El Papel De Mí Tío Kankuro

Con El Sonido De La Sonaja

Estoy con el biberon en la boca, estaba en Suna, en casa de mis tíos, recargado en un montón de almohadas, sobre la cama de mi tío más terrorifico... Mí tío Kankuro.

Era día de las madres y mí padre llevó a mí mamá a un lugar a celebrarlo. Estaba en un pantano que según mí tío mayor era su "Santuario". Pero sólo veía desastre por todos lados.

Las diferencias entre mis tíos eran grandes y muy notorias.

Mí tío Gaara era poco activo en cuanto a juegos, fiestas y esas cosas.
Mí tío Kankuro era muy fiestero.

Mí tío Gaara era muy responsable y maduro.
Mí tío Kankuro... Bueno... Creo que soy más maduro yo, y eso que tengo 1 año.

La habitación de mí Tío Gaara era limpia y ordenada, tenía un aire masculino y fresco.
La habitación de mí tío Kankuro parecía basurero de la aldea y se mezclaban muchos olores, sobre todo de una colonia que él difundia por la habitación para que su cuarto no apestara, pero el aroma a grasa siempre me llegaba a la nariz.

A pesar de sus muy grandes diferencias, a ambos los apreció y quiero mucho. Aunque en está ocasión, no tenía ganas de estar con mí tio Kankuro. Pero no podía hacer nada, mí tío menor es el Kazekage y tiene cosas que hacer, no podía distraerlo de su trabajo, en cuanto a mí otro tío, él tenía que arreglar una marioneta y pronto acabaría, por lo que mí mamá irresponsable que parece no querer a su único hijo, me dejo con esa mala influencia que tanto me divierte.

Debo confesar, que no importa cuantas veces vea a esas cosas, siempre me dan miedo. Sobre todo sus nombres "Cara-susto" (Karasu) y "Hormiga negra". Me llenan de terror.

Recuerdo que hace unas semanas, mí tío Kankuro acababa de arreglar una de esas marionetas, y quiso jugarle una broma a mí tío Gaara, asustarlo, pero en lugar de que mí tío Gaara saliera corriendo, gritó muy fuerte mientras destruia de un puñetazo esa marioneta, mí tío Kankuro hizo un drama, como sí se hubiera muerto su mejor amigo o algo así... Mí tío pelirrojo nunca se disculpo. Yo sólo me reía mientras le aplaudía a mí tío menor.

—Eh terminado... —Escuché la voz de mí tío, alce un poco la vista, viendo a mí tío sin maquillaje y con sus manos en la cintura, vestía con una camisa negra sin mangas y un pantalón negro azulado, un poco pegado al cuerpo. Su cabello castaño oscuro estaba alborotado, pero eso le daba un aire de "chico malo"

Según a lo que escuche a mí mamá hablando con la tía Ino, a las mujeres las enloquecen los chicos malos, tal y como se veía mí tío Kankuro, con músculo pero no tanto, muchas veces eh querido preguntarle porque, pero es inútil, mis palabras no le llegan como deben de ser, sólo parezco gritar o balbucear cosas que ni yo entiendo.

Se veía que a diferencia de mí tío pelirrojo, mí tío Kankuro cuidaba su imagen, tampoco es que mí tío menor fuera feo, se viera mal y no se cuidara, de hecho, a según como eh visto, es uno de los más codiciados, pero mí tío Kankuro solía hacer ejercicio para «marcar músculo» según él, siempre me dice lo mismo.

«Cuando crezcas vas hacer lo mismo»

Mí madre siempre lo golpea en la cabeza, a veces pienso que mí tío es inmortal, ya que mí madre también ha golpeado a mí padre con un enorme palo negro, que cuando se destiende, deja a la vista tres círculos morados. Mí madre lo llama "abanico".

Es el arma mortal de mamá.

Pero el caso era que mí padre siempre rogaba piedad, y escuchaba lo doloroso que era recibir esos golpes, pero mí tío Kankuro no se molesta en tratar de detenerla, pues sabe que es inútil, sólo se queja un poco y a los segundos, ya no ay dolor ni marcas, simplemente sorprendente.