La Leyenda Del "Emperador Del Desierto"

1.7K 150 61
                                    

Un chico de cabello negro, recogido en una coleta y de ojos verdes, idénticos a los de su madre, se encontraba en una alcoba de su habitación, su madre lo tenía castigado antes de que diera inicio a los exámenes Chunnin (La última prueba), Temari lo atrapo escabullendose para jugar un videojuego.

Aunque la mentalidad y carácter eran bastante parecidos a la de su padre, por no decir iguales, poseía, por así decirlo, la curiosidad de su madre. Aunque no lo pareciera, Temari era muy curiosa, igual que Gaara y Kankuro, supongo que es herencia.

Después de que Shikadai estornudara con fuerza debido al polvo que levanto, salió del lugar en donde estaba, mirando con detenimiento un libro con muchas imágenes de colores que se encontró, sonrío al encontrarse con ese viejo libro.

"Las Aventuras De Un Pato"

Río de una manera muy fuerte, al parecer, la curiosidad no fue lo único que heredó de su madre. Shikadai se fue hacia su cama, sentándose en ella y acomodandose para leer el libro infantil. La verdad, no le gustaba leer eso. Pero ese libro le traía muchos recuerdos. Era su cuento favorito, bueno, en realidad no le interesaba ninguna pato. Sólo quería saber de la leyenda que su tío Gaara le contaba.

Cuando era pequeño, Gaara le contaba un cuento, usando ese libro para disimular que lo estaba leyendo y no inventando, y claro, Shikadai caía redondito.

Dado que Gaara no era como Kankuro que lo divertía con un teatro cómico de títeres o se la pasaba corriendo por todos lados, era más calmado, y siempre que iba, le contaba un cuento. Aunque la intención de Gaara era dormirlo, Shikadai siempre se quedaba despierto, quería seguir escuchando.

No importaba cuantas veces se la contara, siempre quería escucharla.

—Shikadai, te dije que estabas castigado —Escucho la voz firme de su madre, Shikadai alzó la vista, sonreia. Temari se sorprendió, ya que casi nunca, desde que entro a la pubertad, lo había visto así.

—Lo que pasa es que me encontré con algo...

—¿Que es? —Le pregunto con esa voz curiosa desde el umbral de la puerta.

—¡Una historia! —Contesto con una voz emocionada que alterno a Temari.

—¿¡Quién eres y que le has hecho a mí hijo!?

—No grites, que fastidio, mamá —Temari al escucharlo, se relajo, sí era su hijo. —¿Recuerdas cuando me dejabas con mí tío Gaara?

—Sí, ¿Que con eso?

—Bueno... Él me contaba cuentos.

—Yo también lo hago —Reclamó su madre un poco ofendida, colocando sus manos en su cintura. Shikadai cerro los ojos, como meditando la respuesta.

—Pero no era un cuento común... Se trataba sobre «El emperador del desierto»

—¿Emperador... Del desierto? ¿Que es eso? Yo no lo conozco. —Temari dejó de estar en la puerta y se sentó junto a su hijo pasando una mano sobre sus hombros, Shikadai por inercia puso su cabeza en el pecho de su madre, dándole la espalda, poniéndose cómodo.

—Te lo voy a contar....
.
.
.

Hace muchos de años, justo después de que la aldea de la Arena fuera creada por el primer Kazekage, llegó un monstruo gigante hecho de arena, tenía una cola enorme, y esa cola estaba formada por más colas pequeñas, era feroz y brutal, sólo le interesaba destruir cosas, amaba la sangre, verla y beberla era como beber agua y sentirse vivo.

Los aldeanos estaban atemorisados, tenían miedo de que esa bestia se comiera a sus hijos, la voz de esa bestia era chillante y aterradora, casi te mata con esa voz que tiene, su forma era como la de un perro-mapache gigante, pero hecho de arena, solía sacar muy buenas conclusiones, por más que los aldeanos pensaban en la manera de negociar, esa bestia siempre los descubría.

Momentos Con ShikadaiWhere stories live. Discover now