Capítulo 25: Quedate

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Narra Harry

Mis ojos se tornan acuosos y el puñado de sentimientos arremolinados en mi pecho hacen que se me haga más difícil procesar lo que esta ocurriendo en estos instantes.

Mi corazón se encoge al verla recostada en una camilla a mi lado, tan débil, como una sensible muñeca de porcelana.

Pobre chica - murmura el Doctor Liautaud mientras la observa con pena.

Su cabeza esta vendada como la mía pero la suya contiene más tela. Tiene instalada una cuellera para que no mueva su cabeza hasta que la inflamación baje y su cráneo tenga mas fuerza. Trae una bata de hospital como yo y claramente se puede ver que en su interior esta su estomago vendado. Varios cortes se hacen presente por su cara y brazos.

Una lágrima rebelde sale de mi y recorre libremente mi mejilla derecha, estoy llorando, estoy llorando por la chica que alguna vez había comenzado a atraerme, estoy llorando por la chica a la que alguna vez lastimé y terminé arrepintiendome hasta la mierda, estoy llorando por la chica que me salvó la vida.

¿¡Porque tiene su estomago vendado!? - dice alarmado el doctor mientras yo sigo soltando lágrimas silenciosas - ¡Enfermera!

Limpio mis lágrimas con el dorso de mi mano y me fijo en lo que esta ocurriendo.

¿Que sucede? - pregunté con la voz levemente quebrada y comenzando a preocuparme.

Su herida - comenzó - no debe estar cubierta... Tiene que estar descubierta para que vaya curándose poco a poco... Por eso la infección esta avanzando y no cesando, necesita aire.

Diga señor - llega la enfermera agitada por correr.

Quiten le la venda que esta en su estómago, necesita aire si no, no curará - masculla el Doctor.

La enfermera unicamente asiente con la cabeza y se dirige a donde Jamie. La enfermera levanta su bata al nivel de su pecho y desenvuelve la tela alrededor de la herida.

Mama se acerca a mi y pasa una mano por mi espalda en un acto de animos hacia mi y observa como mis ojos se vuelven acuosos de nuevo.

Mi corazón se estruja con violencia al ver su herida toda manchada con sangre seca, lágrimas comienzan a caer nuevamente y en ese momento no intenté ocultarme, un sollozo sale de mi garganta y no trato de detenerlo. Me duele ver como esta.

Su herida deja ver su carne y varios puntos rojos se hacen presentes cada vez que la enfermera pasa con delicadeza un pañuelo húmedo, varias partes de la herida tienen un leve color amarillento por el pus que a provocado la infección.

Tienes que vivir Jamie, tu puedes hacerlo, se que puedes, quedate, no te vayas, quedate aquí... No me dejes.

(...)

Después de que la enfermera, Mama y el Doctor Liautaud se fueran, me quede observándola... Su cuellera había desaparecido y su cabeza se encontraba levemente inclinada en mi dirección. Sus párpados están tiesos como si la vida no pasara en ellos y una escalofrío me recorre el cuerpo nada más por pensarlo.

Comienzo a rezar en silencio, rezo por su vida, porque se que es fuerte y lo puede lograr, porque es joven como yo y tiene toda la vida por delante y que ya no estará sola, porque yo quiero acompañarla.

Termino de rezar, abro los ojos y ahí la encuentro como siempre, en la misma posición con sus manos sobre sus estomago, parece una princesa durmiendo.

La bella durmiente

Una sonrisa me asalta y bajo la mirada a mis manos, me encuentro sentado de costado, frente a ella, observandola como el ser mas hermoso de la Tierra y eso es lo que es para mi.

Quedate Jamie - susurro para ella - quedate, no te vayas, no podría vivir en paz si se que te fuistes por mi culpa, se que lo que te hice estuvo mal y que no me perdonastes la primera vez pero... - trago con dureza - pero te quiero aquí, tu me salvastes y siendote sincero aun no lo creo - sonrio con melancolía - solo no quiero que te vayas y me dejes - susurro con la voz quebrada, me estoy rompiendo y cayendo en pedazos - quedate - repito por tercera vez.

La observo por ultima vez y me acomodo en la camilla. Mañana nos trasladarán a una habitación y la pondrán a mi lado, porque así lo pedí. Le hecho una ultima mirada y cerré los ojos... Quedándome tristemente dormido.

Al día siguiente...

Me levanto, estoy somnoliento, miro a mi alrededor y sigo en la sala de emergencia. Mama esta a mi lado dormida con la mano levantada y su cabeza recostada en ella. Su terrible aspecto a cambiado, se ve mejor y se que a estado mas tranquila al ver que me encierro en recuperación y que saldré pronto. Pero no puedo decir lo mismo de Marta, parece que él estado de su hija le afecta más a ella que a Jamie y eso me estruja él corazón.

Observo a la chica a mi lado y sigue igual de como la vi ayer. Ninguno de sus dedos en movimiento ni los párpados temblando como cuando unos sueña, nada.

Mama y Marta despiertan y me dicen que van por un café y me ofrecieron pero no quise y no quiero hacerlo.

Me quedo mirando él techo y no se por cuanto tiempo estuve de esa forma hasta que él Doctor Liautaud llego acompañado con varios enfermeros.

Los llevaremos a ambos a una habitación - murmuro él Doctor.

Yo asentí y comenzamos él viaje. La camilla de Jamie iba pegada a la mía y en ese momento deseé tomar su mano y como si ella me hubiese escuchado a través de la mente, su mano se deslizó fuera de la camilla dejándola en él aire y sin importarme nada, la tomé.

Entrelace mi mano con la de ella, estaba fría, pálida y suave y en ese mismo momento un recuerdo me vino como rayo. Cuando entrelazamos nuestras manos por tratar de agarrar aquel centavo y cuando la vi a los ojos por primera vez, esos ojos ____(tcdo) que me mataron al instante y que ahora no puedo vivir sin ellos.

Con mi dedo pulgar tracé pequeñas caricias en él dorso de su mano.

La necesitaba, me gusta Jamie, no puedo negarlo y a pesar de que aun no me a perdonado, la quiero como a nadie.

Why You Love Me? ||Harry Styles||Où les histoires vivent. Découvrez maintenant