?

Me las comí porque sino no iba a rendir en todo el día. Me até los cordones de los zapatos y tomé mi chaqueta del respaldo de la silla para ponérmela antes de usar encima la mochila. Bajé la bicicleta por las escaleras con dificultad y comencé a pedalear.

Bservaba las calles por primera vez en mucho tiempo. Al menos todo lo que ir en bicicleta me permitían. Me di cuenta de que los edificios eran muy altos, algunos incluso podrían ser llamados rascacielos. Sobre todo en la parte más cercana al instituto. La calle donde vivía era todo lo contrario, los edificios mucho más pequeños de estaturas y las calles más estrechas. Además, una pequeña tienda de dulces llamó mi atención, hasta que choqué con algo. 

Sí, torpe me llaman.

Me caí de la bicicleta de lado y golpeé mi cabeza contra el suelo. Aun así no fue algo demasiado grave por lo que me pude levantar al instante. Era algo que me pasaba muy a menudo - si, me encanta caerme al suelo y besarlo porque es mi amor incondicional -

Pero en ese momento mi mente estaba preocupada en otra persona, la que me acababa de llevar por delante. Apoyé la bicicleta en una casa que hacía esquina y caminé hasta el chico que casi se comía el suelo por mi culpa.

- Perdón, lo siento mucho... - intenté ayudarle a que se limpiara y le regalé una de mis mejores sonrisas, esperando que no se hubiera hecho daño. Tenía la cabeza baja, pues acababa de parar su caída. Supuse que sus manos estaban llenas de tierra por lo que le tendí también un pañuelo. La persona en cuestión rechazó cualquier intento de ayuda.

- ¿Se puede saber porque no miras por donde vas mocosa? Casi me como el suelo por tu puta culpa. Si no sabes montar en una puta bicicleta más bien ve caminando a clase. - pegué un saltito. Me había asustado por el repentino enfado del chico. Me habían entrado ganas de llorar, así porque sí, pero me aguanté. Además, la voz de aquella persona había sonado tan grave que mis ganas de correr si que aumentaron sobre mi cuerpo. 

- Yo... - El chico alzó la vista. Ambos nos quedamos manteniendo el contaco visual por unos segundos hasta que yo decidí romperlo. 

Oh mierda.

Taehyung ahora no.

Me di la vuelta antes de que pudiera decir algo ysalí corriendo. Me subí a la bicicleta, dispuesta a pedalear y a salir huyendo de la situación, pero una mano en el manillar y un cuerpo frente a mí me detuvo. Busqué el rostro de la persona que me examinaba y tragué saliva, moviendo el cuello a un lado mientras suspiraba.

- ¿Puedes dejarme el paso libre? Llego tarde a clase. - comenté con un tono de voz que hasta mi misma me sorprendió. 

- Todavía son las menos diez y con ese cacharro vas a llegar pronto. - murmuró la persona frente a mí, algo cabizbaja. - Siento haberte gritado, no creía que... - le interrumpí. 

- Da igual. - estaba enfadada. Muy enfadada. No por lo que acababa de pasar, sino porque él también me había abandonado. Es decir, en realidad no podía estar molesta por eso ¿o si? Tenía tantas cosas que preguntarle, sobre Jungkook, sobre qué había pasado con él en los últimos meses, sobre absolutamente todo.

Taehyung dio uno, dos pasos y se acercó hasta mí, rodeando el manillar. Me rodeó con sus brazos y me atrajo hacia sí para hacer que escondiera la cabeza en su pecho.

- ¿Q-qué estás haciendo? ¡Taehyung! - había olvidado todas las confianzas que se tomaba el chico cuando nos habíamos acabado de conocer. 

- Cállate y hazme caso. - murmuró mientras comenzaba a acariciar mi pelo. Me estaba poniendo demasiado nerviosa y su respiración en mi cabeza no hacía más que darme vueltas y vueltas. Escuché una voz a mis espaldas.

 Jungkook.

- ¡Tae! ¿Es tu novia? Hacía tiempo que no la veía. - mierda. Mierda, mierda y mas mierda. Maldito Taehyung. ¿Qué demonios estaba haciendo y por qué me estaba abrazando para que Jungkook no me viera? ¿Acaso quería que desapareciese de la vista de su menor? Noté como Jungkook pasaba por mi lado y le daba un toque en la espalda a su amigo.

- Sí, es ella. - Taehyung se separó de mí y sonrió con amplitud, tomando mi mano y balanceando estas mientras yo me preguntaba qué diablos tenía que hacer en una situación así.

- Oh... Im..¿tú eres la novia de Tae? -  Taehyung apretó mi mano y yo solo sonreí. Asintiendo. -

- ¿Cómo que Im? - murmuró Taehyung mientras se rascaba la nuca, pendiente del chico que tenía en frente.

- Sí, Im. Im Yuna. Es la chica que está sentada al lado de mí en clase. - dijo el menor mientras sonreía con amplitud. Haciendo que mi corazón se estremeciera por el simple hecho de que había repetido mi apellido dos veces. A Taehyung pareció desagradarle su respuesta porque hizo una mueca.

- Está bien, entiendo. - dijo mientras apartaba la mano de su nuca. -Vete a clase, vas a llegar tarde. -  dijo el mayor mientras sacudía sus propios cabellos. - Quiero ir con mi novia a clase. -  

- Taehyung no so... - Jungkook me cortó. 

- Bien pero antes... quiero que os deis un beso.

Espera, ¿qué? 

traffic light ⊹ jeon jungkookWhere stories live. Discover now