CAPÍTULO I

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Mis padres se habían divorciado cuando yo era una niña: mi padre obtuvo un ascenso en el trabajo y debía ir a España para desarrollarse mejor profesionalmente, pero mi madre no quería 'abandonar' a su hermana: mi tía Carolina, y su cuñado... El presupuesto económico no alcanzaba para llevarlos con nosotros. Asi que luego de una grave discusión ambos decidieron que lo mejor sería que nosotras nos quedemos en Argentina, donde nacimos mis padres, mi tia y yo.

Desde ese entonces mi vida cambió, fue duro crecer sin él. Lo hechaba tanto de menos que a la edad de 11 años, como regalo de cumpleaños le pedi a mi mamá que vayamos a visitarlo. Para ese entonces, ella estaba bien de salud y la idea de que ella fallecería 5 años más tarde era totalmente loca e inimaginable.

Ella, Delilah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora