JAILEY

Capitulo 43

Hailey:

La atmósfera cada vez se volvía más calurosa, sus manos me tocaban con tanta ansiedad que sólo quería que cometiera la acción de estar dentro mío.

Estábamos aún sobre la encimera y era tan maldita mente caliente que estaba a segundos de querer volverme loca, aún sin parar de besarnos y sentir sus manos por toda mi espalda, arrastré mis manos por su pecho y la coloque con intenciones de más en su miembro, sentí su mirada que luego desapareció por sentir a su mano, me tomo y metió mi mano debajo de su bóxer.

Su zona estaba tan cálida y dura que me provoco una emoción extraña, movió su mano que estaba sobre la mía de arriba a abajo provocando hacerle echar la cabeza para atrás, retiré su mano después de unos minutos y lo hice sola, su pulso estaba como loco igual que el mío, estábamos inundando todas esas habitaciones de un ambiente de quejidos y placer.
Quitó sus manos de mi cintura y bajo desesperado su bóxer para dejar salir a su miembro, lo mire por unos segundos asimilando todo lo que hacíamos ahí y me aferre de nuevo envolviéndolo en un abrazo.
Estaba preparada, más que la palabra, hasta que un pensamiento que no había surgido en mi mente surgió en la suya.
Me dejo ahí en la misma posición y abrió un cajón de al último para sacar un sobre plata.

- Condones en la cocina?.- Pregunte con el sobré en mis manos.
- No te lo esperabas, pero esto puede ocurrir en cualquier momento... Como ahora.- Dijo mordiendo el lóbulo de mi oreja.

Reí un poco y con el máximo cuidado que podía tener en ese momento abrí el empaque, mire a Justin y preguntándome lo que quería que hiciera tome su miembro entre mis manos de nuevo y lo coloque a la vez que veía su expresión cambiante a cada que lo subía.
Me miro y sin quitarme las pequeñas bragas que tenía las hizo para un lado y hundió su respiración en la piel delicada de mi cuello.
Entraba y salía de una forma lenta, mientras a cada una de sus envestidas que subían de tono yo me aferraba a su cabello despeinado dejando algunas marcas en su cráneo.

- Esto no es nada Hails.- Dijo sin ninguna traba en su voz.
- Quiero saber que es algo.- Dije a medias.

Cuando dije estas palabras comenzó a entrar fuerte, moviéndose de una manera salvaje.
No pude evitar gritar estupideces como también su nombre unas cuantas veces, paro por un momento cansado y agitado pero parecía ser que al ver mi expresión doblegada y tal vez exagerada continuaba haciéndolo mejor que las veces anteriores, me aferraba poco a poco a su espalda encajando mis uñas provocando tal vez un desgarre o miles de rasguños, sentía como ronroneaba en mi cuello y a la vez trataba de ocultar sus quejidos que querían salir fuertes.

Eran intensos y maravillosos 10 minutos cuando al fin llegaba el momento en que sus labios como los míos no podían aguantar ni callarse más, toda la sala se inundaba de quejidos de puro placer, a los momentos sentí como Justin se aferraba a mi cintura de nuevo y se atascaba en cada movimiento con todo el cuerpo sudado y tembloroso al igual que al mío.

- Estoy a punto de llegar.- Susurro apegándose a mi oído, ahora con las palabras y respiración casi muertas.
- Tal vez los dos cariño.- Dije tratando de asimilar el apodo con el que le había hablado.

Lo hizo una par de veces más con toda la fuerza que le quedaba y al fin sentí como sus manos se tensaban para luego relajarse y como mis caderas soltaban una explosión de tensión y todo mi cuerpo al contrario, de alivio.
Permanecimos ahí un poco de tiempo abrazados y tomados de las manos tratando de recuperar la respiración y la noción del tiempo. Salió de ahí y me beso unas cuantas veces, subió su ropa interior y me llevo al igual que en el comienzo hacia el sofá.
Me depósito en el mismo y exacto lugar, beso mi frente y se alejó caminando con esa hermosa silueta.

- Diablos.- Dije tocándome la frente con una sonrisa.- Vaya temperatura Baldwin.

Cerré ambos ojos mientras me dormía con el sonido del caer del agua de la ducha.
Estaba a punto de caer cuando me di cuenta de que estaba un poco sucia, me levanté y cambie por completo toda mi ropa, ahora por unos shorts holgados, una blusa rosada y holgada además de unas sandalias blancas de piso.
Regrese al sofá y prendí el televisor.

Mientras veía documentales y algunos shows para niños escuche varias veces como Justin entraba y salía de su habitación hacia el cuarto de baño, a la cocina y de nuevo a su habitación para hacer un desastre de ruidos con lo que parecía ser las cómodas y cajones que tenía en ellas.

Deje pasar el tiempo frente al televisor, algo en mi mente aunque esta no fuera la primera vez que teníamos esta clase de encuentros me decía que me moriría de la pena si entraba a esa habitación justo momentos después.

Cuando se acabaron las opciones en el televisor saque mi teléfono y abrí el chat de Kendall.

- Hey Kenn, Harry es hermoso!.

Me le quede mirando a su ultima conexión y había sido hacia unos pocos minutos, razón por la que me contesto pasando poco tiempo.

- Lo se Hails, después del ensayo me invito a salir con algunos amigos y supongo que iré mas tarde.

- Lo sabia! le encantas Kendall, debo decir que serán una linda pareja!

- Shhh, aun nada decidido cariño.

- Tonta, ya vuelvo iré con Justin.

- Oh si! que fuerte Hails.

Reí fuerte a su comentario y cerré la pantalla del móvil, me levante sin apagar el televisor y de pronto estaba frente a esa puerta blanca que desde el primer momento en el que entre me causo escalofríos. Hable conmigo misma sobre entrar y no entrar y empuje la puerta con una mano.

- Justin?.- Pregunte.

- Hailey.- Dijo trabado.

Me quede mirando su expresión de sorpresa para luego mirar como sus manos jugaban entre si como en un baile nervioso.

- Justin?.- Volví a preguntar.- ¿Que tienes ahí?

- Oh nada, un pedazo de papel.- Dijo arrugando la tira de papel que tenia en manos y pasándola hacia su espalda.

- Vamos Jus!.- Dije acercándome sigilosa para jugar un poco.

Al ver como lo escondía y rechazaba a mi juego algo de curiosidad acompañada de miedo entro en mi, tan rápido como pude procesar tantas ideas recordé las pequeñas notas que aun escondía en el bolso, podría ser alguna de ellas o las podría haber visto todas y ahora estaba planeando algo contra mi.

Era solo una suposición entre miles pero podría ser y lo peor que le puedes hacer a una persona, según algunas de mis experiencias, es esconder un secreto importante o contar mentiras.

Estaba encima de el con una sonrisa vaga que escondía la ansiedad de mis pensamientos hasta que de un golpe descuidado y risas pequeñas logre arrebatar un pedazo que parecía la mitad de ese largo trozo de papel.

Sus ojos brillaron extrañamente mirándome para todas direcciones sin saber como reaccionar, me quede callada por el impacto de destruir aquel trozo y después de unos minutos de miradas mutuas baje la mirada para comenzar con las primeras palabras que extrañamente tenían algo que ver con las notas, su caligrafía era la misma y su olor demasiado igual.

Un rayo de electricidad me recorrió la espalda y comencé a leer:

Querido Justin...

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Holaa!
Antes que nada muchas gracias por seguir con la novela, las amo!

Pd: Quiero saber que les pareció! 🙈💕