Sugar Mommy [Camren]{Adaptación}

tres

-Si, es decir no. Lo que pasa es que...- balbuceó volteando a ver al conductor por el espejo retrovisor, cuya vista estaba fija en el camino pero de igual forma le daba algo de pena 

-Oh no te preocupes por Liam. Tranquila- presiono un botón en el techo de la limusina y un cristal negro corredizo los separó- si quieres privacidad la tendrás

Camila asintió, dejo la botella de agua a un lado y se quitó la chaqueta de cuero, cuando la dejó sobre el asiento tardó unos segundos pensando si era lo correcto, ¿de verdad iba a desnudarse en frente de una desconocida en la primera cita?. Una voz en su cabeza gritó que lo hiciera al fin y al cabo si quería a Lauren como sugar mommy no tardarían mucho en comenzar con las cosas sexuales. Se inclino hacia adelante y se quitó los converse, luego continuo con los jeans negros y la blusa blanca, al quedar en ropa interior desabrocho su sostén y por ultimo se quito las bragas. 

En cuanto lo hizo, sintió sus pezones erizarse por el frío que hacía ahí dentro.

Ahora estaba totalmente expuesta ante esa agradable desconocida, quien n le quitaba la vista en ningún segundo, mucho menos ahora.

-Abre las piernas- Camila lo dudo- Sin pena solo quiero que me dejes ver tu vagina abre las piernas, por favor.

La morena hizo caso y quitando sus manos lentamente de sus pechos y de su centro. Los nervios la estaban consumiendo lenta y silenciosamente, la cercanía de Lauren en esas circunstancias estaban provocando un aumento en su ritmo cardíaco, y si continuaba así, Camila estaba casi segura de que habría salido corriendo de ahí, después de colocarse su ropa claro.

-Recuestate boca arriba- le ordenó Jauregui, Camila ya tenía muy en claro que era una mujer demandante, así que con más nervios de los que tenía desde que subió a la limusina, se recosto sobre el asiento. Con los pies en frente de Lauren, las manos sobre el estómago y las mejillas coloreadas de un tono rosa- Abre las piernas quiero ver algo

Camila hizo caso una vez más. Abriendo un poco mas las piernas, pudo sentir sus cálidas manos separar sus muslos, viendo un lugar tan íntimo que la morena sintió pena por la acción. Lauren fue descarada y antes de que la menor se diera cuenta introdujo su dedo índice en la entrada de la morena, cuando escucho un quejido de parte de esta, lo retiró rápido.

-Eres virgen- comento la mayor aun conservando su seriedad

-¿Hay algún problema con eso?- pregunto la menor con miedo y pena, sentándose de nuevo en el asiento a su lado

-La pregunta más bien sería: ¿Estas segura de querer hacer esto?- pregunto alzando su ceja izquierda- Esta bien si prefieres dejarlo hasta aquí.

-Estoy muy segura de esto, es sólo que...- Lauren asintió, permitiendo que continuara- Mi primera vez no será ahora ¿verdad?

-Si no quieres, no- la miró detenidamente de pies a cabeza- Tengo unas cuantas reglas que quiero que cumplas entonces: número uno, exclusividad total, no cogeras con nadie mas mientra yo sea tu sugar mommy; numero dos, no me pidas nunca que use condón y con eso viene incluido que ambas cuidaremos de nuestra higiene personal; numero tres, puedo ir aumentando las reglas se me da la gana,  numero cuatro, tengo pene, y numero cinco a partir de ahora vas a llamarme "mommy". ¿Crees que puedas cumplir con eso baby?

-Si mommy 

El restó de la noche no hicieron nada más que platicar y conocerse la una a la otra, Lauren le conto sobre su condición y en serio, solo estuvieron hablando de cualquier cosa que se viniera relacionada a la conversación entablada. Fue muy agradable para Camila, era un peso menos de encima, cuando se inscribió en esa gran página de citas tenía mucho miedo de que terminara citándose con un viejo o vieja depravado o depravada sexual que la secuestraría y le haría cuanta cosa pero no. Lauren resultó ser muy buena persona, muy amable y comprensible. Aunque si permitió que Jauregui le masturbase, al fin y al cabo estaba mojada y no iba a quedarse con tal problemita hasta llegara a su casa. 

Los dedos de Lauren, se movian lentamente sobre su clítoris, masajeando lentamente sus pechos y apretando con delicadeza.

Lauren pudo notar que Camila era lampiña mientras dejaba que sus dedos exploraran un poco sus partes íntimas, aunque la morena le pidió que por favor, no le metiera ningun dedo por su centro.

Aún así Jauregui disfrutó darle placer, su clítoris hinchado por la excitación y sus jugos se sentían excelentes entre sus dedos y manos y quizás lo mejor que pudo ver cada una de las caras que hacía su acompañante hasta que llego a su clímax y sus jugos salieron sobre su diestra. 

-Eso fue.... sorprendente- comento la menor con la respiración entrecortada y una sonrisa cansada en el rostro, Lauren alcanzó una caja de pañuelos para limpiarla y la mayor también se limpio la mano. 

-Bien puedes ponerte la ropa- dijo la mayor observando por la ventana las calles y ubicándose sóilo con eso en la ciudad, después revisó la hora en su lujoso reloj de muñeca, dándose cuenta de que quizás era un poco tarde- Creo que ya es hora de que te lleve a tu casa    

Camila estuvo a punto de decir que no, no estaba segura del porque. Aun estando expuesta ante ese sujeto, era demasiado agradable, tanto que le daba miedo así que antes de poder decir algo de lo que se arrepentiría después, se coloco la ropa lo más rápido que pudo sintiendo un cosquilleo recorrer toda su espina dorsal al tener la mirada de la mayor clavada sobre cada centímetro de su cuerpo. Por una parte eso le hacía sentir incomoda pero, extrañamente, por la otra le hacía sentirse bien, como si en verdad Lauren  la deseara. 

-Quieres salir otra vez conmigo en cita formal? Nada de connotaciones sexuales- pregunto la mayor rodeando sus hombros otra vez con el brazo después de que la menor se término de colocar la ropa.

-Sería lindo- respondió la morena con una sonrisa leve pero bonita, sin dejar de ver los labios de su acompañante. Esta entendió el mensaje, en parte porque en toda la velada no dejo de verle los labios. Se acerco y fusiono sus labios. Con la mano libre le sujeto por la mejilla para que no pudiera alejarse.