Capítulo 1: La difícil vida de una chica.

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Eran las 7:15 de la mañana, la cama estaba algo alborotada, valla que la noche anterior fue algo agitada pues sobre ella había 2 chicos no mayores de 22 años que aún dormían pacíficamente. Astrid, una chica de cabello rubio y hermosos ojos azules, fue la primera en despertarse, e intentando no despertar al muchacho que dormía junto a ella, tomo un cepillo para cabello que estaba sobre una cajonera junto a la cama, en silencio logró escabullirse hasta el baño para poder arreglarse un poco, una cepillada rápida a su cabello, acomodar sus pechos para que se vieran más firmes, enchinar un poco más sus pestañas y poner un poco de pasta de dientes en su boca, por si acaso. Hecho esto regresó a su cama guardando el mismo silencio que cuando se había levantado; volvió a recostarse cuidando no despeinarse o arruinar algo de lo que acababa de arreglar, en ese momento el chico también se despertó.

-¿Cómo es posible que luzcas tan bien en la mañana?- Pregunto el muchacho un tanto confundido y aun un poco somnoliento.

-¿Enserio?- respondió la chica sonriendo y simulando no haber hecho nada para estar así, esperando algún cumplido por parte del otro, pero este simplemente se limitó a levantarse sin decir una palabra más.

Ya de pie ambos, Astrid procedió a preparar un desayuno.

-Ya tengo que irme- Dijo el muchacho tomando sus cosas y dirigiéndose a la puerta.

-Pero te he preparado el desayuno- Respondió Astrid sosteniendo el sartén en el que preparaba dicho desayuno.

El chico lo pensó un momento y se sentó a desayunar con la Rubia. Mientras servía el desayuno la chica hablo.

-¿Oye Nod no te gustaría acompañarme a la boda de una amiga? Tendrán algo de comida vegetariana, ya lo consulte-

-¿Una boda?- Al él no le gustaba la idea -No creo, suena demasiado serio-

Astrid guardo silencio un momento, esa respuesta la había decepcionado un poco.

-Creí que después de 1 mes teniendo sexo ya iríamos enserio- aclaró la chica en un tono un poco sarcástico.

La cara que puso el chico ante dicho comentario le dijo que estaba equivocada, al parecer ella era la única que iba en serio con dicha relación.

Al terminar de desayunar el chico se retiro.

-Si quieres tener sexo sin compromisos llámame- Dijo Nod, despidiéndose de Astrid en la puerta de su departamento.

-Gracias, eso es muy considerado de tu parte- Respondió la rubia con una sonrisa forzada, viendo como el muchacho se retiraba, realmente estaba decepcionada.

"¿Acaso los hombres solo piensan en eso?" pensó mientras regresaba a su departamento, pero antes de entrar por completo, vio como su nuevo vecino Hipo Hadock salía casi desnudo del departamento del frente (y digo "casi desnudo" porque al menos tuvo la decencia de sujetar una toalla para cubrir su miembro). Astrid se sorprendió pero no dijo nada, no era "muy común" que alguien saliera así a recoger su periódico en la entrada de su casa, es más NADIE hacía eso. Hipo notó la presencia de la rubia pero como si no le importará el cómo estaba solo le hizo una seña con la mano que sostenía el diario para saludarla y al escuchar como una chica lo llamaba para que regresará con ella entró de nuevo a su departamento. "Y eso responde mi pregunta" pensó Astrid cerrando la puerta.

Al ver el reloj se apresuró a cambiarse de ropa y salió de su casa rápidamente, pues ya era tarde y debía ir a trabajar. Camino a su trabajo llamó para contarle lo ocurrido a Rapunzel, su mejor amiga desde que tenía memoria, quién en ese momento se encontraba poniendo los últimos detalles a la invitaciones para su boda.

Contando a mis exOù les histoires vivent. Découvrez maintenant