Artificial Lover. [ChanBaek]

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BaekHyun se encontraba en su habitación, de la cabaña que compartía con su hermana, mirando el techo de madera como si fuera la cosa más importante del mundo. Desde lo sucedido entre KyungSoo y JongIn, el ahora ex alfa de la manada, su mente no dejaba de darle vuelta si sería posible que ChanYeol y él también pudieran dar a conocer su relación a los demás. Aunque la primera vez que le propuso esa idea al más alto, este solo le gritó que se alejara de KyungSoo y sacara esos pensamientos de su cabeza. Entonces, solo se esconderían para siempre de todos o en realidad el lobo pelirrojo nunca lo quiso de verdad y esta era su forma de demostrarlo?

BaekHyun tiró las mantas lejos antes de ponerse de pie y salir de su cálido hogar para correr hacia donde seguro se encontraba KyungSoo solo, ya que los demás habían salido de caza. Unos cuantos golpes en la puerta fueron suficientes para que el menor le abriera sobándose uno de sus ojos con el dorso de su mano.

– ¿BaekHyun, qué haces aquí tan tarde? Pasa, te vas a mojar más. – el bajito se hizo a un lado para que el lobo ingresara a la cabaña de un solo piso, cerrando la puerta segundos después.

KyungSoo solo se quedó mirándolo de pies a cabeza, sonriendo como una madre lo haría al ver a su hijo regresar a casa luego de un largo tiempo y completamente mojado. Sin decir una palabra, se alejó de regreso a su habitación, regresando con algunas toallas para el pelicastaño, al igual que con algunas de sus prendas.

– Puedes cambiarte en el baño. – le señaló la puerta con la mano, viendo como BaekHyun asentía y desaparecía segundos después.

El mayor por muchos más años, aunque no pareciera, usó las tollas para secar su cuerpo y luego cambiarse en las prendas que le había entregado KyungSoo. Pudo reconocer que eran del de ojos grandes porque él mismo había acompañado a Kai a comprarlas a la gran ciudad de la que poco se sabía en la aldea. Si tan solo los demás supieran de los placeres de la vida y de la libertad que se sentía cruzando esa muralla de árboles, no seguirían ahí escondiéndose de esos inofensivos humanos que no tenían ni la más jodida idea de su existencia, además de los mitos en que los mencionaban. Quizás en ese lugar ChanYeol y él podrían dar a conocer su relación.

Sacando de lado todos esos pensamientos casi pecaminosos, salió del baño para encontrar a KyungSoo con dos tazas de chocolate caliente, una en cada mano.

– Pensé que te gustaría tomar algo que te quitara el frío. – el menor le regaló una de esas sonrisas de corazón que Kai adoraba antes de darle la taza y tomar asiento en el pequeño sofá que tenía en la sala de estar de su casa.

– Gracias, Kyung. – Baekhyun se ubicó a su lado, mirando con ojos perdidos el líquido humeante de la vasija de porcelana barata.

– Igual te lo debía por todas esas veces en las que cuidaste de mi en lugar de JongIn. – KyungSoo se encogió de hombros mientras veía al menor extrañado, suponiendo que algo más rondaba por su mente. – BaekHyun, puedo preguntar por qué no fuiste con los demás?

Al más bajo le extrañaba que el el lobo de pelaje color chocolate no estuviera junto a ChanYeol en estos momentos, mucho más cuando estaba demasiado consciente del esfuerzo que ponía BaekHyun en encontrar un momento a solas con el beta.

– Porque no quería. – respondió simple, aunque la mirada del menor le asegurara que no le creía. – Está bien, peleé con ChanYeol, feliz?

KyungSoo negó con la cabeza antes de dejar su taza vacía en la pequeña mesa delante suyo y acomodarse sobre el sofá, dirigiendo su mirada hacia techo al final.

– JongIn tiene problemas con su hermano y por mi culpa. – el pelinegro sonrió cansadamente antes de suspirar y sobar sus sienes.

BaekHyun imitó al humano, incluso hasta en el suspiro que anteriormente se había escuchado en el lugar.

EX'ACT WORLDWhere stories live. Discover now