|Capítulo Narrado|

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Capítulo narrado por: Georgina

Tenía todo perfectamente calculado. Hoy, oficialmente, moriría.

Le dije a mamá esta mañana que me sentía mal, lo cual no era sorprendente, ya que me enfermaba fácilmente debido a un "mal" con el que nací.

Ella dijo que llamaría a la escuela y me regañó por no cuidarme. También dijo que volvería tarde del trabajo, y que tú llegarías antes que ella, ya que ibas a un trabajo en equipo y de ahí irías directo a casa.

Se despidió con un beso en mi mejilla y con un "Hazte una leche con chocolate o unos panqueques".

Justo cuando salió, tu papá llegó y te gritó para que salieras. Saliste con unos jeans y una polera de la preparatoria donde asistías. Te despediste con un simple adiós y te subiste al auto nuevo de tu padre, para luego, junto a mamá, irte.

Como hoy era mi último día en el planeta tierra, decidí vivirlo al máximo. Abrí el refrigerador y me hice una leche con chocolate al ritmo del disco de "¡Uno!", de Green Day.

Después, fui a mi cuarto y saqué mi reserva personal de dulces y recuerdos de una caja oculta debajo de mi cama. Leí todos los papeles y notas que me habían enviado mis mejores amigas de la infancia, y después de un rato, tomé mi teléfono y las llamé a ambas.

Nos divertimos unas cuantas horas, pero tuvimos que colgar, ya que ambas se dirigían a clases. Ellas se quedaron en secundaria en mi antigua escuela, y debido a eso, casi no nos vemos.

Después de colgar, me dediqué a acabarme mi reserva y a leer mi libro favorito, Las ventajas de ser invisible.

Luego, revisé la hora. Eran las 2:30 de la tarde. Probablemente saldrías de la escuela a las 3:30, y considerando que comerías y luego trabajarías con tus amigos, llegarías a las 8 a casa. No me sorprendería si salieran a cenar todos juntos y te llevaran a casa a esa hora.

Decidí esperar hasta el atardecer para morir. El atardecer era hasta las 7 de la tarde. Aún quedaba bastante por hacer.

En mi escuela nosotros ya habíamos salido, así que le envíe un mensaje a Pedro para pedirle la tarea.

"Hola"

"Hola, ¿por qué faltaste hoy a la escuela?"

"Me sentía de la mierda. El estómago me dolía un montón y casi vomitaba. Me dejaron quedarme en casa"

"Oh. Espero te mejores"

"¿Dejaron tarea?"

"Sorprendentemente, no. Buen día para faltar a la escuela. Aunque te perdiste algunos apuntes de Inglés, Biología y Matemáticas. Mañana te los paso"

"Gracias bro"

"Debo irme, mamá me llama a comer. Bye"

"Bye", finalicé.


Genial, pensé, no tendré ningún pendiente antes de dejar esta vida.

Tomé dos paquetes de palomitas y los metí al microondas. Una vez estuvieron listos, busqué algo interesante que mirar. Para mi suerte, un maratón de películas estaba planificado hasta las 6:30.

Las primeras eran de Harry Potter, mi saga literaria favorita, luego le seguían las primeras dos de Star Wars, y para finalizar, Orgullo y Prejuicio, una película que me interesaba ver pero que nunca pude hacerlo.

Me quede embobada mirando la televisión por muchas horas, disfrutando del dicho maratón. Finalmente, era la hora de ver Orgullo y Prejuicio.

Querida hermana mayor  Where stories live. Discover now