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La puerta se abrió de golpe, dejando a entrar a siete jóvenes cansados. La sala fue invadida por ellos, finalmente las actividades individuales se habían acabado. Ir a todos lados por uno mismo era muchísimo peor que ir en compañía, toda la presión sobre tus hombros y no tienes derecho a distracciones por mucho tiempo.

JaeBum decidió ir a la ducha, necesitaba relajarse un poco luego de un día totalmente estresante. Mientras el agua acariciaba su cuerpo agradece mentalmente porque todo esto haya terminado, le aburría realizar todo sólo, sin poder charlar a gusto con alguien. Recibió buenas críticas sobre los miembros, todos habían realizado un trabajo impecable, aquello lo llenaba de gozo y le demostraba que era capaz de ser un líder.

Salió de la ducha, cerrando ambas llaves del agua para tomar una toalla y secarse el cuerpo, rodeando esta misma a su cintura. Luego tomó otra más pequeña para secarse el cabello, dejándola colgada en sus hombros. Bostezo, deseaba ya lanzarse a su cama y dormir. Abandonó el baño, dándole paso a YuGyeom para que pudiera bañarse. Entró cómodamente a su habitación, tarareando alguna canción de un grupo femenino.

— Hola, JB.

Se sobresaltó, volviendo a la realidad. Junior estaba sentado en la cama que compartía con YoungJae, por la expresión que el menor tenía supuso que lo estaba esperando. Sonrió levemente como respuesta, tomando nuevamente la pequeña toalla para tratar de secar su cabello húmedo.

— ¿Qué haces aquí?

— Quería verte.

JB sonrió ampliamente, dejó la toalla sobre la cama para sentarse junto al menor. Pronto, JinYoung disminuyó la lejanía entre ambos, dandole un suave beso en los labios. Obviamente fue correspondido, aunque existía el temor en ambos que alguien osara entrar a la habitación de repente. Pero, finalmente luego de largas y estresantes semanas, podían estar juntos. La necesidad de ambos por estar más cerca tuvo mayor peso que la razón, el castaño se sentó en el regazo del mayor, transformando el beso a uno más apasionado.

Pequeños suspiros comenzaban a llenar la habitación, las manos de JaeBum se metieron bajo la camisa que Junior traía, acariciándole la espalda. Sentía su piel caliente y un tanto pegajosa, de seguro por el sudor de estar en movimiento todo el día y, ahora, por tenerlo cerca. El cuerpo del menor temblaba en sus brazos, mientras este le devoraba la boca en un beso lleno de sentimientos contenidos.

Al parecer, todos los miembros decidieron darse un baño, puesto a que se escuchaba incesantemente el sonido del agua cayendo al suelo para luego seguir un silencio, así sucesivamente. El líder tan sólo suplicaba que YoungJae fuese el último mientras sus labios bajaban al suave y apetitoso cuello de JinYoung.

Junior lo había extrañado, tanto que justificaba su locura por querer dejar escapar su pasión por JB en un momento como este. Pero no podía evitar ceder a la locura, lo había necesitado tanto. Era tan difícil si quiera tomarle la mano que momentos como este eran una oportunidad única. Pensó en definitiva que se convirtió en un demente, mientras el mayor lo recostaba en la cama, desabotonando su camisa.

Esto era mucho más excitante que lo sucedido en la cabaña. Aquí podían ser descubiertos en cualquier momento, no podían evitarlo a menos que actúen rápido. Pero no deseaban hacerlo, querían ser lentos, disfrutar de la adrenalina que enciende y recorre sus cuerpos, que los incita a realizar tales actos prohibidos.

Pronto la toalla que cubría la parte baja del mayor apenas le cubría el trasero y los pantalones de Junior estaban a la altura de sus muslos. Ambas extensiones estaban erectas y necesitadas de atención. El menor apoyó sus manos en el colchón para quedar sentado sobre los muslos de JB mientras este tenía sus rodillas apoyadas sobre la cama. El primero en proceder a las caricias fue JinYoung, el cual tomó el miembro del líder para comenzar a masajear, moviendo su mano en un vaivén de abajo hacia arriba. Un pequeño gruñido fue la respuesta que el mayor le dió, besando ambas clavículas marcadas del moreno.

— JB, debemos parar... —. Junior ahogó un gemido, sintiendo que el mayor comenzaba a masturbarlo. — YoungJae llegará en cualquier momento.

— Pero no podemos. —. Unieron sus labios en un apasionado beso por algunos segundos, acallando suaves gemidos y gruñidos. — No puedo detenerme, JinYoung. Te necesito...

— Dios, yo también. —. Los movimientos de su mano era más veloz, haciendo que Jae Bum le mordiera el hombro para no gemir. — Realmente te necesito. Pero...

El mayor no deseaba escuchar ningún "pero", no ahora. Por eso mismo volvió a besarlo, deslizando su mano continuamente sobre la extensión del contrario. Nunca antes se había sentido tan bien durante la masturbación, cada movimiento le llevaba a un escalón más alto para llegar al paraíso. No se reconocía a sí mismo, nunca antes había cometido una locura como esta, tampoco aquella en donde ambos escaparon. JinYoung lo estaba volviendo loco en definitiva, tan sólo con que él le mirara perdía la razón. Se preguntaba una y otra vez qué clase de habilidades poseía Junior para tenerlo a su merced, jugueteando con la lengua de este en su boca. Estaba extremadamente caliente, tenía asegurado que la masturbación no sería suficiente para calmarlo.

En el departamento no se escuchaba mucho bullicio, pero ambos estaban sumidos en su mundo de pasión y placer, fundiéndose lentamente en un solo ser a pesar de no estar unidos como tal aún. Las manos realizaban un movimiento con mayor velocidad, acercándolos al cielo. Si no fuera por los besos que compartían la habitación sería una continua oleada de gemidos y jadeos, delatándolos en seguida. Pero nadie los oía, todos estaban sumidos en sus asuntos que la atmósfera ardiente en ese cuarto no les afectaba en lo absoluto.

Se escuchó una puerta abrirse pero ambos estaban tan nublados por el placer que no oyeron nada. Cada vez se sentía mejor, no podían dejar de complacerse, menos dejar de mirarse. Sus ojos transmitían más sensaciones que los mismos gemidos podían, la situación era cada vez más excitante. Ya no controlaban el ritmo con que se masturbaban mutuamente, pero era el perfecto para hacerlos gozar. Gotas de sudor bajaban por el pecho de JinYoung y otras por la ancha espalda de JB, faltaba poco para llegar al tan anhelado clímax.

Otro beso se llevó a cabo, ahogando esta vez gemidos más fuertes. No pueden contenerse más, necesitan dejar salir todo lo que tienen guardado. Tampoco pueden detenerse, ni lo desean, están a punto de llegar al final como para hacerlo. Dejaron de besarse, añoraban verse al momento de acabar con esto. Fue rápido pero increíble, ambos dejaron fluir el placer y llegaron al clímax. JB fue astuto y tomó la pequeña toalla, cubriendo sus intimidades para que el esperma no los ensucie. Una deliciosa corriente eléctrica los recorre de pies a cabeza, haciéndolos temblar mientras se descargan un poco más, soltando sus miembros.

Apenas un par de golpes y la puerta se abre. Ambas miradas van en dirección a la única entrada y salida a la habitación, YoungJae estaba allí.

Eres Mío, Hyung ; BNiorWhere stories live. Discover now