Capítulo 4: Bastian Harris

4.9K 453 43
                                    

Capítulo 4: Bastian Harris

P.O.V Narradora

Las manecillas del reloj cada vez se acercaban más al fin de la hora. Aunque lo hacían con extrema lentitud. Alexa se encontraba sentada al frente de la clase, después de todo aún seguía siendo una nerd. Contaba los segundos que faltaban para que la clase de geografía terminara. No estaba muy segura de poder seguir allí por mucho tiempo. No era que la profesora la molestara, de hecho la ignoraba. No era que la materia no le gustara, aunque no era muy de su agrado. El problema radicaba en que no podía lograr que sus compañeros la dejaran en paz.

Por cada segundo que se iba, a la pelinegra más le costaba mantener su boca sellada. Pero sabía que su afilada lengua la delataría como el monstruo que en realidad era. No podía arriesgarse a que alguien más conociera un retazo de su verdadera personalidad. El monstruo debía permanecer en las sombras. Nadie tenía que saber de ella, no debía tener amigos ni nadie cercano. No, porque mientras más supieran de ella, mas desapercibida pasaría.

Bueno, al menos en teoría.

Las pequeñas y medianas bolas de papel que chocaban contra su espalda comenzaban a quemarle. Los comentarios hirientes que llegaban a sus oídos la hacían sentir que inhalaba fuego. El ligero dolor constante que un lápiz producía en su hombro hacia que su sangre hirviera. No, definitivamente no soportaría mucho más. Porque si algo había aprendido a lo largo de su miserable vida era que su temperamento no era el mejor de todos. Sabía que nada bueno pasaría si ella reaccionaba.

Ella estaba a punto de explotar y mandar todo al demonio cuando la campana sonó.

Se tomó el tiempo necesario para guardar sus cosas, quería que todos se fueran. Acomodo sus lentes y quito las bolas de papel que habían caído sobre su pelo. No pudo evitar que un largo suspiro saliera de sus labios. Por más que intentara aparentar indiferencia, por más que la furia opacara todo sentimiento, en el fondo le dolían los comentarios de sus compañeros.

Le dolía no poder ser ella misma por miedo a terminar con sangre en sus manos. Le dolía no tener unos padres que se preocuparan por ella. Le dolía que el amor de su vida estuviera muerto. Le dolía que la persona a la que más había amado, la hubiera hecho vivir un infierno. Le dolía saber que la Alexa inocente no volvería jamás. Le dolía no tener un hermano que la quisiera. Le dolía no tener amigos por miedo a que la traicionaran como en el pasado. Le dolían muchas cosas y por más que lo intentara no lo podía ignorar.

Porque ella era un ángel que había sido arrastrado al infierno y ahora gobernaba entre las sombras. Porque ella sabía de primera mano lo que era tener un corazón roto. Porque su cuerpo contaba historias que jamás saldrían de su boca. Porque los gritos que salieron de lo más profundo de su ser nunca fueron escuchados. Porque nadie se inmuto cuando todos sus sueños cayeron. Porque nadie supo ver lo que había más allá del "Huracán". Porque, después de todo ella era débil.

Pero era lo suficientemente fuerte como para ocultarlo.

Salió del salón de geografía y se mezcló con la marea de estudiantes. En su mente se estaba produciendo un temporal que arrasaría con todo si era liberado. Todo le parecía irreal. Ni siquiera notaba a las personas que pasaban a su lado. Sus pies se movían sin un destino fijo y eso no le molestaba. Su cuerpo le estaba diciendo algo y ella lo escucharía.

Llego hasta la zona que quedaba detrás de las gradas del campo de futbol y frunció el ceño. Observo que el campo estaba vacío y que no había nadie a la vista. Era seguro que todos los estudiantes estuvieran almorzando en la cafetería de la escuela. La pelinegra tenia hambre, no lo iba a negar. Pero recordó los cigarrillos que siempre guardaba en su mochila y el hambre quedo en el olvido.

Animals |Saga Animals #1| Where stories live. Discover now