Capitulo 31.-

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Olivia

Abrí los ojos recostada en la cama de mi habitación, estaba algo confundida por lo que había pasado, había perdido la noción del tiempo que pase encerrada en mi mente, me sentía extraña ajena a mi propio cuerpo, tome mi teléfono del buró y mire la fecha “viernes 15 de agosto del 2024 6:00am” había perdido por lo menos dos semanas de conciencia más o menos.

—Genial, dos semanas de mi vida tiradas a la basura— hable para mí misma, tenía muchas dudas, ¿Por qué había regresado? Lesat cumplió su misión finalmente.

—Hija baja a desayunar, se te hará tarde para la escuela— escuché a mi madre gritar a lo lejos — me vestí tome mis cosas y baje a tomarme un baso de jugo por lo menos, no tenía hambre.

—Buen día mamá — la abrace al verla — te extrañe.

—¿Olivia...?— me tomo el rostro para examinarme — ¿Lesat se fue?

—Eso parece— sonreí— es genial volver a casa.— note que se molestó a ella no le agrado la idea que su hija muerta hace cientos de años se fuera— nos vemos más tarde.— tome mi mochila y sali de casa, no entendía que pasaba, a pesar de que seguía en mi cuerpo Lesat no me permitía ver ni escuchar muchas cosas, ¿Seguirá en mi cabeza?—Hola... ¿Lesat me escuchas?

—Si alguien mas te viera, creerían que estás loca — voltee rápidamente al escuchar su voz por instinto corrí hacia el y lo abrace fuertemente.

—Te extrañe...— fue todo lo que puede decir, sentía que si seguía hablando me pondría a llorar.

—Yo a ti— me beso en la frente — todo se acabó — susurro y volvió a enredarme con sus fuertes brazos.

—Se nos hará tarde para la escuela.

—¿Quien dice que iremos? — me sonrió y tomo mi mano, subimos a su coche y comenzó a conducir, la carretera comenzó a parecerme bastante familiar.

—Liam ¿Por qué vamos al palacio?

—No vamos al palacio, vamos a un lugar que está cerca del palacio que te quiero mostrar.

Después de varios minutos llegamos, estacionó el auto y bajamos un sendero de tierra entre los árboles  hasta llegar a un pequeño lago, con algunos patos nadando en el. Bajo un gran árbol ya había un par de sabanas en el pasto, algunas charolas de comida y bebidas.

—¿Lista para la mejor cita de tu vida? — le sonreír y caminamos hasta el árbol, nos sentamos sobre las sabanas a admirar la vista del lugar.
—¿Que vamos a hacer todo el día? — me recargue en su hombro— son las 6:40 de la mañana, creo que madrugamos demasiado para una cita.

—Podemos dormir, tenemos suficiente comida para el resto del día, agua, bebidas snacks...

—Entiendo el punto, pero... ¿Y el baño?

—Creo que no se me ocurrió— reímos juntos y nos recostamos en las sabanas.

—Es silencioso— miraba como las hojas del árboles movían con el viento, el olor a césped era como si le dieras mil años de vida a tus pulmones, nunca me había sentido todo tan en paz en mi vida y sin percatarme me quedé profundamente dormida.

—Olivia...— escuchaba mi nombre como un susurro— hola...— abrí los ojos encontrándome con Ruth sentada en el pasto, me levanté casi de un brinco y la abrace— tranquila— rió un poco ante mi reacción.

—¿Cómo?...Ruth tu estás...

—Muerta, lo sé — limpio mis lagrimas— solo quería decirte que estoy bien, deja de llorarme y hacer tonterías como dejar entrar un espíritu a tu cuerpo, morí salvando a mi mejor amiga y solo eso importa, no te preocupes más. ¿Entendido?

— Entendido...

— Me tengo que ir, siempre estaré a tu lado Liv— abrí los ojos y lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas, busque a Liam con la mirada y se encontraba dormido a mi lado, mire la hora y la siesta que para mí fueron cinco minutos se habían convertido en casi seis horas de sueño.
Paso el tiempo y después de despertar a Liam comimos y  nos divertirnos juntos, Liam me cantaba canciones con una guitarra que traía en el auto, según el cantaba bien, aún que su canto era de dudoso procedencia, corrimos como si fuéramos niños, nos contamos cosas que tal vez ya sabíamos pero acabamos volverlas a escuchar y así el día se fue de prisa, la noche comenzó a caer.

—Olivia, te amo— dijo al sentarse junto a mi después de encender la fogata — te amo y siempre lo haré toda mi eternidad— me beso en los labios como nunca lo había hecho, era un beso lento pero que encendía cada parte de mi.

—También te amo — le respondí susurrándole en sus labios para después volver a ellos, sus manos recorrían mi cuerpo y el tiempo se detuvo, solo importaba este preciso momento en que nos amamos en cuerpo y alma.
Permanecimos recostados en las delgadas sábanas, mi cabeza estaba recargada en su pecho así que podía escuchar su respiración, solo la luz de la luna y unas pequeñas linternas que llevamos iluminaban el lugar.

—Podría ser hoy el fin del mundo y no me importaría si estoy contigo—  rompió el silencio que había y beso mi cabeza. — quiero que hagas algo...

—¿Que? — me senté al igual que el

— Investigue algo en un libro de hechicería y quisiera que lo hagas conmigo — dude un poco pero accedí, Liam se pincho un dedo dejando caer un par de gotas de su sangre en mis manos. — repite esto Libertatem virtutis meae illustra.

—Liam no funcionará...

—Cierra tus ojos y hazlo, no perdemos nada con intentar.

—Ok...— me sentía un poco tonta pero lo hice — Libertatem virtutis meae illustra— abrí un ojo viendo que nada había cambiado — lo vez te lo dije... — cientos de mariposas rojas salían del árbol aciendome tragar mis palabras, parecían luciérnagas,emanaban su propia luz parecía un cuento de hadas — es hermoso—  susurré, me puse de pie enredada en una de las sabanas, Liam me observaba con una sonrisa en sus labio — ¿Como es posible? — lo mire mientras una mariposa se pasaba en mano.

—La sangre de los hechiceros corre por tus venas, así que puedes hacer esto y más— saco su teléfono y puso perfect de ed sheran , se vistió me pasó mi ropa la cual la puse rápidamente y extendió su mano— ¿Me concede está pieza señorita — hizo una reverencia.

—Con mucho gusto joven— tome su mano y comenzamos a bailar al ritmo de la música mientras todas las mariposas volaban a nuestro alrededor — Gracias — me recargue en su pecho

—¿Por qué? — recargo su barbilla en mi cabeza

— Por darme el mejor día de mi vida.

—Lastima que termino— esa voz hizo que se me erizará la piel, voltee rápidamente encontrándome con ella

—Casandra...— susurré al verla.

—Liam, es hora — ¿Hora? Mire a Liam confundida, no entendía que pasaba.

—Lo siento Olivia ...

Black ParadiseWhere stories live. Discover now