Enamorada De Mi Psicólogo.

Policias.

Me sentía bien, no del todo, pero fue divertido hasta que tuvo que aparecerse ese idiota y sabía que si no nos íbamos en ese momento iba a insistir.
-Mierda, mierda, mierda, esta el alcoholímetro-. Dice Ian desesperado aunque el no hubiese tomado tanto como yo no iban a detener.
-Ian, ¿que haremos?-. Se quedó pensando.
-Baja-.
-¿Que? No no puedo quedarme sola a estas horas de la noche.
-Si nos agarran a los dos tendrás que llamar a tu padre cuando el sólo cree que fuiste a una fiesta normal, yo tengo licencia y ya tengo 18, bajate si no quieres dormir hoy en una celda-. Baje, y me asomé por el cristal.
-¿Estarás bien?-.
-Si, tranquila, mañana te digo todo y las veré, ve con mucho cuidado Isabela.
-Esta bien, te llamaré mañana-.
Arranco el auto y se fue, yo seguí caminando con mis tacones en la mano y deseaba plenamente estar en mi cama.