Capítulo 1

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El panorama al entrar en aquella sala mugrienta no era muy bueno, la verdad. Todos me miraban con cara de:"te has perdido, chico, este no es tu sitio", ¡y desde luego no lo era! Solo con pensar en la de gérmenes que tendría cada una de las sillas me daban escalofríos. Había un chico sentado al ordenador, con gafas redondas y pantalones cortos como del año en el que mis padres tuvieron una cita por primera vez. Luego había uno que tenía un peinado horrendo, a tazón, ¿quién lleva eso a estas alturas? ¡Y un jersey a rayas! Me estaban entrando ganas de vomitar.

Pero entonces vi al gran ángel, qué hermosa criatura majestuosa. Oh dios, ¡oh dios! ¿Habéis visto? Soy todo un poeta y no he escrito en mi vida. Estoy hecho para ser perfecto. Pero volvamos al tema, estaba muy bueno, y tenía cara de no haber roto un plato en su vida, sin embargo su cuerpo decía lo contrario. ¡Ya había encontrado mi diversión en ese lugar!

"Uh, hola, ¿es esto el club de..." desesperados, dilo "de reporteros? O sea, el periódico del colegio."

Se miraron entre sí, creo que afirmando que no me había equivocado de lugar. ¡Yo también me preguntaba qué hacía ahí! Al final, el de los pantalones horteras se levantó y me miró entrecerrando los ojos.

"Este es un club cerrado, no entra cualquiera" pero noté vacile en su voz.

¡Me estaba intentando engañar! ¿A mí? Tsk, como si lo pudiese conseguir, yo tenía mil y un recursos mejores que él. Así que hice lo que debía hacer, engañarle también.

"¿No te has enterado? Soy el nuevo reportero, tengo mi propia columna, llevaré los cotilleos, ¡soy quien salvará al periódico del desastre en el que os habéis metido! Ah, y me han dicho que me cederías tu mesa" apunté con una sonrisa.

Se quedó patidifuso, no sabía cómo contraatacar, así que se apartó con cuidado y me dejó sitio en el escritorio. Me senté y apoyé los codos.

"Mucho mejor, y ahora que soy el redactor jefe, me iréis diciendo cada uno, de más feo a más guapo, cuál es vuestro papel aquí."

El pobre chico de antes se debió dar cuenta de que no era muy agraciado, porque empezó él.

"Me llamo Minseok, y me encargo de las noticias de última hora, soy muy rápido escribiendo" colocó sus gafas.

"Yo soy Junmyeon, mi cometido es informar a la gente con anuncios en la última página."

¿Os había dicho ya que el periódico tenía cuatro tristes páginas? En el fondo lo comprendía, no merecía hacer un trabajo más costoso porque nadie iba a leerlo, pero conmigo aquí las cosas cambiarían. El adonis pelinegro dio un paso adelante con una sonrisa la cual mostraba sus hoyuelos.

"Mi espalda chiquitita, encantado guapa porque no puedo" canturreó alegre.

Dios santo, mi cara fue un poema.

"Es Yixing, no domina mucho nuestro idioma, se encarga del diseño gráfico del periódico. A veces... da buenos consejos."

¡Claro, ya decía yo que un niño bonito no podía estar en un club friki sin tener alguna tara! El pobre se inventaba el coreano, pero callado incluso tenía un toque enigmático. Menos mal que no escribía ninguna columna.

"Bien, como he podido observar, todo esto es un completo desastre, y no me refiero solo al periódico. Aquí hay mucho trabajo, pero no os preocupéis, que pienso reformar este antro, y a vosotros, cueste lo que me cueste. ¡Y os prometo que haremos un buen trabajo en el club, sois mi nuevo experimento!"

"¡Totopo!" gritó Yixing emocionado mientras levantaba los brazos. Me reí porque sabía que me había entendido. En realidad no era para comérselo, era como un niño. Un niño con cuerpo de dios.

Sketch Queen || Chanbaek/Baekyeol ✔Where stories live. Discover now