Alexia sonrió abiertamente, mostrando una boquita mellada.
La niña alzó los brazos y Natalie acudió a su lado. La abrazó con mucho cariño, deseando también, nunca más soltarla.-¿Cómo está mi chica favorita?
Noah caminó con lentitud hasta colocarse frente a la camilla donde estaba la niña. Tenía unos ojos muy parecidos a los de Natalie, no tan vivos como los de su hermana pero igual de bonitos. La nariz pequeña y respingona y una boca pequeña y parlanchina. La niña le estaba comentando lo que había hecho durante las horas que no había visto a Natalie. Pero entonces, dejó de mirarla y se centró en él.
-¿Quién eres? -preguntó casi susurrando; se había puesto seria de repente.
-Soy Noah, un amigo de tu hermana -aquella afirmación sorprendió a Natalie, pero no dijo nada. A pesar, de que estaba deseando rebatirselo.
-¿Su novio? -Alexia sonrió con la mirada iluminada.
-No, Alex. Es solo un amigo -contestó Natalie acariciandole la cabeza.
-Es muy guapo, Naty -su hermana siempre la llamaba así y ella no se quejaba. Desde que tenía uso de razón utilizaba ese mote amoroso para dirigirse a ella.
Natalie casi estaba avergonzada por lo directa que era la niña, pero, ¿qué se le iba a hacer? Solo era una cría.
Noah miró a la chica con una ceja alzada. Nunca habría imaginado que ese sobrenombre le gustaría.
-Tú también, Alexia -pronunció el moreno acercándose a ella. Se colocó apoyado en la pared frente a la camilla.
La niña se puso de lado para verlo mejor y no le quitó el ojo de encima, hasta que su hermana la llamó.
-¿Cómo te va con la quimio? -Natalie sabía que no tenía que hacerla pensar o hablar sobre su enfermedad: Leucemia. Pero necesitaba saberlo, necesitaba informarse sobre como se encontraba su hermana.
-Bien. El doctor es muy simpático... ¿Cuántos años tienes, Noah? -Natalie sonrió y como veía que aquellos dos congeniaban, caminó hasta un sillón que había en la esquina de la habitación y se sentó.
-Tengo dieciséis.
-¡Cómo Naty!
-Lo sé, vamos juntos a clases de matemáticas -comentó Noah observando como la niña se ponía de rodillas en la camilla.
-Cuidado, Alex -dijo la chica, comenzando a cerrar los ojos; le empezaban a pesar los párpados.
-Descansa, Natalie. Lo necesitas
-Noah le guiñó un ojo, pero como ésta tenía los ojos cerrados no alcanzó a verlo.La chica negó con la cabeza y lo miró.
-Tengo que cuidar de Alexia.
-Deja que me cuide Noah.
«Vaya... ¿Noah hasta atrae a las niñas de ocho años? Increíble» Natalie se mordió la lengua para no soltar una risa y asintió. Volvería a hacerlo, volvería a dejarla con Noah si veía de nuevo esa cara de felicidad e ilusión que tenía su hermana.
-¡Bien!
Natalie se acucurró en el sillón como pudo, colocándose bien el vestido porque se le subía por la posición. Se durmió escuchando de fondo risas y pequeños chillidos por parte de Alexia.
-¿Sabías que estoy muy muy enfermita?
A Noah esa declaración le rompió el corazón. Él negó y con la voz recompuesta dijo:
-Si estás que lo rompes, Alex.
-Así solo me llama mi hermana -la niña estaba seria de repente, pero no parecía enfadada. Al contrario, parecía triste cuando miraba a Natalie.
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Noah (Pausada)
Teen FictionNoah Blake es popular, con una vida fácil y sencilla. Sin complicaciones. Tiene todo lo que desea: chicas, dinero, fiestas, sexo... Todo marchaba bien. De hecho, a él nada le preocupa. ¿Por qué esta vez tiene que ser distinto? • • • ADVERTENCIA: ...