Capitulo 22

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Un día.

24 horas quedan para la Nochebuena.

Me encuentro adornando cada rincón de la casa y acomodando los muebles (incluyendo la comida) ya que hoy nos reuniremos todos; Familias, amigos y mas que algún conocido.

Este día en especial tuvimos la gran idea con Scott de que se celebrara aquí, porque era la más amplia y sólo somos nosotros dos viviendo aquí, todos aceptaron y hoy lo organizaremos en nuestra casa.

-Listo –mire satisfecha de todo lo que había hecho. Observé cada bandejita de bocadillos que se encontraban en las mesillas, incluyendo los adornos que estaban en los muros, puertas y chimenea.

-¿Ya terminaste?-me preguntó por detrás Scott enrollando los brazos en mi cintura, depositando pequeños besos por mi hombro hasta el cuello.

-Si. Todo todo. ¿Te gustó?

-Pues claro que sí, Te quedó increíble.

-Gracias-sonríe, soltándome de su agarre para mirarlo a los ojos- ¿Haz terminado tú lo que tenias que hacer?

-Aun no. Estoy en eso. –Se acerco más a mí y me dio un fugaz beso en los labios, dirigiéndose al patio trasero.


<<Ahora solo quedo yo>>


Subí los peldaños de madera, uno por uno, encaminándome al baño por una refrescante ducha. Me introduje en la tina sintiendo el agua caer por mi cuerpo, eché un poco de shampoo en las manos pasándola por mi cabello, haciendo el mismo procedimiento con el acondicionador.

Me encontraba totalmente vestida, lista para la celebración. Estaba con un hermoso vestido burdeo de encaje hasta las rodillas y unos zapatos altos color negro con pequeñas joyas incrustadas en ellas.

Maquille mi rostro lo más natural posible, menos el labial que era conjunto al vestido y mi cabello tenia pequeñas ondas que me había hecho con la onduladora.

-Estoy lista-Murmuré para mi, viendo mi reflejo en el espejo.

Bajé la escalera oyendo el timbre, dirigiéndome hacia la puerta para después abrirla.


Fue llegando uno por uno; Mis padres, tíos, primos, abuelos y amigos, llenándose la casa en tan solo unas horas.

-Está muy linda la decoración Carrie- se acerco mi madre junto a mi padre observando cada rincón de la casa.

-Y también la comida. Esta muy deliciosa-dijo mi padre con un bocadillo en la boca y en la mano. Riéndome de ello.

-Me alegro de que les haya gustado. Estuve toda la mañana decorando y haciendo las cosas, para que disfruten de este día especial.

-Aja y...-Fue interrumpida por el timbre de la casa por lo que me extraño. Ya que no esperaba a nadie más.- ¿Falta alguien?-Preguntó mi madre.

-Para nada. Esto es extraño- hice un mueca confundida- Quizás es un vecino. Permiso- dije pasando entremedio de mis padres, llegando a la entrada. Abrí la puerta encontrando a alguien que no me esperaba.

-¿Justin? ¿Qué haces aquí? –Pregunté sorprendida. No me lo esperaba aquí.- No es que no quiera, solo que... Dijiste que no vendrías. ¿Qué paso?

-Hoy es Nochebuena, un día glorioso, especialmente para ti- sonrió cabizbajo- Y no podría haber faltado.

-Eso es muy lindo de tu parte Bieber- Lo abrace tiernamente inhalando ese aroma a perfume que siempre me ha gustado, causándome recuerdos.

-Esto es para ti-Justin me extendió el obsequio después de separarnos-Espero que te guste- beso mi mejilla delicadamente entrando a la casa, dejándome pasmada.


{...}

-Bueno Familia, amigos, Carrie...-Scott hizo una ademán, alzando la copa de vino hacia nosotros.- Estoy realmente feliz de que estemos reunidos, celebrando un día especial para nosotros y más cuando estamos juntos. Les agradezco a todos por venir y que hoy sea una noche esplendida ¡Salud! –Se oyó aplausos de todos, incluyéndome. Después se escucharon cuchicheos hablando de lo que sea y comiendo a la vez.

-¿Estas feliz?- Scott apoyo su mano en la mía dando pequeñas caricias en ella en muestra de cariño.

-En realidad... me siento afortunada-me acerque a él depositando un beso en sus labios sonriendo en ellos- Gracias por esto.

Volví a mi asiento, platicando contenta con los que se encontraban cerca de mí, sirviendo de todo tipo de comida a mi plato.

De la nada percibí una mirada penetrante, sintiéndome algo incomoda. Miré con el rabillo del ojo y vi ahí unos ojos miel observando calmadamente, contemplando cada movimiento que daba. Trate de evadirlo y seguí en lo mío.



-Por favor acomódense para abrir los obsequios- Gritó mi madre señalando a todos.

Normalmente los obsequios son abiertos a la mañana siguiente, pero como hoy estamos reunidos, decidimos hacerlo en la noche, o sea a las 00:00.

En la sala se oían gritos de alegría, platicando las cosas que se habían recibido, unos cuantos ya ebrios por el vino, los niños durmiendo y uno más que otro en pie. Y bueno... sólo quedaba yo por dar el regalo y ese era para Scott.

Me acerque a él con el Obsequio en mis manos y se lo entregue. No era muy grande, ni muy pequeño. Lo mire sonriendo de lado a lado, esperando que lo abriera.

-Espero que te guste- Susurré en su oído, volviendo a sentarme a su lado.

Lo abrió apresuradamente viendo dentro de la caja que era lo que se hallaba. Quedó mirando el interior por unos largos segundos sin pestañar. Me miro perplejo a mí y luego a las cajas repetidas veces.

-¿Se-se... p...?-Balbuceo volviendo a mirar al interior de la caja y después a mí, sin creer lo que estaba sucediendo.

-¿Qué ocurre Scott?-me reí ante la situación.

-¿Seré padre?- Hablo más claro sin creer lo que estaba preguntando.

Me incorpore mirando que él hacía lo mismo que yo. Asentí, cubriéndome la boca llorando de la emoción.

Scott me abrazo levantándome del suelo con entusiasmo, besándome los labios repetidas veces.

-¡Seré padre! ¡Seremos padres Carrie!- Gritó llamando la atención de todos en la casa, quedando en un completo silencio.

Me liberé de sus brazos mirando el rostro de cada uno, tratando de descifrar lo que pensaban. Mi madre fue la primera que se acerco a nosotros a paso lento con un brillo en los ojos y una sonrisa.

-Felicidades... ¡Felicidades a los dos!- Nos junto a los tres en un gran abrazo de oso. Oyendo a todos gritar y aplaudir felices por la situación, bendiciéndome por el nuevo integrante que llegará a nuestras vidas pronto.



Mi Bailarina /2/ J.B. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora