JAKE, EL CHICO DE MIS SUEÑOS.

Capítulo 3.

Sí bien quedaban dos semanas para el baile primaveral, Helen quería que todo fuera preciso, hasta el más mínimo detalle tiene que verse increíble. Yo era la clase de hada madrina esclavizada, todo lo que ella pedía se lo concedía.
Tuve que hablar con el conserje o más bien convencerlo de que nos hiciera un escenario al estilo teatro, después de eso viajé dos horas al campo y conseguir grandes troncos de robles e hice sillas para el rey y la reina del baile, todo se veía orgánico y primaveral, justo como Cruela lo pedía; al tronco le pegué ramas de árboles, tenía luces led amarillas que simbolizaban luciérnagas, la corona de los reyes y reinas estaban hechos de unas hojas llamadas "laurel"—algunas personas las usan de modo aromatizante y decorador para sus pastas.— que pinté de dorado, habían dos juegos de luces blancas que al momento de que se sienten prendería y los iluminaría, siendo estos los más destacados.
Todo se veía perfecto, incluyendo el arco vacío que unas horas antes de la fiesta sería llenado de rosas blancas y rojas, a un lado del escenario habían mesas largas con manteles rosa pasteles, un gran bol vacío para el ponche y en medio habían preparaciones florales artificiales, todo se veía muy lindo, lo cual me hacía sentir orgullosa de lo que hemos logrado.
Faltaba algo y tendría que hacerlo el miércoles; globos con helio que seguramente debían estar en el techo del gimnasio con amarras, sería una clase de recuerdo que todos se llevarán, esa idea fue de Helen.
Aunque creo que mejor lo dejaré para la otra semana, ya que quedarán sin helio para ese entonces.

—Bien chicos, nos vemos el día miércoles para los últimos detalles.—Helen sonrió satisfecha.—recuerden que sí desean pueden traer a alguien anexo a la escuela.

Todos se miraron emocionados, menos yo, este tipo de cosas no es lo mío ya que soy la típica chica que no conoce a nadie más que su familia. No tengo amigos. El viernes me limitaré a fotografiar a las personas para mi blog y el diario escolar, el cual simplemente actualizaba por diversión.

...

Llevaba un vestido fuera del tema principal, no parecía primaveral, más bien uno de velorio, negro con encaje en la zona del pecho y hombros. Al momento de entrar al gimnasio quedé asombrada con lo que habíamos conseguido hacer, era digno de una gran fiesta de personas adineradas. Y lo más evidente era que todos disfrutaban de lo cómodo que se veía, luces que parecían salir de todos los lugares posibles, globos que flotaban y se mimetizaban con todo, el arco de rosas, la música entraba y salía de mis oídos, gente bailando al compás de la música...todo parecía ir de acuerdo al plan.

El flash de la cámara se encendía para iluminar a personas sonrientes, saqué infinidades de fotos, todos lucían felices.

Helen llegó con su pareja, quien a mi juicio es algo abrumador, el capitán del equipo de fútbol, quién tiene una mala reputación. Los fotografié tres veces de distintas maneras, se le veía feliz...pero más feliz soy yo al ver al chico de melena dorada en un elegante traje negro...¡Jake Hoffman está aquí! Inevitablemente presioné el botón y ¡PUM! Accidentalmente fotografié al amor de mi vida.

—¿Qué haces aquí?—cuestioné, yo no le había invitado.—¿quién te invitó?

Hablar, quién dijo que hablaríamos, nadie, en especial cuando te toman del brazo y te obligan a ir a la pista de baile...no sé bailar.

—Te preguntarás qué demonios hago aquí...La razón eres tú, no dejaría que te perdieras esto.—se sinceró mientras que descaradamente posaba sus manos en mi cintura.

La música se relantizó a mi alrededor mientras que yo involuntariamente posaba mi cabeza en el hueco de su clavícula y mis brazos estaban delicadamente en los hombros de Jake, quién sólo me hacía sentir mareada.
El chico de cabellos dorados e intensos ojos azules me tenía presionado hacia él, me zarandea de un lado a otro con la intención de hacerme bailar, lo único que le falta era que me haga pisar sus zapatos y moverme junto a él, sí, como Edward Cullen y Bella. Qué cliché.

Todos nos miraban, como sí no creyeran que esto fuera real, que la sombra de Helen pudiera estar en una situación así; porque yo para ser sincera, tampoco lo creía posible.

...

Estábamos en mi cuarto, recostados en el suelo mientras observábamos el techo. No sabía de que hablar con él, por lo general teníamos varios temas de conversación, siempre y cuando no se tratase de su familia.

Les contaré, pero sin que él se entere. Me mataría.

Él no tenía las oportunidades que yo sí poseo, una buena educación y una casa en la cual puedo estar sin que mi malvada madrastra me joda. En ese caso sería padrastro, Jack tenía constantes peleas con él, amenazas y una mala vida, su madre claramente nada hacía; hasta que un día su hermano mayor lo metió en problemas por robar un auto de un estacionamiento. El fiscal dejó a su hermano en la cárcel por diez años, y a Jack lo llevó a un hogar de menores, luego de eso pasó a un orfanato, en el cual estuvo hasta los dieciséis años; debido a que una generosa y buena pareja lo adoptó. Clarie nunca pudo concebir y se dió por estéril, a los cuarenta decidió que una buena idea era adoptar ¿y qué mejor que darle una oportunidad a un chico como Jack?
Hasta el día de hoy se podría decir que su pasado lo persigue, trata de no cometer los mismos errores, pero siempre recae en una que otra cosa, se pelea y es un poco agresivo, pero conmigo es todo lo contrario.

—Creo que deberías irte ya, es tarde.—supliqué, pero me hubiese gustado que se quedara, pero mi padre se volvería loco.

—Hablando de irme, creo que ya es hora de...desaparecer.—dijo frío y sin un ápice de sentimientos.—Ya han pasado dos años de toda esta locura. Debes vivir tú vida, sin sueños y con alguien como yo.

Dicen que negar tus impulsos sería negar todo lo que te hace humano, pero esto no era un impulso, sino una estupidez. Lo besé, pero en vez de sentir sus cálidos labios sentí un líquido tibio...eran mis lágrimas diciéndome que todo había terminado cuando ni siquiera habría comenzado.