Capítulo 1

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Miro por la ventana de mi pequeña habitación y veo los árboles moviéndose bruscamente por el viento. Pongo mis manos en mis rodillas y suspiro, yo no tendría que estar aquí.
Una adolescente no tiene que estar encerrada y supervisada las 24 horas del día, se supone que este era mi primer año en la universidad, mi primer año siendo independiente, se supone que encontraría el amor, bla bla bla, pero no, aquí estoy sentada en una cama dura del psiquiátrico con locos por todos lados.
La puerta se abre y me asusto.

-¿Puedes aprender a llamar antes de entrar?- digo irritada, nunca se toman la molestia en este sitio.

-Si llamara te daría tiempo a dejar de hacer lo que estuvieras haciendo- dice la chica que viene a verme todos los días. Su nombre es Alice y aveces puede resultar un poco pesada.

-No eres mi madre- digo cruzándome de brazos.

-No, no lo soy pero tengo que estar pendiente de ti- dice colocando la comida en mi cama.

-No soy un bebé- digo frunciendo el ceño.

-No, pero no puedes estar sola mucho tiempo, ya sabes bien por qué- dice y sale por la puerta. De nuevo entra y vuelve a asustarme-. Si necesitas algo solo tienes que salir.

-¡Que sí!- digo cabreada y me levanto de la cama. Cojo la tortilla que hay en el plato y la corto en trocitos. Con el tenedor pincho un trozo y me lo meto en la boca, inmediatamente lo escupo.

-Venga Lynn, hazlo y permanecerás aquí menos tiempo- me digo a mi misma.

En el segundo intento, vuelvo a fallar y vuelvo a echarlo en el suelo. Con una servilleta lo recojo y lo tiro por la ventana. Me levanto y pongo la oreja en la puerta para asegurarme de que no hay nadie cerca. Me acerco a la ventana y tiro toda la tortilla menos un trozo para disimular. Sería raro que no dejara nada en el plato.

-Lynn, ¿otra vez estas tirando la comida?- dice una voz de pronto a mis espaldas. Cuando me giro vuelvo a estar tranquila.

-¿Por qué mierda siempre apareces de repente? ¡Me has asustado!- digo chillándole a mi amiga Hayden.

-Eres una cagada.. Me hace gracia- dice y se sienta en la cama a mi lado.

-Ya sabes por que soy una cagada, ¡ y para ya! La próxima vez que entres sin avisar no te hablo más en la vida.

-Soy la única amiga que tienes, no creo que lo hagas- dice y se ríe-. Estás más delgada- prosigue caminando por la habitación-. ¿Quieres salir de aqui?- pregunta y asiento con la cabeza-. Pues más te vale comerte la cena.

-Vaaaaale- digo y me recuesto en la cama-. Quiero dormir vete.

-¡Qué amable!- dice y cierro los ojos sin prestarle más atención. Cuando los vuelvo a abrir ya no está.

Me levanto de la cama y saco el diario del cajón, "escribir te vendrá bien decían", "es una manera de liberarte" y aquí estoy yo haciéndoles caso.
Lo abro por la segunda página y empiezo a recordar el día en el que conocí a la primera persona que me dirigió la palabra. Fue en verano del 2000, yo tenía 7 años y estaba en el parque con mis padres adoptivos.
Recuerdo que no tenía un bonito vestido ni unos bonitos zapatos, ni tan siquiera se habían preocupado de peinarme y lavarme. La manga del vestido era lo suficientemente larga como para tapar el moretón que me había salido horas antes y la gente era demasiado estúpida como para darse cuenta de que la raja que tenía en la frente no me la había hecho yo sola. Nadie se dio cuenta, solo él.

-¿Quieres jugar conmigo?- recuerdo que me dijo un niño de más o menos mi edad. Sin saber que responder me quede callada observandolo. Llevaba una camiseta azul y unos vaqueros. Llevaba la ropa limpia, olía bien y estaba peinado. Por un momento sentí envidia. Finalmente respondí.

-Sí, puedes sentarte aquí conmigo- dije tocando el suelo. 

-¿Qué te ha pasado en la frente?- preguntó y empece a sentirme mal. No sabía responderle, no sabía que le podía decir porque supongo que a él no le pegaban, seguro que le querían y le daban de comer. Pensé en el momento antes de venir al parque. Mi madre, o bueno, vamos a llamarla Mallory, se estaba peleando con Varick que es "mi padre". Ví como la tiraba a suelo y la cogía de la coleta chillándole que nunca más lo volviera a hacer. Me acerqué corriendo para detenerle pero lo único que conseguí fue que me golpeara y me chocara con la mesa haciéndome añicos la frente. Mallory no me defendió, no dijo nada, se limito a mirarme desconcertada, pero no vi en su rostro ni un poco de pena, no vi nada. Me levanté y me fui corriendo a mi habitación, poco después subió Varick para darme otra paliza. Recuerdo su mano por todo mi cuerpo y su constante voz chillándome. Después todo acabo en un silencio desgarrador hasta que me quedé dormida.
El chico después de 5 minutos mirándome decidió cambiar de pregunta y me preguntó que me gustaba hacer. Tampoco sabía bien que contestar, no iba al colegio, apenas salía a jugar al parque y no tenía ni siquiera muñecas.

-Me gusta hablar con mi amiga Hayden- respondí sin más-. Si quieres un día te la presento.

-Vale- dijo con una sonrisa y sacó sus muñecos para jugar.

Un crujido me hace cerrar el diario y girarme hacía la puerta, es Alice.

-¡Te lo has comido casi todo, muy bien!- dice feliz acercándose a mi.

-Si, espero irme pronto a casa con Anne- digo y le sonrío.

-Cariño, no puedes irte con Anne, no es ni tu madre ni tu tutora legal, no puede hacerse cargo de ti y aparte ya está mayor..

-No le voy a dar problemas- digo secamente-. Es más, la puedo cuidar.

-Si estas aquí es porque necesitas que te cuiden. Si quieres irte te irás con tus padres.

-Esos no son mis padres- digo y me levanto de la silla-. Como vuelvas a decir que son mis padres..-digo pero me freno, me estoy comportando como ellos, como una idiota.

-Mallory y Varick te quieren Lynn.. Y están deseando que te recuperes y vuelvas a casa- dice y recoge la bandeja de comida.

-Sí, porque se han quedado sin limpiadora personal o sin saco de boxeo- digo susurrando. La chica se gira pero al verme callada vuelve a darse la vuelta.

-Después vengo a echarte un vistazo ya que no quieres salir de aquí- dice y abre la puerta.

-¡Ahí fuera están todos locos!

-Como quieras Lynn- dice y se marcha.

Guardo el diario en el cajón, me tumbo en la cama y cuento los días para poder salir de aquí.

Mi nombre es LynnWhere stories live. Discover now