Pvo Sam
Sabia que el muy estúpido eran insistente, pero ahora habia llegado al máximo de insistencia, no lo soportaba, ni siquiera quería verlo, ¿porque diablos habia salido a comprar jamón? ... lo olvidaba!! La razón era porque tenía meses que no lo comía ya que el doctor me lo habia prohibido, pero ahora que ya podía hacerlo, tenía ganas inmensas de comerlo, ¿porque dios eran tan malo? Solo ayer habia sido mi cumpleaños número 24 y habia pedido como deseo jamas topármelo y ahora me lo ponía de frente
-¿Que no entiendes que no te quiero ver ñoño? – le grite intentando empujarlo, pero mis brazos estaban ocupados y no podía hacer mucho esfuerzo.
Lo iba a asesinar
-No sé por qué te empeñas en no dejar que te vea, han pasado 8 meses y créeme que todo ese tiempo fue muy difícil encontrarte, ¿en dónde vives?
- Hasta crees que te lo diré– comencé a reír de forma irónica – la última persona que quiero que se entere en donde vivo eres tu
-Tengo derecho a saberlo
-Tu no tienen ningún derecho – intente empujarlo pero me di cuenta de que Katherine comenzó a llorar – idiota ya la hiciste llorar – grite furiosa, habia hecho llorar a mi bebe.
-Yo no la hice llorar, fuiste tú con tus gritos – intento acercarse a mí y tocar el rostro de Katy pero yo se lo impedí empujando su mano y girándome – déjame verla Sam
-Le tomo una foto y te la enviare por correo – trate de alejarme pero él me sostuvo del brazo
-Déjame ver a la niña Sam – me insistió
Estaba acabando con mi paciencia
-Cuando tu madre deje de ser una loca desquiciada tu podrás ver a la niña – una mueca de disgusto se formó en mi rostro.
Odiaba a esa bruja
-Es mi hija y tengo derecho a verla – yo solo gire los ojos
-Eso no lo pensaste hace 8 meses cuando tu mama dijo que no era tuyo
-Sam ¿porque le creíste a mi madre? tu sabes que ella dijo eso solo porque estaba celosa
-Celosa mi trasero – lo mire enojada – tú le creíste
-Yo no lo creí, ni siquiera me dejaste decir nada ese día, solo saliste corriendo de la casa y cuando te encontré en el ascensor me diste un golpe y me dejaste noqueado, - aun recordaba ese día, lo habia goleado tan fuerte que lo habia dejado tirado en el suelo - desde entonces no sabía de ti ni de ella – el apunto a la niña – y ahora que las encontré nos las dejare
-Si, lo que digas – levante mi cejas y voltee mis ojos, mi estómago gruñía yo me estaba muriendo de hambre – ya me tengo que ir
-¿A dónde crees que vas? – Me detuvo sosteniéndome del brazo
-¿Pues a dónde más? – tome su mano y la avente con fuerza – a mi casa, asi que Bye – me gire de nuevo y comencé a caminar, Kathy para ese momento habia dejado de llorar y ahora solo balbuceaba.
-No, no, no, yo quiero que la niña tenga mi apellido – toco mi hombro con un mano y simplemente continúe caminando para que no me tocara
-Claro que no – me aleje – a tu madre no le vas a gustar la idea de que un hijo mio tenga su prestigioso apellido.
