Casados Sin Compromiso |Shizaya | Shizuo x Izaya. ♥Terminada♥

Parte 6.

Ambos chicos se encontraban nuevamente con la terapeuta y ambos se encontraban gritando y quejándose del otro.

-No lo soporto! - Grito Izaya completamente despeinado. - Es un idiota, ¡¿Sabe cuantas veces me ha hecho la vida imposible?!

-Oh, ¿Disculpa?, ¡Me golpeaste con mi ropa interior en el rostro! - Grito el rubio mientras señalaba su cara.

-¿Ah sí?, me golpeaste en la cabeza, me tiraste de la cama, pusiste una tarántula en mi sopa, y tiraste agua hirviendo mientras me duchaba! - Grito esta vez el pelinegro.

La mujer solo les miraba sorprendida, mientras hacia apuntes de la situación en una pequeña libreta.

-Tu llenaste mi piso de jabón, tienes demasiada distancia entre ambos, te limpiaste la boca con mi trapo y dejaste pasta fresca en el!- Ambos molesto uno con el otro se dieron la vuelta mientras cruzaban los brazos.

La chica comenzó a aplaudir, y les dedico una sonrisa a los dos confusos.

-Por fin avanzan como pareja, tener peleas como esta los hacen más unidos. -La chica abrió la puerta para que ambos salieran del lugar.

Se vieron entre sí, y aceptaron el pase. Cambiaban por las calles sin decir nada.

-Creo que iré a mi trabajo... -Comento el informante a su acompañante.

-Si yo también- Y dicho eso ambos se fueron por caminos completamente diferentes.

En el camino a su trabajo Izaya se encontró con la joven aprendiz de su esposo, quien al verlo fue hacia el.

-Hola Izaya. -La chica saludo de beso.

-Hola, ¿Vas con Shizuo? -Pregunto el chico, a lo que la contraria solo asintió.

La chica sonrió pícara mente. -Y dime, Shizuo, ¿Como es?

El pelinegro sin entender la miro. - ¿Como es que?

-Oh vamos ya sabes.. En la cama... ¿Es duro o blando?- Al instante el chico se puso como tomate y le dio un zape a la rubia.

-Esas cosas no se preguntan Vorona, además yo y el no hemos... No nos hemos apareado. - Respondió algo pensativo.

La chica solo infló sus cachetes y se fue molesta. En cambio Izaya se quedo con una gran duda en su cabeza.

-¿Como seria follar con mi marido?, ¿Me dolería?, sobre todo, ¿El que pensaría de eso? - Se preguntaba una y otra vez en su pequeña mente.

▫▫▪▫▫

El rubio llego a su casa completamente cansado por el trabajo, se tiro sobre el sillón, cerró sus ojos y sintió un ligero peso sobre su abdomen.

Abrió lentamente los ojos, y miro al informante sentado sobre el tenía una expresión dudosa. Así que mejor decidió preguntar.

-¿Que piensas? - Pregunto con mucha curiosidad.

-Pienso en si deberíamos tener sexo- Respondió inocentemente.

El rubio solo le miro sorprendido. - ¿Por que piensas eso?

-Eso ayudaría a que nuestra relación como maridos mejore! - Respondió con sus mejillas infladas.

El pelinegro se recostó sobre el rubio dispuesto a empezar el su conexión, pero el rubio lo tumbo antes de hacer algo que ambos podrían lamentar.

-No te me acerques! -Grito el rubio enfrente de la mesa.

-¿Por que no?, ¡Solo quiero tener sexo contigo! -Grito Izaya desde el otro lado de la mesa.

-No estas pensado. - Dijo el rubio.

El pelinegro subió arriba de la mesa para poder llegar al contrario quien al ver eso salio corriendo a su habitación. Al entrar a esta cerro con seguro.

El informante pateaba la puerta para que el otro abriera. Pero le era inútil.

-¡Izaya ve a tu habitación! -Grito el rubio.

-... No quiero...

-Solo ve, y mañana hablaremos de esto. - Trato de explicar el rubio.

-No!, tiene que ser hoy, ¡Mañana no!

-Entonces te quedas con ganas maldito caliente! - Y después de haber dicho eso se tiro sobre su cama.

No le importó el echo que el otro estuviera haciendo pucheros fuera de la habitación, el solo se dio la vuelta tratando de dormir con los gritos hasta que después de un rato, se acabaron por completo.