Epílogo

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Diez años después...

Estaba completamente centrada en el lienzo en blanco que tenía delante. Cerró sus ojos, tratando de encontrar en su mente el fragmento exacto de aquel sueño que quería pintar. Cuando los abrió, cogió algunos colores, manchando su paleta de mezclas imposibles. Cogió un pincel grueso y comenzó a pintar aquel fondo. Verde, marrón, negro, algo de amarillo, algo de azul. Más marrón, más verde.

Pese a que había acabado la carrera de medicina, Clarke había decidido no ejercer finalmente, así que se había dedicado a la pintura, que era su pasión.

Durante un largo período de tiempo, fue incapaz de volver a coger un pincel. Pero después, se dio cuenta de que pintando era la única forma de mitigar ese dolor que se había instaurado en su corazón y que parecía incapaz de curarse.

Terminó todos los cuadros que estaban por acabar y había abierto una exposición en la "Zach Feuer Gallery", una de las galerías de pintura más prestigiosas de Nueva York.

De repente su teléfono comenzó a sonar. Bufó, limpiándose las manos todo lo bien que pudo en la bata que llevaba y descolgó, tratando de no manchar demasiado su móvil.

- ¿Sí? - Preguntó. Ni siquiera le había dado tiempo a mirar quién llamaba.

- Aquí tu agente ¿Te acuerdas de mí?

- Perdona Harper, de verdad, es que he estado liada... Ya sabes – Se excusó.

- Lo sé, lo sé. Te encierras en tu burbuja y no hay quien te saque de casa cuando te pones a pintar. Pero... ¡Tengo buenas noticias! - Dijo con emoción en su voz.

- Sorpréndeme.

- Redoble de tambores... Han comprado todos los cuadros de tu galería ¿No es increíble?

- ¿Qué? - Preguntó atónita – ¿La exposición completa?

- Todos, Clarke... ¡Todos!

- ¿Y quién ha sido? ¿Le conocemos?

- Al parecer es un tipo con bastante pasta...

- Debe tenerla si ha comprado más de cincuenta cuadros.

- Lo que no sé es donde los pondrá – dijo pensativa.

- Seguramente le sobrarán habitaciones donde colgarlos – Le contestó sonriendo.

- Esta tarde ha dicho que iría a por ellos... Y Clarke, sería conveniente que nos acercáramos a la galería. Al parecer ha sido un hecho insólito y quieren que firmes un nuevo contrato con ellos para tu siguiente exposición...

- ¿A qué hora?

- A las siete y media.

- Allí estaré.

***

Normalmente iba a la galería tratando de no llamar demasiado la atención. Le gustaba mezclarse entre la gente y escuchar las opiniones acerca de sus cuadros de forma anónima. Pero ese día iba arrebatadora.

Se había puesto un vestido de color negro que resaltaba sus curvas. Se recogió el pelo en un moño algo desecho que le daba un toque chic. Había pintado sus labios de rojo, de forma que el lunar de su labio resaltaba todavía más. Y para terminar, unos tacones de impresión.

Caminó atravesando la galería, escuchándose el eco que producían sus tacones hasta llegar al despacho del director general de la galería.

Dante Wallace era un hombre mayor bastante alto, delgado, con el pelo canoso y los ojos azules. Se rumoreaba que próximamente se jubilaría, dejando el negocio a su hijo Cage, pero sin duda, Dante era el artista de la familia. Había llenado durante décadas los cuadros de aquella galería, incluso ahora lo seguía haciendo.

Cuando Clarke había llevado sus primeros trabajos, el hombre había alabado su técnica. Adoraba esos paisajes verdes que pintaba la chica. Así que había decidido darle una oportunidad.

- Enhorabuena, Clarke – Le dijo nada más verla entrar a su despacho. En él estaba ya Harper, esperándola.

La chica se acercó a él, que le esperaba con la mano tendida y ésta se la estrechó – Muchísimas gracias, Señor Wallace. No habría podido hacerlo sin usted. Gracias por su confianza.

- La primera vez que vi tus cuadros, Clarke, sentí como si todo lo que pintaras existiera de verdad. Esto te lo has ganado tú – El hombre le acercó unos documentos y la chica les echó un vistazo por encima.

- ¿Esto está bien? Quiero decir... ¿Estas cifras?

El hombre rió – Te lo mereces.

- ¿Puedo firmar ya? - Preguntó mirando a Harper y ésta asintió con una sonrisa en el rostro – La chica depositó su rúbrica sobre aquellos papeles y volvió a estrechar la mano del hombre – De verdad, muchísimas gracias.

- Sigue cultivando ese talento innato que tienes, Clarke. Vas a llegar muy lejos.

De repente, unos golpes en la puerta del despacho hicieron que se giraran hacia allí para mirar quien era.

- Señor – Una chica de más o menos la edad de Clarke abrió la puerta – Está aquí, y quiere verla.

- Clarke ¿serías tan amable de acompañar a Maya?

- ¿Quién quiere verme? - Preguntó intrigada.

- La persona que ha comprado todos tus cuadros.

La rubia se quedó sorprendida – Claro, será un placer.

Caminó detrás de Maya hasta que ésta le indicó que el comprador se encontraba en la habitación de al lado. Clarke abrió la puerta y dio unos cuantos pasos, sintiendo como éstos retumbaban en la sala.

- Me han dicho que quería verme – Le dijo a la persona que se encontraba de espaldas a ella. Entonces se dio cuenta de que pese al traje de chaqueta que llevaba, su espalda perfectamente cuadrada, sus manos en los bolsillos y su pelo oscuro recogido en una coleta alta. Era una mujer.

Se acercó a uno de los lienzos expuestos y tocó la pintura con sus dedos - ¿Sabes? Cuando veo tus cuadros, es como si de verdad pudiera estar allí... Todo me resulta tan familiar...

Su cuerpo se paralizó por completo. Aquella voz...

La chica se giró y la miró, clavando sus increíbles ojos verdes en ella, haciendo que las piernas de la rubia flaquearan – Volvemos a encontrarnos, Clarke.

***

En aquella habitación, sólo se escuchaban los leves pitidos de la máquina que la monitorizaba en todo momento, cuando de repente, sus ojos se abrieron. Había pasado diez años de su vida en coma, sólo que todavía no lo sabía.

Una luz atravesó sus ojos.

- Reflejo motor. Normal – Escuchó decir a un chico bastante joven.

- ¿Constantes?

- El pulso es algo acelerado pero se mantiene dentro de los valores.

- ¿Estado del chip?

- ALIE está estable, señor.

Entonces Thelonius se acercó a ella con una sonrisa en los labios – Hola, Costia.

***

Y hasta aquí llegó Concussion :D Espero que os haya gustado el epílogo, creo que era muy necesario :P

Mil gracias de nuevo a todos los que me habéis leido, sigo alucinando con la acogida que ha tenido el fic. De verdad que no esperaba una respuesta tan grande por vuestra parte jajajajaja Y ahora por fin puedo responder a todas vuestras preguntas, así que si no os ha quedado clara cualquier cosa no tengáis problema en preguntarme :P

Os recuerdo que podéis seguirme en twitter para estar al tanto de todo lo que viene: @Superkoali, o bien en mi perfil de wattpad ^_^

Y sin más, me despido, aunque por poco tiempo... Así que (por si acaso) no borréis esta historia de vuestras listas porque puede que anuncie algo pronto :P

May we meet again ;)

Concussion (Clexa)Where stories live. Discover now