CAPITULO 21

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Cuando entró por segunda vez a la habitación, se fijó en el cuadro bastante particular...

Severiano Álvarez sentado en el sofá, leyendo el periódico.
Cristina en la cama, observando el encuentro de abuela y nieta...

El padre de Federico se adelantó a la introducción de su hijo, con lo campechano que era...

Riv: ¡aquí está mi nieta!!

Cristina se sorprendió por la llegada, no tanto así sus padres, pero los jóvenes no lo notaron...

C: buenas tardes, señor Rivero...
Riv: "suegro" estaría mejor... Igual que un machito en vez de hembra, pero ni modo ¿Verdad Severiano...?
Sev: ya se los dije... Si le hubieras enseñado a tu hijo cómo hacer un niño...
F: si van a seguir diciendo tonterías la puerta está abierta. (Manteniéndola abierta él mismo) Para que se vayan los 2.

Sev: ¡tú a mí no me echas de ningún lado!

La tensión estaba caldeando los ánimos, en el lugar menos indicado...

Con: por favor. Están en un hospital.
C: Federico, ven aquí... (Muy asustada viéndolo enfrentado a su padre)
Riv: vamos afuera a fumarnos un puro, Severiano... Ándale...
Con: ve Severiano...
Sev: a mí nadie me da órdenes... (Saliendo por su propia voluntad)

F: ¿Para qué vinieron?? No usted señora... Ellos...
Con: independientemente de todo, son los abuelos...
F: unos abuelos que nunca aceptarán que tienen una nieta porque ellos desean un nieto...
Con: yo estoy feliz con Elena... Es tan bonita... Y miren cuánto pelo tiene...

F: yo también estoy completamente feliz con nuestra hija... (Secando con sus dedos las mejillas de Cristina)
C: ¿De verdad...?
F: te lo prometo... (Inclinándose a besarle los labios)
C: te amo...
F: y yo te amo a ti, mi amor...

Bueno, por el momento era así... Cristina tenía siempre que pedirle o instarlo para que le dijera que la amaba...

*Cafetería*

Riv: siéntate Federico...
F: lo que tengas que decirme, dímelo pronto. Quizás Cristina necesita que la ayude con algo...
Riv: te veo mal, chamaco... Eres el mandilón número 1... Y yo no te crié así...
F: claro que no me criaste así... Todo lo contrario...
Riv: exacto, te enseñé a ser un hombre, un macho, ¿qué te está pasando Federico?? Ibas tan bien hasta que esa niñita se cruzó en tu camino...

"Hasta que me enamoré de ella", pensó Federico, pero no lo pensó expresar en voz alta o ahora quedaría como el peor de los estúpidos frente a su padre... Clásico machismo...

F: escúchame papá...
Riv: escúchame tú a mí. Si dejas que tu mujer te maneje a su antojo, terminarás siendo una marioneta... Sin voz ni voto. Las mujeres sólo sirven para cuidar la casa y de los hijos. Y para aliviar tus instintos por supuesto...

La mente del joven comenzó a tener conflictos de ideas... Era cierto, con esos parámetros había sido criado, pero ahora estaba viviendo algo completamente diferente...

F: ¿por qué me dices todo esto??

"Justo ahora", quiso agregar Federico...

Riv: porque estoy viendo lo que ahora eres... Pero estás a tiempo... Hazme caso, regresen al pueblo y todo se irá acomodando en su lugar...
F: no estoy seguro de querer volver... Además Cristina...
Riv: ¿a quién le importa lo que las viejas piensen?? Es más, ni cerebro tienen. Ellas obedecen al hombre y ya.
F: no... Cristina es diferente... Ella es otro tipo de mujer...
Riv: parece que me cambiaron a mi hijo... Pero no voy a presionarte, piénsalo... La vida que tendrás allá, no será la misma que estás viviendo aquí... Y tampoco la de tu hija...

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