Mi puerta al paraíso

Stand by me 11

Ando though the mountains or the sky falls. I will not worry because you are standing next to me. I will no cry, will not cry oh. I will not shed a tear, cause i know, that you're next to me.

Y aunque las montañas y el cielo caigan. No voy a preocuparme porque sé que tú estás junto a mí. No lloraré, no lloraré, no derramaré una lágrima, porque sé, que tú estás junto a mí.

Stand by me - Imagine Dragons

11. Alexa

Han pasado 5 meses desde que regresamos de Los Roques y Marián efectivamente se mudó a casa de Elisa con sus padres. Debo admitir que me costó mucho dejarla ir, fue demasiado fácil acostumbrarme a su presencia en casa mientras estuvo allí, pero a la final, entendí que vivir conmigo era un paso muy grande y prematuro para alguien con un divorcio reciente, con un embarazo a cuesta y la aceptación de una nueva condición en proceso.

Eran muchos cambios a la vez, de allí que me tragué mis protestas y mis desacuerdos, sobretodo porque a pesar de todas las circunstancias que nos rodeaban, Marián en ningún momento dudó de querer una relación conmigo. Tiene temor como es normal de lo que pueda significar en cuanto a Juan Andrés se refiere, pero aun así, no había contemplado la idea de dejar la relación a un lado para evitar problemas. Simplemente quería esperar a tener al bebé antes de hacerlo público. Quería evitar cualquier conflicto adicional que pudiera afectar su embarazo.

Su barriga ha crecido bastante, pero a mis ojos sigue siendo la mujer que roba todas mis miradas, muy a pesar de que piensa que está como una ballena de grande. Me he cansado de decirle que nada de eso importa para mí, sin embargo, en las noches o días en los que se queda conmigo, trata de mantenerse tapada con monos, suéteres ó vestidos largos. En los momentos de intimidad me ha hecho apagar la luz para que no logre distinguir sus curvas; yo la complazco pues me interesa más que se entregue por completo a mortificarla con la idea de verla mientras hacemos el amor. De cualquier manera, me sé de memoria cada expresión de su rostro cuando alcanza el clímax, así que no me hace falta verla, con escucharla es más que suficiente y en eso no se cohíbe.

La he acompañado a todas las consultas médicas, aunque siempre quedándome afuera mientras la atienden. Me ha insistido en que entre con ella, pero siempre me ha parecido que estaría fuera de lugar hacerlo, así que no he cedido a su pedido. No ha querido saber el sexo del bebé así que todo lo que se ha comprado ha sido en colores neutros para que sirva en cualquiera de los casos.

Debo confesar que ahora no puedo evitar entrar en las tiendas de bebes y revisar si hay algo que pueda gustarme, sea ropa o juguete; las chicas suelen burlarse de mí diciéndome que me he vuelto maternal con el embarazo de Marián, que antes que no me gustaban los niños y ahora, muero porque nazca el de ella ... es verdad. Me hace tanta ilusión ver lo feliz que se pone Marián al imaginar cómo será todo una vez que nazca, que sería absurdo negarlo.

Marián y su padre están trabajando conmigo en el negocio, ella llevando la contabilidad diaria para entregarle mensualmente los cuadernos al contador principal y su padre supervisando el recibimiento de los enseres, pago de facturas y los diferentes servicios; actividad que al no ser diaria, el horario es completamente flexible, evitando recargarlo de trabajo.

Como era de esperarse, en cuanto se enteró de lo sucedido con Juan Andrés, se indignó tanto que estuvo unos cuántos días con la idea de buscarlo y matarlo a golpes. En lo personal, estaba encantada con la idea, sin embargo, después de muchas súplicas y conversaciones, el Sr. Mauricio desistió de la idea, pues si le llegaba a pasar algo por culpa de ese desgraciado las dejaría a ellas solas. Al menos ese fue el principal argumento de Marián y su madre, la Sra. Patricia, para dejar a un lado su necesidad de ajustar cuentas. Por otro lado, en el momento en que fue a buscarlo a escondidas de ellas, igual no pudo hacer nada, pues supuestamente había ingresado a una clínica especial para tratarse el manejo de la ira, sugerido por la juez que llevaba el divorcio. Cuando me contó la historia, ninguno de los dos creímos mucho en eso, pero hasta los momentos, Juan Andrés sólo se había acercado a Marián en las citas en el juzgado para preguntar cosas del bebé. No ha mostrado vestigio alguno de violencia, más sin embargo, siento que es puro teatro, que en el fondo, algo trama; tendré que esperar a ver si el tiempo desafortunadamente me da la razón o si nos da la tranquilidad de estar seguras que nunca más le hará daño a Marián o al bebé.