Sé perfectamente que mi condición no es normal, que tengo que ser como los chicos de mi edad, pero no puedo.
Cada vez que observo mi rostro en el espejo puedo apreciar a la perfección mi piel podrida, mis huesos color marfil batallando por seguir en su lugar. Veo a un muerto, veo a alguien siendo comido por gusanos.
El dolor es la única forma de sentirme vivo.
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Mikaela © | Libro #5 |
Short StoryEra uno de los serafines de Celesstine. Amaba demasiado a su pequeño de ojos zafiro. El único problema era... Que él se odiaba. Y odiaba a cualquiera que osará sentir algo por él. Gustaba de golpearse, dejaba su brazos y piernas con hematomas todo e...