BAD GUYS II: DRIFTING. ©

3.

Ella dice que es una buena chica

Que no hace estas cosas

Así que ten cuidado y se delicado.

~Order More, G-Eazy ft Starrah.

~*~

El griterío que se forma a mí alrededor logra subir el estado de irritación que aborda mi cuerpo. Meghan ya se ha hecho con un vaso de cerveza y grita improperios dirigidos al tal Grant quien, claramente, no la escucha.

-¡Eres patético, Grant! -El grito por parte de la rubia me hace poner los ojos en blanco, al parecer, el único contenido en el vaso no era cerveza. Ella estaba realmente alegre-. ¡Scott te hizo comer polvo!

Mis ojos se dirigen hacía el auto rojo que, unos instantes atrás, había ganado la dichosa carrera. Scott Harford aun era dueño del trofeo, destruyendo así, las esperanzas de todos los fans de Grant.

-¡Realmente estaba dispuesto a apostar dinero en Grant! -La voz del alto-parlante retumba con fuerza, abriendo el paso para que abucheos y aplausos se escuchen con mucha más fuerza-. Me alegra no haberlo hecho. Me agradas, Grant, pero me decepcionaste.

-Scott Harford puede ser todas las cosas que dicen -La segunda voz, George, indica, soltando una larga risa-, pero el sujeto sabe cómo manejar un volante cuando de una carrera se trata, obviamente, es algo que se aprende a controlar cuando sales con más mujeres de las que puedes en un solo día.

Hago una mueca ante la expresión.

Desde que había empezado la carrera, los locutores se habían encargado de sembrar algo de enojo en mí hacia Scott. Lo último que se necesitaba en el mundo era un adicto a las drogas y al alcohol que se acostaba con cuanta vagina se le paseara por delante.

Era algo con lo cual no podía estar de acuerdo.

Me sentiría avergonzada de ser una de esas mujeres.

¿Cuándo decidieron dejar de lado su dignidad?

-A esos locutores hijos de puta les debo una paliza -Una ronca y profunda voz rompe en los alto-parlantes, llamando mi atención por completo. Mis ojos se detienen sobre la improvisada pantalla gigante y un par de ojos castaños observan sin vergüenza alguna hacía la cámara. Las duras facción contrastan a la perfección con la cincelada mandíbula y no puedo evitar desviar mi atención hacía los delgados labios. ¿Ese era Grant? -. Fue un gusto haber pateado tú trasero nuevamente, Grant -Bien, aquel tipo con cabellos moreno recortado a los lados era Scott Harford-, espero verte en la fiesta esta noche, imbécil.

Mis ojos no se desconectan de la imagen aun cuando observo como arroja el micrófono hacía el suelo, luego, toma una botella de champagne y la abre, apuntando el liquido hacía las personas rodeándolo.

Varias mujeres están a su alrededor, listas para recibir la atención del gran Scott Harford, quien, ciertamente, parecía más atraído por la botella en sus manos.

El movimiento a mi lado me desconecta de cualquier imagen referente al moreno y observo a Meghan, quien con una amplia sonrisa, ocupa su lugar a mi lado.

-Eso fue genial -dice, el vaso que tiene en la mano intenta acercarse a su boca, pero interrumpo el camino alejando aquel extraño líquido de mi mejor amiga-. ¡Oh, vamos, Dylan!, ¡solo es una cerveza!

-Luego de una le siguen muchas más -digo, más para mí misma que para ella, pero sé que me escucha a la perfección. Los ojos verdes de la rubia me observan con advertencia, pero no me intimido. Meghan lo último que daría era miedo. Todo en ella era tierno, aun cuando intentaba ser la más perra de todas-. ¿Ya podemos marcharnos? El gran Scott Harford aun tiene su trofeo, bravo por él.