Dijiste que estarías siempre para mí...
¿Cuando cambió todo?
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-¿Porque has hecho esto? ¿Acaso no eras mi amiga?- murmure con lágrimas en los ojos.
-Te mereces esto y más...
Los rayos de sol se filtraban a través de la ventana, froto mis ojos con pesadez, deseando poder dormir todo el día, pero me veo obligada a levantarme cuando mi puerta se abre bruscamente y de ella pasa una muchacha de rizos rubios.
-¡Arriba! ¡Hoy es el frabulloso día!- grita Alicia, mi compañera de cuarto y amiga, río al recordar su nombre y la palabra que ha dicho. Si hoy es, el frabulloso día.. el día que volvería a mi casa después de 7 meses de ausencia.
Recordar todo lo que pasó hace que sienta mis estómago revolverse mientras siento la presión de su cuerpo cuando se tira encima mío.
-¡Vamos! ¡Vamos! ¡levantate!- grita mientras zarandea mi cobija
-¡basta Alicia!, no es algo que celebrar-jalo de la cobija intentando zafarme de ella.
Y no podría estar más en lo cierto... No había nada que celebrar...
Siete meses atrás
Habían transcurrido una semana desde que presencié la infidelidad de mi novio con Lux, no recibí explicaciones por parte de esta, y no volví hablar con Theo, pero envió a su hermana Alicia, con la que había mantenía una buena amistad, a decir que lo perdone por lo que hizo, pero después de explicarle a ella lo que había sucedido, se alejó de él y se convirtió en la única persona en la cual confiaba, dos semanas después Alicia y yo nos mudamos a un pequeño departamento a en el centro de Michigan e íbamos a la misma Universidad, nunca les explique a mis padres lo sucedido con Lux o con Theo, simplemente hable de mi ruptura con el a mi mamá, me despedí de mi padres y no pensé nunca en mi regreso. Aún no he superado el dolor que me provocó todo, decir que lo he olvidado sería mentirme a mi misma, pero trabajé duro y seguí adelante.
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Actualidad
Y ahora debía regresar para las fiestas de Navidad, aún con mi mente hecha un lío le había prometido a mi mamá que regresaría para estas fechas. Alicia prometió lo mismo, así que por lo menos no estaría sola.
Veo los copos caer a través de la ventana cerrada, siempre había adorado ver caer la nieve, pero ahora ya ni eso causaba en mí la misma sensación. Alicia conduce despacio, siempre le he cuestionado que conduce como su abuelita, a lo cual ella simplemente me mostraba el dedo medio. Faltaba como media hora aún para llegar, me recoste mejor en el asiento, mientras veía el parabrisas ser cubierto por finas capas de nieve...
- perdón, no quise lastimarte ¡vuelve!-
-¡Hey!- me levante sobresaltada por el movimiento en mi brazo, parpadee varias veces antes de enfocar mi vista en Alicia, otra vez ese sueño, mi corazón latía agitado y el frío me carcomía los huesos -despierta dormilona, ¿estas bien?- su mirada me estudiaba, asentí a modo de afirmación.
-sí ¿ya llegamos?-
-si, cuidado al bajar-
Alicia salió de la camioneta, rodeándola llegó hasta la puerta donde se encontraban mis padres, salí cautelosamente no sin antes fijarme en la imagen que se producía en el espejo lateral del auto, no había cambiado mucho en este tiempo, sólo había cortado mi cabello y teñido de negro, tal vez había perdido algo de peso pero nada que para mi representará gran cambio. Me encamine a ellos, mi mamá formó un gran círculo con sus brazos, cuando llegó a ellos me abrazó tan fuerte que sentí mis brazos tronar. -yo también te extrañe mamá- me abrazó más fuerte como si fuera posible, sentí otro peso sobre mi espalda, era mi Papá quien se sumó al abrazo.
-¿Y como te va en la Universidad?- preguntó mi Papá cuando se nos unió en la mesa.
-Todo está bien-
No volví a cruzar palabra con él, la cena había transcurrida tranquila, Alicia se había marchado después de cenar. Subí las escaleras un paso a la vez, como no queriendo llegar a mi destino. Una vez en mi cuarto los recuerdos me llegaron de golpe.. me recoste en la cama mientras sentía mi corazón estrujarse por los recuerdos. A los minutos llego un mensaje de Alicia.
"En casa, con el estúpido de tu ex y por desgracia mi hermano"
-¿siguen juntos?- pregunte al instante.
"Te encanta ser masoquista ehh"
No quería darle razón, pero la tenía.
"Se que no responderás, así que si, aquí está la pendeja esa"
Pd: esta gorda y fea, tal vez este embarazada.
Hubiese querido que esas palabras no me afectarán tanto. Cerré mis ojos con fuerza esperando que el sueño llegara, aunque fuera por unos minutos.
