Lo que llevo dentro.- [JongKey]

Capítulo 2.-

Resopló cuando por quinta vez su llamada fue desviada al buzón.  El castaño que encontró ante su puerta no tenía nada que ver con el tipo de persona que había imaginado y, para colmo, Taemin ni siquiera respondía sus mensajes.  Miró una vez más la pantalla de su teléfono antes de guardarlo en uno de sus bolsillos.  

Avanzó hasta la cocina en donde el chico que se presentó como Jonghyun esperaba pacientemente por una respuesta.   Carraspeó antes de tomar asiento frente a él, Jonghyun se había mantenido en silencio todo ese tiempo y eso lo hacía sentirse incómodo, era demasiado silencioso.

-Jonghyun hyung. Verás...- Habló sin saber bien cómo explicarse ante el mayor.

-Escucha.  Si hay algún problema con que me quede puedes decirlo con libertad.

Kibum se extrañó por la calma con la que habló el mayor, en su lugar estaría enfadado si le negaran algo cuando habían llegado a un acuerdo.   Se dijo que tal vez solo había tomado mal su primera impresión; aunque lucía serio, el chico no tenía la culpa de que él hubiera idealizado al que sería su compañero, tal vez solo era tímido.  Se permitió entonces relajarse, seguía siendo un amigo de Taemin y por ello era imposible que fuera una mala persona. Negó entonces comenzando a sonreír.

-Lo siento.   Es solo que me tomó por sorpresa, no te esperaba tan pronto y Taemin ni siquiera me confirmó si vendrías.-

El castaño asintió seriamente.- No tuve tiempo de hablar con él.  Lo lamento.

-Está bien. ¿Taemin te dio los detalles?

Asintió nuevamente y de uno de los bolsillos laterales de su bolso sacó un sobre que extendió a Kibum.

-Es el dinero correspondiente a tres meses más la cantidad aproximada de gastos comunes.   Si hace falta algo podemos arreglar las cuentas en el momento.

Kibum, aún sin recibir el sobre negó alarmado.

-No tienes que darme todo el dinero ahora.  ¿Qué tal si ocurre algún imprevisto?

-Eso no pasará, no tienes que preocuparte.  De todos modos prefiero no tener ninguna deuda ante cualquier situación.

Kibum asintió entonces recibiendo el sobre.

-¿Debería redactar algún tipo de contrato?.

-No es necesario.  Si eres amigo de Taemin y Minho confiaré en tu palabra.- habló tomando su bolso e indicando con eso que daba por terminada la conversación.- ¿Te molesta si voy a mi cuarto?.- preguntó antes de que el menor pudiera formular cualquier pregunta.

No volvió a verlo hasta el día siguiente al regresar de sus clases.  Al entrar a la casa se encontró con Taemin acaparando su cocina mientras Minho y Jonghyun hablaban cómodamente en la sala de estar.  Le sorprendió ver lo relajado que parecía el castaño con la presencia de Minho, cuando vio una pequeña mueca divertida en su rostro comprendió lo cercanos que debían ser, con esa sonrisa su rostro lucía mucho más cálido y joven, atractivo.  El día anterior no había reparado bien en su aspecto pero ahora, a la distancia, podía ver sus marcadas facciones, la fuerte linea de su mandíbula hacía que su rostro se viera aún más varonil, su ancha espalda y fuertes brazos sin duda debían llamar mucho la atención. 

Dirigió luego su vista hasta Taemin, quien sonreía mientras lo saludaba llamando también la atención de los chicos en la sala, los saludo y avanzó hasta la barra de la cocina en donde Taemin terminaba de picar algo.  

-Es apuesto, ¿verdad?.- susurró.

-¿Por qué no contestaste y no me avisaste que vendría tan pronto?, ¡ni siquiera me dijiste qué tipo de persona era!.- reclamó evitando contestarle.

-Sí, perdón, estaba ocupado.  Minho me avisó hoy.

-Pensé que era tu amigo.- Habló por lo bajo para evitar que los otros dos los escucharan.

-Hmm, algo así.  En realidad es amigo de Minho, solo nos hemos visto un par de veces.

-¿Qué?, ¿y aún así lo enviaste conmigo?, ¡¿qué hay si es alguna especie de psicópata?!

-No exageres Kibum.  Es algo reservado pero creo que es una persona genial.

-¿Qué sabes realmente de él?

-Es amigo de Minho, ¿no es eso suficiente?

-Dios. ¡¿Qué clase de amigo eres?!

-Uno que viene a prepararte el almuerzo.- respondió tomando algunas fuentes para dejarlas en la mesa.

Luego de un par de días seguía sin saber nada acerca del mayor.  Había observado lo ordenado que era; en las mañanas solía salir de la casa antes que él se levantara, volvía también muy tarde y, a menos que fuera necesario, no solía dirigirle la palabra.  Toda esa situación lo estaba exaltando, su razón para aceptar que alguien viviera en su casa era precisamente la compañía y esto estaba lejos de su idea, decidió que hablaría la situación al día siguiente con Woohyun, él podría tener una visión más objetiva y sabría aconsejarlo.

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