Capítulo 3

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Becca despertó en una habitación desconocida. La luz del sol filtrándose a través de las cortinas le pareció inusualmente brillante, y el sonido de las aves cantando en el exterior era como una canción reconfortante. Pero todo le parecía borroso y le costaba recordar cómo había llegado allí. Parpadeó, tratando de aclarar su mente, y finalmente notó los zumbidos y pitidos suaves de las máquinas a su alrededor.

La habitación del hospital estaba bañada en una luz tenue y tranquila. Las paredes de un blanco impoluto y las sábanas de color claro le dieron una sensación de calma. Una pequeña mesa de noche a su lado albergaba un jarrón con flores frescas que llenaba la habitación con un suave aroma.

Becca se incorporó, todavía aturdida, y se apoyó en el codo mientras miraba a su alrededor. Su mente se aclaraba poco a poco, y los recuerdos de la noche anterior comenzaron a regresar. Las imágenes de su secuestro y escape se deslizaron lentamente en su conciencia.

Con precaución, volvió su mirada hacia la silla junto a su cama. Allí, con la cabeza inclinada y los brazos descansando en sus piernas, estaba Vengance. El corazón de Becca dio un vuelco al verlo, sintiéndose agradecida de que estuviera allí a su lado.

Vengance, con su pelo rapado y su imponente figura, se veía en reposo y, a pesar de la tranquilidad de su apariencia, las cicatrices que cruzaban su piel eran evidencia de las batallas que había enfrentado. Parecía como un guardián protector, velando por ella mientras dormía.

Becca apenas pudo contener su emoción. Aunque no podía hablar, sus ojos se llenaron de gratitud  mientras miraba a Vengance. Se preguntaba cómo podría agradecerle por estar a su lado cuando más lo necesitaba. El sonido suave de su monitor cardíaco y el murmullo apacible de la enfermera que pasaba por el pasillo crearon un ambiente de tranquilidad en la habitación del hospital.

El sueño de Vengance fue interrumpido por un sutil cambio en el ambiente de la habitación. Cuando abrió los ojos, la luz del día que se filtraba por las cortinas le hizo parpadear. Aun medio adormilado, notó que Becca estaba sentada en la cama y observándolo con una expresión de alivio en sus ojos. Sobresaltado, Vengance se levantó de la silla apresuradamente, tropezando ligeramente en su afán de llegar a su lado. La preocupación llenó su mirada mientras se acercaba a Becca, asegurándose de que estaba bien.

Vengance se inclinó ligeramente hacia Becca, mirándola fijamente a los ojos con preocupación. Los ojos de Becca eran una maravilla, una combinación de azul y verde que parecían reflejar un mundo lleno de emociones y pensamientos profundos. Eran ojos que habían visto mucho, pero que seguían brillando con la luz de la vida.

—¿Cómo estás? —le preguntó Vengance con suavidad, deseando asegurarse de que estaba bien.

Becca se estremeció ligeramente al escuchar su voz, pero su mirada se encontró con la de Vengance, y en ese momento, él quedó impresionado por su belleza. A pesar de estar recién despierta, parecía un auténtico ángel con su cabello rubio despeinado y su expresión tranquila. El resplandor de la luz matutina la hacía parecer aún más etérea.

Ella levantó la mano y comenzó a moverla en el aire, utilizando el lenguaje de señas para comunicarse con Vengance, mientras le sonreía con gratitud por su preocupación.

Vengance, al ver la confusión en los ojos de Becca, buscó a su alrededor hasta encontrar una libreta y un bolígrafo en la mesa cercana. Con cuidado, tomó la libreta y el boli, luego se sentó a su lado y le ofreció el bolígrafo para que escribiera lo que quería decir.

Becca asintió con agradecimiento, y comenzó a escribir en la libreta con letra cuidadosa. Mientras lo hacía, Vengance observó su rostro, que mostraba una expresión de determinación y concentración. Sus ojos parecían aún más profundos cuando estaba enfocada en algo.

Después de unos momentos, Becca le entregó la libreta a Vengance, mostrándole sus palabras escritas. Él la miró con atención y leyó lo que había escrito. Las palabras eran simples, pero expresaban mucho: "¿Dónde estoy?"

-Estás en el centro médico de la Reserva Nuevas Especies- respondio el macho, levantó la mirada hacia Becca, preocupado por su reacción.

Becca asintió y pareció entender la respuesta de Vengance. Luego escribió otra pregunta: "¿Qué pasó?" Su mirada reflejaba confusión y miedo.

Vengance suspiró antes de responder: "Escuche tu grito y cuando llegue vi a unos humanos alrededor tuya,parecías herida asi que me ocupe de los humanos y te traje aquí para que recibieras atención médica".

Becca asintió nuevamente, parecía estar procesando la información. Luego, escribió: "Gracias". Sus ojos reflejaban gratitud y algo más: curiosidad.

Vengance sonrió y respondio: "De nada. Estoy aquí para ayudarte". Se dio cuenta de que Becca tenía muchas preguntas y que debían encontrar una forma de comunicarse. La libreta y el bolígrafo serían una herramienta temporal, pero tenía que buscar una solucion mas permanente.

Destiny, el enfermero del centro médico, tocó suavemente la puerta y entró en la habitación de Becca y Vengance. Con una sonrisa cálida, se acercó a la cama de Becca para realizar un breve chequeo. Verificó su presión arterial, la temperatura y el pulso. Becca cooperó con calma, permitiendo que Destiny hiciera su trabajo. Después de unos minutos, el enfermero asintió satisfecho.

"Todo parece estar bien. No hay signos de infección en la herida del hombro", informó Destiny con un tono tranquilizador.

Vengance asintió agradecido y escribió en su libreta: "Gracias por cuidar de ella".

Destiny sonrió y respondió: "Estamos aquí para ayudar a todos. Si necesitan algo, no duden en decírmelo"

Destiny intercambió una mirada significativa con Vengance y, sin decir una palabra, asintió hacia la puerta como señal para que el macho abandonara la habitación por un momento. Vengance entendió el mensaje silencioso y, antes de irse, le dirigió una mirada tranquilizadora a Becca.

"-Volveré en un momento, Becca. Necesito un poco de aire fresco- dijo el macho con una leve sonrisa a Becca antes de salir de la habitación.

Destiny y Vengance se apartaron de la puerta para que Becca no pudiera escuchar su conversación. Destiny informó a Vengance sobre el estado de los hombres responsables del secuestro de Becca. Dos de ellos habían perdido la vida, y el tercero estaba gravemente herido, pero aún con vida. Obsidian sería el encargado de interrogarlo una vez que se recuperara lo suficiente para hablar. Vengance asintió con determinación.

-Quiero estar ahi- informo pasivamente el macho con furia liquida en los ojos.

-Entiendo- asintio Destiny poniendo una mano en su hombro en gesto de hermandad- avisare a los otros, para que te mantengan informado en todo momento.

Dicho esto el macho se alejo por el pasillo y Vengance entro de nuevo en la habitacion, Becca lo miro con esos enormes ojos azules y cogio la libreta de nuevo.

-¿Podria pedir un chocolate caliente?- escribio y se lo enseño timidamente, y al macho le parecio absurdamente dulce que despues de todo lo que le habia pasado, de todo el miedo, el terror, el dolor, esa pequeña hembra solo quisiera una taza de chocolate.

3. Vengance Nuevas Especies (En processo)Where stories live. Discover now