[Uno: De cosas extraordinarias]

514 32 1
                                    


» Se llama Kim MyungSoo.





WooHyun miró al menor y éste le sonrió amablemente, sin querer parecer pesado como muchos creían que era.

Aunque su encuentro fue insignificante en un mundo tan atareado como este, en el mundo de esos chicos, ese fue el encuentro más grande de sus vidas.


         ∙ ∙ ∙ ∙



—Hoy llega WooHyun. —Comentó DongWoo distraído, MyungSoo asintió con entusiasmo y miró una vez más la hora en su celular, cosa que el primero no pasó por alto. —Hombre, deja ya ese teléfono. No llegará más rápido porque estés al pendiente. —Comentó con toda la intención de burlarse de su querido amigo.

—Calla, calla. —Dijo el menor con una sonrisa, sin poder contener la emoción que lo carcomía por dentro.

Llevaban cerca de diez minutos en aquel restaurante tan elegante en el que su amigo, WooHyun, los había citado. Se verían por primera vez luego de tres años, los cuales Nam había vivido en San Francisco y los otros dos en Seúl.

¿Habría cambiado mucho? ¿Se habría vuelto más alto? ¿Lo extrañaría tanto como él lo hacía? En la cabeza de MyungSoo había muchas preguntas que necesitaban respuestas. ¡Y WooHyun no llegaba!
Sabía que la puntualidad no era una de sus características principales, pero ya llevaban veinte minutos esperando. El menor de los dos presentes en la mesa comenzaba a impacientarse. Golpeaba el suelo con su pie, y la mesa con sus dedos a un ritmo indeterminado.

—¿Y si le pasó algo? —Cuestionó ansioso apenas pasaron treinta minutos, y aunque DongWoo no quería admitirlo, MyungSoo ya no era el único preocupado.

—Relájate, Myung. Tal vez se le atravesó algo o hay mucho tráfico. —Respondió encogiéndose de hombros, restándole importancia, o dando a parecer eso.

—Ya nos habría avisado... —Recargó su codo en la mesa, y a su vez, su mentón en la palma de su mano. Dios, ¿por qué tardaba tanto? No se había perdido, ¿o sí...? No, era imposible porque el mismo WooHyun los había citado ahí.

—Ya verás que no tarda en lleg... —DongWoo fue interrumpido por el timbre de su teléfono. Miró a MyungSoo de reojo y cogió el móvil, deslizando en la pantalla el botón verde después de ver que era justo de quien hablaban. El menor esperó paciente a que respondiera, aunque en realidad quería arrebatarle el celular y responder él mismo. —Sí. . . ¿Oh? —La expresión del mayor era una decepción total, MyungSoo lo entendió y se dejó caer en su silla. —Vale... sí, descuida. Suerte. —La llamada no duró ni un minuto. DongWoo suspiró y guardó su móvil en su bolsillo.

—No va a venir, ¿verdad? —Preguntó el menor conteniendo el manojo de emociones. Sentía que en cualquier momento saldría golpeando a todos.

—MyungSoo, él dijo que... —Sin escuchar más, el menor tomó el menú y comenzó a analizar los platillos de éste, todos lucían bastante apetitosos, pero en ese momento él no tenía ganas ni de mantener los ojos abiertos.

—¿Qué vas a pedir? —

—MyungSoo... —

—¿Qué? ¿No piensas comer? Yo me muero de hambre. —El mayor lo sabía. No era como si MyungSoo supiera esconder sus sentimientos muy bien, seguramente todos sus amigos lo sabían. Incluido el mismo WooHyun, que aunque lo parecía, no era nada tonto. Suspiró y tomó la carpeta de menú, observando los platillos que le hacían un hueco en el estómago. ¿Qué andaba mal con él estos días? Saldría vomitando en algún instante.

50 Cosas que sé sobre MyungSoo.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن