#8

1K 58 9
                                    

Adrien...– dijo mi nuera destruida, tratando de alcanzar a mi hijo, protegiendo a Ax...

–Ma... Rinette dijo mi niño antes de dar su último suspiro.

–¡NO!... Otra vez esta pesadilla...

–Lara, ya sabes lo que tienes que hacer para dejar de tenerla.

–Si lo se... ¿No crees que me odien?

–Lara, tu hijo es un joven inteligente y con un gran corazón. Yo sé que entenderá.

–Está bien... Voy a preparar mis cosas.

Horas después...

–Ah... Tanto tiempo que ha pasado– Suspiré –extrañaba París.

Luego de unos minutos recorriendo ciertas partes de París, fui donde mi gran amigo: Anders.

–Lara... ¿Enserio eres tú? Dios... Estás... Hermosa...

–Ay, Anders, tú tan adulador como siempre– sonreí y lo saludé –necesito un favor.

–Adivino, necesitas un lugar donde quedarte.

–Así es, querido amigo– contesté, a lo que él me mostró unos departamentos económicos, pero que aún así no perdían la elegancia.

Una vez instalada...

–Bien... Solo me queda buscarte, Adrien.

Marinette

–Hace mucho calor hoy... No hay clases... Hora de ¡quedarse en pijama!– dije emocionada por este día que, por cierto, es festivo.

Llamada entrante

–¡Hola, mi lady! ¿Cómo éstas?– dijo Adrien bastante animado

–Hola gatito... ¿Bien y tú? ¿A qué se debe tanta alegría?

Bien también... Y tal vez se deba a que estoy viendo a cierta chica en pijama mientras habla con su novio– comentó con un toque de coquetería, a lo que sentí una leve respiración en mi cuello.

–¡Ch-chat! Demonios hombre, ¡me asustaste!– le grité en un tono bastante bajo para que... Espera, ¿para qué, si estoy sola en mi casa?

–Lo siento, mi lady, pero mira, aquí está tu gatito negro a tu disposición – dijo coqueto mientras se acercaba a mi, despacio y seductor.

Por una extraña razón, sabía que conocía al joven vestido de gato negro que salva a París, pero, por algún motivo, no recordaba su verdadera identidad.

–Oye, Chat... ¿Qué vienes a hacer aquí?– inquirí dudosa, cambiando la pregunta en último segundo, por alguna razón, sabía que no debía preguntar nada respecto a su verdadera identidad.

–Pues, ver a mi linda novia, ¿a qué más?– dijo esto a medida que se iba acercando a mi.

El broche.

El mismo broche que vi en mi sueño apareció en un breve (y casi imperceptible) destello. Al tiro supe que él no era mi novio.

–¿Ah, si? ¿Y qué cosas...– dije pasando mi dedo por su torso –... quieres hacer?

–Pues yo- ¡AAAAY!– Gritó, luego del golpe que recibió en la parte baja, literalmente, donde más le duele.

Un momento... Ese grito ya lo he escuchado...

No... Por favor diganme que no es cierto...

♪~♪

Me he tardado demasiado, y comprendo si de verdad están molestos conmigo. No me justificaré, pero aún así...

Gracias por el apoyo, he leído todos los comentarios, y no he podido sentirme más que apoyada... Ya que la verdad, nunca creí que una historia mía tuviera tantas visitas, comentarios y estrellitas...

Los amo demasiado, nunca, por favor, NUNCA lo olviden.

-PahulaChan♣

LadyNoir Hasta SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora