Capitulo 4: La fuente

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He llegado a la que sería mi lugar de hospedaje, aún no me encuentro satisfecha llamandole casa, es hermosa, sus paredes son color verde fresco con un lindo porche antes de la sala, le acompañan unas amplias tierras, ¿sera que disfrute vivir en ésta hacienda, o me sentirse como en la jungla? Jajajaja lo que si tengo seguro es que al menos tarzan ya no se sentirá solo.

Desempacar. Me siento frustrada en la orilla de la cama, estoy a punto de romper en llanto, abro la maleta que está encima de la cama y se me salta una lagrima, ésta cae en mi camisa favorita.

La puerta de la habitación está abierta, veo que se aproxima ella, ¿como dijo en el camino que se llamaba? Ah, cierto, Miriam.

- Toc, toc -cree que eso me parece gracioso- ¿Te puedo ayudar en algo?

No soporto hablar con nadie, y no quiero que ella esté aquí.

- Si necesitaría algo de ti, iría a buscarte ¿no crees? -no se me da mas que voltear los ojos y ponerlos en blanco, encerio estoy de mal humor.

- Ti... -suspira- tienes razón.... No quería causarte molestia.

Maldición! Que fue eso Nicole? Contrólate!

- No, no quise, yo... Eh... Disculpa no.... -con tristeza agacho la mirada- pasara de nuevo...

Ella se acerca ya está sentada a la par mía

- Hey nena, tranquila -su voz es tan dulce- ¿quieres que te muestre el lugar?

- Mis cosas... Las tengo que ordenar -contesto sin emoción alguna con la cabeza baja.

- Anda vamos -se levanta y me estrecha la mano- eso después lo hacemos juntas.

Ella me extiende confianza, su forma de hablar es tan amable, siento que me quiere brindar cariño, si no fuera así no estaría aquí.

Caminamos por todas partes, analizando cada detalle, recuerdo lo que Hanna trató de decirme, esto es ideal para crear mi mundo.
Veo un gran campo verde de llenos árboles, éste es mejor que la granja de los animales, debo admitir que ahí huele demasiado mal, tanto que mi nariz no le faltaban ganas de salir corriendo.

- Hay algo al fondo -susurro con ganas de curiosear. Me dirijo hasta donde ésta se encontraba.

- Te gusta? -me interrumpe Miriam mientras doy vueltas alrededor rozando mis manos.

- Está dañada -sigo susurrando- ¿sabes repararla? -volteo a ver cual es su contestación.

- Claro, -se encuentra sorprendida- tú y yo podríamos arreglarla -es una excelente idea- seguro que te encantará cuando quede lista.

Le sonrío y ella procede a sonreír también.

***************

¡Exausta! Exclamo mientras me tiro de aventón a la cama, ah sido un día muy largo, y la limpieza de esa hermosa fuente ah sido agotadora, ya veo en mi mente el esquema que hará el agua cuando salga por choritos y caiga en forma de cascada.

- Toc toc! -creo que está empezando a gustarme esa expresión- Nicole, Agus y yo no pudimos evitar hacerte un pequeño regalo por tu cumpleaños.

No sé que puedo contestarle, no me espero ningún regalo de ellos, de hecho de nadie...

- ¿Te gustan las fiestas pequeña? -es primera vez que escucho hablar a Agustín, "mi nuevo papá" y siento que me intimida un poco.

- Pensamos que talvez quieras conseguir algunos amigos, no lo haremos si no quieres -La señora Miriam siempre trata de ser emotiva eso me hace tranquila.

- Por hoy quisiera descansar, no es algo que quiera festejar.

¿Olvidar mi día de suburbios con una fiesta con chicos que no conozco o que es probable que nadie llegue? No quisiera rechazar sus buenas intenciones.....

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