Mi amor antagónico (GOT7. TÚ. JR)

Segunda parte. "Medicina"

Me marché de la habitación dándole un fuerte empujón. Junior me miraba sorprendido, todo su rostro demostraba lo que sentía: No podía creer que lo estuviera rechazando, no porque fuera yo, quizás. Si no porque una chica lo rechazó. Una chica no quiso dormir con él, ni siquiera una chica, una niña para el. Noté su desesperación por impedir que me vaya de la habitación, ahora sabía que lo haría sin importarme sus sentimientos. Junior creía que podía tenerme en la palma de su mano cuando quisiera, que podía humillarme, herirme y luego volver a enredarme entre sus brazos con su estúpida sonrisa arrogante. Estaba totalmente equivocado,la primer expresión de desesperación en su rostro pidiéndome que me quede con él, solo consiguió que quisiera salir corriendo de allí, todo lo que su rostro decía era "eres una imbécil si te que das, lo hará, jugará contigo una vez más". Su segunda expresión por la madrugada, cuando volví a entrar para darle su medicación, y volvió a insistir para que me quedase, fue de súplica. Y pude reconocer que no fue porque de verdad me quisiera con él, si no porque no podía permitir que una niña pisoteara de tal manera su hombría y orgullo.Esta última, hizo sentirme envuelta en la necesidad sucia de seguir haciéndole eso mismo: Darle un poco, quitarle un poco más. Tal vez lo consideraba como una forma de darle su propia medicina, y no refiriéndome exactamente al medicamento para su peste. Junior debía dejar de ser tan egocéntrico y fastidioso, y si podía darle su merecido tal solo ignorándolo, lo haría. 

 En la mañana volví a comunicarme con Dumbledore. El viejo me dijo que el posible tutor era una mujer, adulta, y volvió a repetirme que no podía hacer más por mi, aunque quisiera. Me sentí devastada. ¿Me quitarían a mi propio hermano?.No quería tener que volver a irme, además, sería mucho el trabajo que me llevaría conseguir otra asistente para mis amigos, otra escuela y peor aún, no quería abandonarlos una segunda vez. 

Tomé una ducha y me arreglé. Llegué a pensar que podría estar perdiendo el control de mis impulsos y la razón. ¿Qué demonios quería hacer con Junior? No estaba dispuesta a hacerle daño, sólo quería darle una lección, me sentía lastimada, pero a la vez, quería dejar las cosas como estaban, sin vueltas ni cambios. Él no era para mi, ni yo para él. Éramos completamente diferentes, éramos antagónicos. Yo no era fuerte, él sí. Yo no podía ver sufrir a alguien, Junior debía amar demasiado para sufrir. 

— Que bonita te ves hoy, nena —comentó Jackson mientras les servía el desayuno a mis amigos. Le sonreí. Todos comían como niños pequeños. Pensé que no podría dejarlos, no otra vez. Tendría que buscar otra solución—

— Cariño —Jaebum llamó mi atención. Todos lo miramos sorprendidos. El sonrió apenado y bajó la mirada—

— ¿Que tienes cariño? —le dije. Haciendo fuerza por no reírme. No solía llamar a cualquier persona de forma cariñosa, menos a Jaebum. Usaba los apodos de ese tipo para las personas que me causaban extrema ternura, como mis amigos sin intenciones de más y los niños. No veía a Jaebum como un amigo sin intenciones, él era como un hermano, pero a la vez ya lograba verlo como un hombre que sentía cosas por mí. Jb me miró con ojos de huevos—

— Oye, no puedes hablarle así a todos —exclamó Youngjae con la boca llena—

— ¿Eso es un reclamo? —levanté mis cejas— A tí te llamo cielo, a Jaebum le dije cariño —me excusé sonriente. Me hacían sentir tan inexplicablemente completa—

— ¿Y por qué nosotros no tenemos un apodo? —preguntó Jackson elevando la voz para cubrir lo que decía Youngjae. Todos hablaban a la vez, siempre lo hacían. A veces me molestaba muchísimo, y otras podía soportarlo—

— Porque ustedes no me inspiran ternura —volví a sonreír, esta vez se me escapó una risita burlona al ver que Jackson cerraba un poco los ojos con un gesto entre molestia, reclamo e indignación—