Reverse Falls ©

Capítulo 2: Bienvenidos a Reverse Falls.

El autobús llevaba un par de horas desde que salió de California, su hermana melliza cayó dormida sobre su hombro hacía un par de horas ya. Él por su parte, el sueño lo había abandonado desde hace unos minutos y ahora miraba con recelo la ventana de autobús. Nunca había salido de California sin sus padres, y ahora estaba ahí, dirigiéndose a un pueblo que solo Dios sabe cómo eran las personas que lo habitaban, si era seguro y esas sandeces. No lo admitiría en voz alta, pero en ese sentido, era muy paranoico.

Ya había oscurecido, según su reloj de pulso le indicaba que ya eran pasadas las siete. El conductor les había dicho que llegarían por alrededor de las siete y media de la tarde, por lo que ya estaban cerca. Había pasado la media hora restante cuando cruzaron los límites del condado de Oregón. Al cruzar había un letrero que rezaba.

Bienvenidos a Reverse Falls.

El joven albino empezó a darle leves golpecitos en el rostro de su hermana, para despertarla. Cuando su hermana por fin se despabiló, el autobús paró, indicando así que por fin habían llegado. Había sido un viaje muy largo. Los mellizos tomaron sus maletas y bajaron del transporte. El autobús se fue, permitiéndoles así cruzar la calle. Cuando llegaron se encontraron con un hombre obeso vestido con traje elegante, un sombrero extraño con un símbolo raro que parecía un pez intentando comer una bolita, con un bastón y un parche en el ojo.

—¡Bienvenidos a Reverse Falls!, soy su tío abuelo, Buddy Pines y voy a pasar con ustedes todo el verano— Dijo aquel hombre regordete con entusiasmo.

Los mellizos lo miraron por unos momentos hasta que Pacífica finalmente rompió el silencio.

—¡Hola! Soy Pacífica Pines y el que no habla o hace algo es mi hermano Gideon. Oiga usted es raro, ¡Me agrada! ¿Cuándo conoceremos el pueblo? ¿Hay chicos lindos aquí? —Dijo Pacifica extasiada, recibiendo un codazo por parte de su hermano.

—Pacifica...—, le susurró en tono de ''Me avergüenzas hermana''—. Discúlpela, es la primera vez que sale sin mamá y papá—. Dijo Gideon avergonzado.

—Oh, no hay problema—, dijo Buddy mientras revolvía el cabello de Pacifica—. Me agradan las personas extrañas, ¿Nos vamos? —Ambos hermanos asistieron.

Cuando su tío se dio vuelta, dando señal de que lo siguieran, Pacifica tomo sus maletas, se giró hacia Gideon y le sacó la lengua. Este solo rodó los ojos ante la actitud infantil de su hermana, él también tomó sus maletas y empezó a seguir a su tío y a su hermana. Caminaron por unos minutos hasta que llegaron al bosque, pasando por un buen tramo más hasta que llegaron a una cabaña. Los hermanos pararon su paso quedando uno junto al otro y admiraron la cabaña.

—¡Bienvenidos a la cabaña del misterio! —, gritó su tío entusiasta—. Aquí es donde vivirán y trabajarán durante el verano.

Los mellizos solo asintieron, siguiendo su camino. Entraron al lugar, encontrándose con una sala sencilla a su izquierda, una puerta cerrada a su derecha y unas escaleras al frente.

—Su habitación esta arriba, pueden acomodar sus cosas, cambiarse y esas cosas ¿Comerán algo? Porque yo no tengo comida aquí, pero puedo pedir algo si así lo...—, dijo Buddy pero fue interrumpido por Gideon.

—No gracias, estamos bien así, creo que ya nos iremos a dormir—. Dijo Gideon mientras bostezaba.

—Cómo quieran—. Dijo simplemente su tío.

Los mellizos subieron las escaleras hasta su habitación (Mejor dicho, ático). Se encontraron con dos camas, arreglaron lo suficiente como para dormir esa noche, se cambiaron (Peleando en el transcurso por quien usaría el baño primero) y después de un buen rato, ya estaban en sus camas, listos para dormir cuando Pacifica habló.

—¿Crees que vaya a ser un verano interesante? —Preguntó Pacífica a punto de quedarse dormida.

—Quién sabe, tal vez y descubramos un misterio que resolver—. Dijo Gideon burlón.

Ambos hermanos rieron y Gideon apagó la luz de la mesita de noche.

Sin tener la menor idea de que sus palabras iban a ser escuchadas.

Sin saber que un par de gemelos los estaban observando.

~

Mabel rio.

—¿Así que el niño quiere misterio eh?

Volteó hacia su gemelo, que estaba sentado en un largo sofá, leyendo con recelo un libro rojo, en mal estado, que tenía dibujado en la portada una mano con seis dedos y un 2 dibujado en la palma. Este simplemente levanto la vista de su libro y sonrió.

—¿Que insinúas hermana? —Preguntó Dipper aún a sabiendas de a lo que se refería su gemela.

Mabel sonrió aún más mientras tomaba su amuleto que se encontraba en su diadema, su gemelo se levantó, se posó junto a ella y la imitó tomando el amuleto que estaba en su cuello.

—¡WILL! —Gritaron al unísono haciendo sus amuletos brillar.

De repente una luz azul cegadora se formó, saliendo de ella un triángulo azul con sombrero negro, pies, manos y con un solo ojo lloroso.

—S-si mis amos— Dijo aquel triángulo con temor en la voz.

Mabel sonrió más ampliamente.

—De repente—, susurró risueña—. El verano se puso más, interesante...

Los amuletos de Mabel y Dipper,  y el triángulo siguieron brillando, en medio de la oscuridad.

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Ya saben.

Comentarios, votos, amenazas... ¡Todo es bienvenido!

Sin más...

~(•.•~) Reader2109otp OUT!!!