capítulo 31. El amor por fin ha triunfado.

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Tan sólo el rasgar de la pluma sobre el pergamino rompía el silencio en el que estaba sumida. No había nadie en la biblioteca excepto yo.
Estábamos a mitad de febrero, ya habían pasado dos meses desde mi doloroso encuentro con James. Aún no lo superaba del todo pero lo llevaba lo mejor que podía, simulaba indiferencia cada vez que tenía que lidiar con él. Ya no me buscaba ni me hablaba tanto como antes, pero aparte de eso seguía actuando normal. Alice y Anny no paraban de decirme que lo encarara y le dijera la verdad; que lo amaba y que había sido una tonta por no haberme dado cuenta antes.
Pero yo ya me había hecho a la idea de que nunca estaría con James, lo había perdido para siempre.
Paré de escribir mi redacción de Pociones, pues había escuchado unos pasos. Alguien se acercaba.
Levanté la vista. Era James. Me pregunté qué quería, últimamente no hablábamos a solas.

-¿Qué tal? -dijo sentándose en el asiento opuesto al mío.
Me di cuenta de que quería hablar, de lo contrario no se habría sentado.

-Bien, gracias. ¿Y tú? -dije, un tanto dubitativa.

-Bien, bien. -se limitó a decir.

-¿Necesitas que te ayude en algo? -pregunté, pues no podía imaginar otro motivo para que me buscara.

-No exactamente. -dijo- Sólo quiero que hablemos.

-¿De qué? -dije frunciendo el entrecejo- Creí que no querías saber nada de mí.

-Pues estás equivocada.
-dijo- Me di cuenta de que me comporté como un estúpido. -lo miraba sin comprender- Me di cuenta también de que no debía dejarte ir.

-No te entiendo. -me limité a decir.

-Los chicos me hicieron recapacitar. Sirius me dijo que estaba actuando como un completo idiota, que mi actitud no era digna de un Merodeador. Él jamás me hubiera dicho eso si no fuera cierto. Entonces decidí que seguiría intentándolo. -sonrió- Seguiré luchando hasta enamorarte, Lily.

No podía dar crédito a mis oídos. Mi frecuencia cardiaca empezaba a aumentar. Si el supiera que ya me había enamorado por completo. No encontraba las palabras para hablar.

-No tienes que decirme nada, Lily. -sonrió- Me basta con que sepas que seguiré insistiendo. No te librarás de mí, después de todo.

-Pero si yo pensé que tu...que te habías cansado... que ya no...

Él se echó a reír. Se levantó del asiento.

-Espero que vayas a alentarme mañana en el partido. -dijo y se marchó, aún sonriendo con su sonrisa que era literalmente perfecta.

No respondí. La cabeza aún me seguía dando vueltas, y las mariposas en mi estomago también.

Al día siguiente, en el Gran Comedor predominaba la emoción y la ansiedad debido al tercer partido de Quidditch que se jugaría: Gryffindor contra Slytherin. Todo el mundo comía apresuradamente mientras intercambiaban rápidos comentarios referidos al encuentro entre ambos equipos. El partido comenzaría a las once.

Anny y Alice se sentaban a mi lado, nos habíamos puesto la bufanda de Gryffindor y otros accesorios en señal de apoyo.

Vimos que los Merodeadores se acercaban, faltaba James. Supuse que ya estaría en los vestuarios, preparándose.

Llevaban consigo un póster enorme con la fotografía de James atrapando una snitch y saludando al público. Tenía unas palabras escritas, decía: "Gryffindor manda"

-Hola. -saludaron al llegar.

Se abrieron espacio en la mesa y se sentaron con nosotras.

-¿Irán al partido, chicas?
-preguntó Sirius mientras comía una patata.

Lily Y James. [Awardspotterhead]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang