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—Tranquila, yo te ayudo —dijo Rubén tratando que Emily no se esfuerce

—Puedo sola

—No, no puedes. Yo te ayudo

Le sostuvo su brazo y lentamente la apoyo en el respaldar de la camilla.

—Gracias, señor Doblas

Rubén, sonrió levemente —llámame Rubén

Por la parte de Emily, no dijo nada. El ambiente se puso incómodo a lo que Rubén tomo en sus manos el tazón de sopa y le acerco a Emily.

Lentamente Rubén le daba cucharadas por miedo a que se cayera un poquito y se quemará

Emily, saboreaba con gusto la sopa ya que la mayoría de sus días pasaba hambre.

Luego de 15 minutos de silencio constante, ella terminó.

—Gracias

Rubén tomó el tazón de sopa y lo dejo sobre la mesa. Al girarse, vé a aquella chica recostada en el respaldar de su cama, lentamente cerrando sus ojos.

¿Comó te llamas? —se acercó a ella

Emily —dijo para luego cerrar sus ojos

Perdón Emily —hizo una mueca débil

Se quedó viendolá por un par de segundos para luego levantarse sin hacer ruido.

Caminó hacia la puerta y lentamente la abrió.

Salió de allí.

—¿Comó ha estado, señor Doblas? —preguntó el médico al llegar a su lado

—Bien, no hubo ningún incoveniente

—Eso me parece muy bien, señor

—Creo que ya hice mi trabajo, me iré. Ya no quiero encargarme ella sabiendo que ya está bien

—¿Disculpe? —hizo una mueca de disgusto

—¿No me oyó? Me voy, adiós —dijo para empezar a caminar pero el médico le agarró su brazo y se acercó peligrosamente a él

Oígame Doblas, me la suda si me pone un juicio penal o me denuncia. Usted se hará cargo de ella hasta que esté bien. Yo he atendido a toda su familia. Usted no sabe lo que es verla llorar, gritar...sufrir, sus padres murieron en mis brazos Doblas, ¿sabe lo que es eso para una niña como ella? Nunca nadie se hizo cargo de Emily, siempre la veía irse por aquella puerta sola, llorando, pidiendo ayuda. Emily paso hambre, frío...dolor. Es una chica débil pero con un gran corazón. No se merece la vida que tiene. Antes del accidente, venía con una gran sonrisa a ayudar en el hospital a los niños con cancér, nunca se mostró débil, siempre pero siempre fue una niña alegre. Amaba a toda su familia tanto ellos como a ella...pero no todo sale bien. Sé que va a tomar conciencia y hará las cosas bien pero tendrá que salir de usted
—empezó a llorar — Emily tiene que ser felíz

Seguido de eso, se retira dejando a Rubén boquiabierto.

La ayudaré —suspiro

(***) Al otro día

Emily

A veces me pregunto si Dios está enojado conmigo, ¿por qué no me llevo?. Él sabe todo lo que sufro estando aquí, espero que haya algo por el cual aún no me haya llevado.

Pensó Emily, viendo como radiaba su luz de los rayos sol que entraban por la ventana.

Después de estar así, en paz, pensando. Se da vuelta.

Se encuentra con una mirada pacífica.

¿Señor Doblas? —le agita suavemente el brazo

—¿Si? —contesta un Rubén totalmente adormilado

—Disculpe, ¿pero que hace aquí?

—Me he quedado hasta que te recuperes

—Ya estoy bien

—Tendrá que decirmeló en médico

Al decir eso, Emily se da vuelta para mirar por la ventana

—Llamaré al médico —dice Rubén para luego irse

—¿Que haré ahora? —se pregunta

—Tendré que hablar con los polícias para que de nuevo me crean pero esta vez les diré que me estoy quedando en la casa de una amiga. Creo que con eso me creerán. Pero Hernán no —dijo para luego suspirar

—Disculpe señorita —dijo una enfermera con una mesa de desayuno interrumpiendo sus pensamientos

—Claro,pase

—¿Comó está Emily? —le pregunta mientras pasa, detrás de ella, el médico y Rubén

—Bien, me siento mejor

—Me alegra escuchar eso, te dejo aquí tu desayuno —dijo y lo puso suavemente sobre sus piernas — Que te mejores hermosa —le dio un beso en la frente

—Gracias María

—Nos vemos luego —seguido de eso, abre paso entre el doctor y Rubén y se retira

—Necesito hablar a solas con Emily —se dirige a Rubén

De acuerdo — al decir eso, se va de la habitación

¿Como has estado, Emily? —se sienta al lado de ella

Supongo que bien ¿no?. ¿Y tú, Hernán?

—Bien, bien. Lamento mucho lo que paso

—No te preocupes, ya se me pasará

—Habló de tu vida Emily

—Ah...pues, va mejorando

—Emily, ven conmigo, te daré un hogar, comida, calor. Te llevarás muy bien con mi esposa, con mis hijos, pero por favor, ven con nosotros

—Ya hablamos de esto, Hernán. Quiero estar sola por un tiempo.

—Pero es muy peligroso que andes sola

—He vivido estos últimos cinco años sola, no me ha de pasar nada

—¿Sabes que me tienes a mí, no?

—Si, y te lo agradezco mucho

—¿Te irás?

—Pero vendré a visitarte, te lo prometo

—De acuerdo

Sin previo aviso, la máquina empieza a pitar rápidamente y Emily se desmaya...

Mundos diferentes » rdgWhere stories live. Discover now