Capítulo 3: Academia Phoenix

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El camino a ciudad  Ignis ha tomado medio día pero pareciera fuese más. El viaje ha sido silencioso, nadie habla, nadie se levanta, nadie mira por la ventana y aunque se hiciera, solo podríamos ver nubes y un cielo infinito. ¿La razón del silencio destrozador? Es la primera vez que viajamos en un flybird, total juego de palabras, al final siguen siendo aviones, solo que mejorados, con tecnología interior de punta, ligeros, veloces y por supuesto, pintados en tonos adecuados para rendir tributo a nuestro salvador.
Los acontecimientos recientes se reproducen en mi cabeza como una película muda en la cual soy la única espectadora. Tras haber sido seleccionados en el Gran Salón, nos organizaron una banquete con alimentos exóticos  y extrañas bebidas de colores, les explicaron a nuestros padres a detalle las nuevas formaciones que se nos inculcarían, aunque la mayoría pensamos solo era un "padres, estén tranquilos".  Al siguiente día nos aguardaban a primera hora para abordar, la mayoría dudamos entre subir y despedirnos de nuestras familias.

Me sigo cuestionando si esto fue lo mejor, ha sido mi sueño asistir a esta academia, pero en el momento que abordaba y miraba una última vez a mi familia...a las gemelas, me desgarraba el corazón ver ese par de ojos bajo gruesas lágrimas. Si no estoy, ¿quién las va defender?, ¿Quien ayudará a mis padres con la hortaliza? ¡Fénix santo!, ¿Quién ayudará a mi madre en el mercado? Esto ha sido un error, fue egoísta de mi parte, lo mejor es que renuncie y regrese con los míos, pero ya es demasiado tarde, ya nos encontramos lejos y aunque quisiera no sabría como regresar.

Una vez aterrizado nos condujeron a una gran habitación alfombrada, cada uno con gran temor y desconfianza nos sentamos sobre los grandes sillones individuales mientras esperábamos las siguientes indicaciones. El jefe a cargo se disculpó y salió dejándonos solos, muy pronto el murmullo inundó el aire.
-Te estás arrepintiendo, ¿cierto?- la voz proviene de un chico sentado a mi lado, en cuanto lo miro quedo hipnotizada por sus ojos color violeta, su negro cabello y su piel tan fina y pálida como porcelana, estoy segura que si lo tocase se sintiera como tal.
-Disculpa, no quise molestarte, es solo que he estado tanto tiempo en silencio que temía ya no supiera hablar, por cierto, mi nombre es Taro- Sé que no pertenece a mi ciudad, lo reconocería y no es así; pero Corinna me había hablado de chicos atractivos con ojos violeta y sonrisa encantadora, siempre me ha advertido me aleje de ellos puesto que son vividores, estafadores de corazón, mentirosos de vida, y temerarios de la verdad: son habitantes de Ignis.
--¿Y por qué te molestas en hablar conmigo? Estoy segura podrás encontrar más chicas deseosas de tu atención- -mi respuesta le saca un sonrisa. ¡Genial! Ahora se burla de mi.
--Solo intento ser amigable, no más--  su forma de hablar le delatan que se encuentra cómodo, seguramente esta acostumbrado a hacer eso. Y no puedo evitar sentirme molesta y con ello mi cara se colocará rojo, lo podrá darse a malinterpretaciones.
--Y yo respetuosa, no me hagas faltar a mis valores-- intento calmarme y respirar, no quiero enviar las señales equivocadas. Se supone este es un nuevo inicio.
--Ya sé lo que pasa, apuesto a que te han llenado la cabeza sobre cosas de: no te acerques a los chicos de la  ciudad, no les mires o caerás bajo sus encantos, bla bla bla... -- siento como mi cara se pone caliente e intento desviar la mirada antes de que continue hablando este chico. --

--Pues déjame decirte que lo que haces es injusto, no todos somos así y lo único que intentaba era ser amigable--  Ahora habla como si estuviese molesto, tal vez me equivoque en hacer caso a los estereotipos que nos venden sin antes conocer por experiencia.

Este es un nuevo comienzo, no puedo comenzar asi

--Lo siento, Taro, ¿verdad? Tienes razón, es solo que todo esto es nuevo para mí y...bueno, es demasiado--

--De qué ciudad vienes?--

--Ignis. Taro, tú eres de aquí, ¿cierto?--

Ciudades de FuegoWhere stories live. Discover now