Te espero...

Esta es la historia de un joven que estaba harto del mundo y la sociedad.

En esa pequeña ciudad donde vivía no pasaba nada interesante, así que se mudo a una ciudad más grande donde no conocía a nadie, pensando que le iría mejor ahí.

No pasó mucho tiempo antes de que empezara a hartarse de la ciudad, el ruido, la inseguridad, entre muchas otras cosas, así que decidió mudarse a otra gran ciudad.

El joven viajo de ciudad en ciudad, hasta que se harto de ello y tomo la decisión de alejarse completamente del exterior.

Viajó a un lugar frío y nevado, en donde construyó una pequeña cabaña.

Pasaron años y el joven ya era un adulto, pero a pesar de vivir tranquilo, tenía un malestar enorme, un rencor incontrolable contra el mundo y la sociedad, ni el mismo sabía la causa de dicho odio.

Unos meses después, una jovencita llego a visitarlo, era rubia, con ojos de un azul celeste encantador, bonita figura, de piel pálida tal vez por el frío del lugar y pecas alrededor de su cara. Dijo que era un pueblo cercano y que tenía curiosidad de la cabaña donde el ahora vivía.

El hombre habló durante horas con ella, acerca de cosas de la vida cotidiana, al atardecer ella se retiró, no sin antes despedirse y quedar para hablar al día siguiente, el hombre, con alguien con quien hablar, se sintió aliviado, pensando en qué tema de conversación debía plantear el día siguiente, pero el dudaba de confiar en ella del todo.

A la mañana siguiente ella fue, el preparo el desayuno y comieron juntos, la chica fue muy directa al preguntarle al hombre sus razones para estar en ese lugar solitario, él dudo, pero al final fue honesto con ella y le dijo lo que sentía por el mundo y su régimen de sociedades, la chica lo escucho atentamente.

Hubo un silencio incómodo en la cabaña, el hombre pensó que ella lo tomaría como alguien demente o un mal filósofo, pero la chica sonrió y dijo: Eres alguien muy interesante.

El hombre no sabía que decir, estaba sorprendido por la bella sonrisa que ella le regaló y las dulces palabras que le había dicho.

Pasaron horas, días, semanas, meses y años, ellos tenían una relación amorosa desde hacía varios meses, el hombre se sentía feliz y comprendido y la chica se sentía amada y aceptada.

Pero...

Una mañana ella no llegó a la cabaña.

Pasaron días y el comenzó a preocuparse, el no sabía donde quedaba su pueblo, a pesar de que eran muy unidos, igual eran muy distantes.

Ella no llegó a la cabaña por días, meses y hasta pasó un año.

El hombre no soportaba estar solo, no soportaba no poder verla cada mañana, no soportaba ver su sonrisa en cada platica, ni siquiera soportaba el hecho de que ella tal vez nunca existió.

Resignado, deprimido y devastado, maldijo al mundo y se condenó a la soledad por el resto de su existencia.

Un día, en la puerta recibió una carta junto un pequeño paquete. Tenían su nombre.

En el sobre de la carta venía una instrucción que decía: Abre el paquete antes de abrir la carta.

El abrió el paquete sólo para encontrar un collar con una piedra preciosa color naranja y una pequeña nota diciendo: Lee la carta y lo entenderás, póntelo después de leerla si quieres, es mi regalo.

Abrió la carta y leyó atentamente:

Hola.

Es algo tarde para decirte eso, lo sé y lo siento mucho. Quiero ser honesta contigo, como tu lo fuiste el día que me dijiste por que habías terminado en esa cabaña.

Soy una bruja. Las brujas estamos por todo el mundo, no somos como nos describe la gente del exterior, somos personas con una fuerte conexión a la naturaleza y por ello, tenemos periodos de vida más largos que la gente normal.

Esa noche no regresé pues no quería que pasara el tiempo y la edad y la muerte nos separaran. Así que decidí hacer un amuleto para detener el paso del tiempo en ti. Realmente no me importa la apariencia que tengas debido a tu edad, por que me enamoré del hombre que hay en tu corazón y ese es el hombre al que amo.

Pero debido a mi deseo egoísta por querer estar junto a ti toda la eternidad, usé demasiado de mi poder y ahora debo entrar a un sueño por un largo tiempo como compensación del amuleto.

Cuando esto llegue a tus manos probablemente ya esté durmiendo. Úsalo y vive sin mi, haz tu propia vida a tu manera.

Entiendo que estés molesto y que me maldigas. Pero... Si no es así usa el amuleto y en caso de que quieras verme, sigues el brillo del amuleto, el te guiará a mi lugar de descanso. Es muy egoísta de mi parte, pero sería muy hermoso para mí si pudieras esperarme.

La decisión es tuya.

Te amo.

El quedó muy impresionado.

Y de repente se pregunto:

¿Vida eterna con muchos beneficios?

¿Venderlo al mejor postor?

!NADA DE ESO! !NO QUIERO VIVIR ETERNAMENTE SI NO ES JUNTO A ELLA!

A el no le importaba el mundo, el tiempo o el espacio.

No dudo, y se puso el amuleto.

En ese momento su cabello se torno de color blanco.

Ese día comenzó su búsqueda y no planeaba parar hasta encontrarla.

Pasaron los años y al fin dio con el lugar, siendo guiado por el amuleto.

Era una cueva muy aleja, en las montañas.

La vio, congelada en una gema con forma de capullo, del mismo color del amuleto.

La encontró.

Tenía muchas cosas que decirle...

Muchas cosas que preguntarle...

Pero el solo dijo:

Ya llegue cariño, me voy a quedar contigo por que es lo único que quiero.

Te espero...

Te voy a esperar el tiempo que haga falta.

Te amo.

El se quedó con ella, en ese lugar, congelados en el tiempo.

Ambos están juntos hasta el día de hoy.

Por toda la eternidad.

Sin importar el espacio o el tiempo.

Él la ama, sin importarle el mundo.

Ella lo ama, sin importarle el tiempo.