CAPÍTULO 31

182 7 0
                                    


NARRA STEVE

Estuve en la habitación de Susan, hasta que despertó.

Steve: ¿Cómo te sientes?

Susan: Creo que es una pregunta estúpida.

Steve: Bastante... (miré hacia el suelo).

Susan: No podemos perder el control Steve... nuestra venganza debe de ser lenta y fría.

Steve: Lo sé... ya le conté a Reece...

Susan: ¿Cómo está?

Steve: Mal... pero dijo que Jeff no se ha aparecido... si aparece lo matará... como todos quieren.

Susan: Eso me da gusto...

Steve: A mí igual.

Susan: ¿Cuándo me podré ir?

Steve: No lo sé, ¿te duele mucho?

Susan: Me duele más el corazón Steve... (dije llorando) lo he perdido todo...

Steve: No... me tienes a mí... (tomé su mano).

Susan: ¿Hablas en serio? (pregunté incrédula pero con ilusión).

Steve: Claro que sí mi amor... ¿qué haría sin ti?

Susan: (Sonreía mientras lloraba y lo abracé) te amo.

Steve: Y yo a ti...

Susan: Tengo que regresar a la agencia (Steve dejo de abrazarme).

Steve: ¿Regresarás? (pregunté confundido).

Susan: Sí, no permitiré que nadie les haga daño y Jeff no aparecerá por ahí, pero tal vez encuentre pistas sobre él.

Steve: Bien.

Susan: Además... tengo que sacar a la luz algunos documentos.

Steve: ¿De qué hablas?

Susan: Hay un nuevo Teniente y parece ser muy justo, le mostraré los documentos de Jeff, los que guarda en su oficina.

Steve: ¿Cuáles?

Susan: Los mismos que tienes tú, "No oficial", "Agentes: Confidencial", revelar tu expediente.

Steve: No Sue... no te creerá.

Susan: Apuesto a que sí.

Steve: ¿Cómo sabes que él tiene esos documentos?

Susan: Cuando empecé a dudar de él, dejé de darle información de ustedes por mis dudas y... pues porque te amaba... entré a su oficina y los encontré, pero no los pude leer porque entró alguien más... no me vió, pero tuve que salir de ahí.

Steve: (Sonreí) ¿hiciste eso?

Susan: Sí... no podía continuar con mis dudas, aunque eso sólo me generó más (sonreí).

Steve: Y yo te las contesté.

Susan: Sí... tú aclaraste todo en mi vida.

Steve: Y tú me hiciste mejor... me diste una hija... aunque te dije que no entraras a ese incendio.

Susan: Pues si hubieras regresado no hubiera tenido que entrar.

Steve: Por un lado... me salvaste... y salvaste a Elisse... le diste un hogar.

Susan: Le dimos un hogar.

Steve: (Sonreí) sí.

Nicolás: ¿Se puede?

InfiltradaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora